578. ¡Levántense a defender a todos los cristianos en el mundo! — 06.06.2014

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos lo siguiente:

Las persecuciones de los hijos fieles a Jesús son inmensas, ¡y ustedes deben rezar por estos, sus hermanos y hermanas en el Señor para aliviar su sufrimiento, para atenuar los tormentos a los que están sometidos y para ayudar a soportar el dolor que se les están haciendo tanto mental como físico!

Mis hijos. En África, en el Cercano Oriente, en China, en Rusia y en muchas otras partes de su mundo, ¡su hermanos y hermanas están siendo torturados y asesinados! ¡Las iglesias de Mi Hijo están en llamas en muchas áreas y regiones! ¡Las profanaciones de lo que es sagrado aumentan cada vez más! ¡Y el mundo occidental continúa durmiendo y contaminándose en la vergüenza y el pecado del diablo!

Mis hijos. Si no se levantan ahora, vuelen a Jesús y se defienden, ¡entonces será demasiado tarde para ustedes! ¡Ustedes están durmiendo el sueño de los insensibles y no se dan cuenta! ¡No ven! ¡No oyen! ¡Están enredados y cegados en las nieblas, los velos de la tentación y el pecado del diablo! Ustedes están dispuesto, susceptible y sin opinión propia con respecto a toda la basura, la inutilidad y los vicios que el diablo les presenta, ¡y pasan de largo de lo que es importante, de lo que es verdadero, de lo que es valioso!

¡Quien no ayuda a sus hermanos no es digno de presentarse ante Dios, Nuestro Señor y Padre! ¡Quien sigue al diablo y a lo que él le presenta, perecerá y sufrirá de la manera más agonizante!

Ustedes se juzgan a sí mismos por lo que hacen y por lo que dejan de hacer: ¡el servicio a sus prójimos! ¡La defensa de las enseñanzas y mandamientos de Jesús y del Padre en el Cielo! ¡El amor a la creación del Señor y tantas cosas más que sencillamente no ven y ciertamente no quieren hacer en su egoísmo, su autoglorificación y su tergiversación de los valores! Su vida sólo gira en torno a ustedes mismos, y si no se arrepientan, den su SÍ a Jesús y empiecen a hacer el bien, ¡entonces su caída será segura y nadie estará ahí para salvarlos!

¡Amen a su prójimo! ¡Hagan el bien a sus hermanos y hermanas en el Señor! Y levántense a defender a todos los cristianos en el mundo. Juntos ustedes son el Ejército Remanente de Mi Hijo, ¡y juntos son más fuertes de lo que jamás habrían creído! ¡Defiéndanse los unos a los otros! ¡Y defiendan a lo que es Santo!

¡Quien siga durmiendo tendrá un duro despertar! Pero quien se levante y defienda a todo lo que viene de Dios, del Padre y de Jesús, será levantado y vivirá en la gloria.

Vengan, Mis hijos, ¡vengan y levántense contra todas las atrocidades que se están haciendo a los hijos de Jesús!

Recen, Mis hijos, recen, porque el sufrimiento de los que son fieles a Mi Hijo, que LE aman por encima de todo y dan su vida por ÉL, es grande aquí en la tierra.

¡Las persecuciones son inmensas! ¡Las atrocidades inimaginables! Y el sufrimiento, la agonía, el dolor de los que “luchan” por Jesús y permanecen fieles a ÉL ¡son indescriptibles y no se pueden explicar con palabras!

Ayuden, Mis hijos, ¡ayuden! ¡Levántense todos y recen! ¡Recen siempre cuando los llamemos! ¡Recen siempre por estas personas! ¡Recen siempre por la paz en el mundo y en los corazones de todas las personas!

¡Permanezcan fieles a Jesús! Y profesen su fe en ÉL si aún no lo han hecho. El fin es cruel, pero pronto se habrá consumado, y el que está con Jesús nunca más experimentará el sufrimiento. Amén.

Con profundo y agradecido amor,

Su Madre en el Cielo junto con las Huestes Celestiales.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.