594. ¡Lo que su Padre en el Cielo tiene planeado para ustedes! — 20.06.2014
Mi hija. Mi querida hija. Qué bueno que hayas llegado. Buenos días, Mi sol. Yo, tu Santa Madre en el Cielo, y tu San Bonaventura estamos aquí. Por favor, hoy diles lo siguiente a los hijos de la tierra:
Todos estamos aquí por ustedes. Las puertas del Cielo están abiertas para aquellos que se han auto-regalado y entregado sinceramente y de todo corazón a Jesús, Redentor y Salvador del mundo. Todo aquel que es fielmente entregado a Jesús, que LO honre y LO ame, entrará en la maravillosa eternidad del Señor preparada para todos los hijos de Dios que elijan consciente y sinceramente a Jesús y a Dios Padre.
Mis hijos. Yo, su San Bonaventura, les digo hoy: ¡Merece la pena anhelar y alcanzar la santidad durante la vida! El regalo que les espera no puede describirse con palabras terrenales, ¡pues el amor del Padre que les espera y que les será dado es más grande, más hermoso, más glorioso que todo lo que podían alcanzar en su vida terrenal!
Mis hijos. Su santidad es importante, y es lo que su Padre en el Cielo tiene planeado para ustedes. Todo aquel que muere por su fe en Jesús, su Salvador, tiene reservado un lugar especial en el reino celestial del Señor. Será recibido en el reino del Señor con el canto de los ángeles y el sonido de los trombones, y no habrá rodeos para él. Irá directamente a Dios Padre y a Jesús, y esto por sí sólo sería regalo suficiente para que valga la pena entregar su vida al Señor.
Pero, hijos Míos, los dones del Señor son aún mayores y a ustedes se les serán dados en abundancia, ¡pues lo que tan cruelmente tenían que aceptar y soportar, sufrir en su mundo de aquí será inmediatamente compensado por el amor infinito del Señor, del Padre y del Hijo! Serán elevados y todo sufrimiento será olvidado, porque lo que espera a cada mártir es más grande, más bello, más poderoso y más glorioso que cualquier cosa que una persona en la tierra pueda imaginar.
Mis hijos. ¡Aguanten! ¡Su muerte nunca será en vano, porque ustedes son fieles a Jesús y ayudan a ser corredentores de muchos hermanos y hermanas en el Señor! ¡Crean y confíen y estén completamente unidos a Jesús! ¡Refúgiense en Su amor y únanse uno con Él!
Oren, Mis hijos, oren, ¡porque las persecuciones son muy crueles! ¡Sus hermanos y hermanas en el Señor están sufriendo y su oración fortalece y da amor y fuerza! Ustedes deben ser uno como el Ejército Remanente de Jesús, porque en la unidad ustedes son fuertes y poderosos, ¡y a través de sus oraciones están todos unidos!
Así que oren, Mis hijos, y aguanten un poco más. Las puertas del Cielo están abiertas para ustedes, y todo aquel que sea fiel a Mi Hijo alcanzará el Reino de los Cielos. Que así sea. Con profundo amor,
Su Madre en el Cielo que tanto los ama, y San Bonaventura que está a la espera para ayudar a todos ustedes. Amén.