1258. ¿No tienen ningún respeto? — 07.09.2020

Garabandal

Mi hija. Mi querida hija. Por favor escribe, porque Mi palabra debe ser escuchada. Mi palabra que Yo, su Madre de Garabandal quien los ama, les anuncio hoy es importante para Mis queridos y fieles hijos.

Mis hijos. Mis hijos tan amados por Mí. Es hora de convertirse porque el tiempo del fin está siendo acortado por la oración de Mis hijos verdaderamente fieles.

Mi hijo, su Jesús, está listo. Su 2da venida será, pero tengan cuidado porque también Su adversario entrará en escena y no lo sabrán distinguir de Mi Hijo si no se convierten, abandonen su avaricia y codicia, si continúan en la fornicación y las diversiones y creen en lo que dice el diablo y sus secuaces -¡y ellos están en todas las áreas y posiciones de su tan deshonesto mundo!- a través de los medios de comunicación y la prensa mentirosa, si corren tras ellos y juegan a favor de ellos, dado que ustedes no escuchan Mi Palabra, no escuchan la Palabra de Mi Hijo y no escuchan la Palabra del Padre en el Cielo, Dios Altísimo! Ustedes están encarcelados en su cómodo mundo de mentiras donde [para ustedes] las apariencias y el prestigio y las cosas transitorias son más importantes que Yo, su Madre en el Cielo que Mi Hijo, su Santísimo Jesús, ¡y más importante que Dios Padre, su Creador! ¿Cómo puede ser esto, les pregunto? ¿Cómo pueden volverse contra el Padre de esta manera? ¿No han aprendido nada durante su existencia? ¿Han olvidado Quién los creó y les dio la vida?

¡Hijos, despierten! ¡Su mundo está al revés! ¡Están procreando «artificialmente» – por medios artificiales – hijos! En lugar de rezar y pedir a Dios, su Padre, «inseminan» artificialmente y lo implantan en el útero.

Hijos, ¿qué están haciendo ahí? ¿No tienen ningún respeto por su Creador? ¡Tienen madres sustitutas que engendran a los niños -bebés- para ustedes! ¿Por qué no rezan y Le piden a Dios Padre por esta gracia?

¡Ustedes dan hijos [en adopción] a familias que no tienen madre o padre! (Nota: Se me muestran parejas del mismo sexo). ¿Cómo puede permitirse esto, les pregunto?

¡Tienen sexo por placer e ignoran completamente la creación! ¡Es vergonzoso lo que están haciendo y hay tantos que lo hacen!

¡Hijos, dense la vuelta y conviértanse, porque de lo contrario lo que les espera será cruel y doloroso y tortuoso! ¡Experimentarán el mayor dolor y su alma estará perdida! ¡Deben darse vuelta y alejarse de todos estos actos vergonzosos que el diablo y sus secuaces les venden como si fuese «normal» y deben aprender a distinguir!

!No está bien lo que les están haciendo a sus hijos, ni la forma artificial de inseminación, ni las cada vez más frecuentes separaciones entre parejas con hijos, ni las actitudes e inclinaciones que demuestran a sus hijos!

¡Tantos niños son abortados por la banalización del sexo! ¡Tantos! ¡Y las madres que cometen este pecado mortal! Su alma sufrirá, sufrirá, sufrirá si no se arrepienten. ¡Y también ustedes los hombres que son los padres de estos niños asesinados, no se salvarán! Incitar al pecado -y lo cometen incluso dos veces- causa sufrimiento para todos, ¡y así también para ustedes mismos! ¿Qué se les ocurre queridos hijos, y es eso lo que son, vivir sólo por instinto y placer? 

¡El matrimonio es sagrado y la unión entre hombre y mujer es fructífera! Aquellos que no pueden tener hijos deben preguntarse porqué podría ser esto. ¡Deberían orar y vivir en humildad, porque el Padre responde a los que LE suplican!

Están haciendo tantas cosas equivocadas queridos hijos, y es eso lo que son, ¡y a través del sexo y la codicia, el orgullo y el prestigio el diablo tiene un juego demasiado fácil con ustedes!

¡Los Santos Sacramentos de la Santa Iglesia Católica de Mi Hijo SON SANTOS! NO deben ser cambiados y quien vive en pecado NO DEBE RECIBIR A JESÚS. Eso no quiere decir, que Mi hijo le da la espalda. Sin embargo, la persona (el alma) que recibe la Santa Comunión ¡debe estar LIBRE DE PECADO!

Así que ¡conviértanse, confiésense, hagan penitencia y arrepiéntanse! No importa lo que los falsos sacerdotes de Mi Hijo les dirán, reconozcan que quien cambie o quiera cambiar incluso la más mínima cosa en la celebración de la Sagrada Eucaristía, ¡NO VIENE DE MI HIJO!

Tantos lobos vestidos de oveja se han mezclado entre sus religiosos, y se les escucha y los aclaman en los círculos más altos y no tan altos. La gente y las autoridades díscolas dan la bienvenida y celebran la apertura (cambio) de la Santa Iglesia Católica. ¡Pregúntense por qué será!

¡Despierten, amados hijos, y eso lo que son, porque están muy cerca del abismo! No lo ven, pero es como Yo, su Madre de Garabandal, se lo digo hoy:

¡El que no se de vuelta, el que no se convierta, el que no se confiese, expíe y se arrepienta, el que no ore y el que prefiera hacer «desaparecer» y «abolir» a Mi Hijo, el que Lo pisotea y profana su Santa Iglesia, se perderá para la eternidad y nada podrá hacer contra eso. Su sufrimiento irá acompañado del mayor dolor, y languidecerá en agonía, (¡)sin fin(!), sin esperanza, sin redención, eternamente!

Así que escojan bien y abran los ojos: el que viene no es Mi Hijo, aunque pretenda serlo y sea introducido como tal. ¡El que ya está aquí tampoco es enviado por Mi Hijo, sino por Su adversario que aspira, y está a punto de lograrlo, de apoderarse no sólo de sus religiones sino de la dominación del mundo entero!

Así que ¡despierten, queridos hijos, y es eso lo que son, y únanse al Ejército Remanente de Mi Hijo! No esperen más, porque el final está cerca. Tan pronto como el Aviso haya sucedido como último acto de misericordia de Mi Hijo, habrá una discordia de la peor clase en su tierra. Los días se oscurecen y el mal será visiblemente entre ustedes.

¡Así que conviértanse ahora y luchen por el bien! El Padre mitigará, pero el grado de su sufrimiento en este tiempo depende de su oración. Cuanto más recen, (¡)cuanto más personas recen(!), más fácil será para ustedes y para los hijos del Señor. Amén.

Los amo mucho. Escuchen Mi llamada y dense la vuelta.

¡Oren, Mis hijos, oren para que el Padre mitigue y así su mano enfadada no pase sobre ustedes!

¡Jesús está sufriendo, ÉL está sufriendo por ustedes! Con cada pecado que cometen, violan su Sagrado Corazón.

¡Así que dense la vuelta! ¡Conviértanse! ¡Oren! ¡Y denle su SÍ a Jesús! ¡Ningún pecado es demasiado grande para que Mi Hijo no lo pueda perdonar!

Confiésense, hagan penitencia, arrepiéntanse y acérquense a Jesús. Amén.

Es con un profundo y sincero amor de Mi corazón que hoy Me despido de ustedes.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios. Madre de la Salvación y de Garabandal. Amén.

Divulga esto, Mi hija. Es de suma importancia. Amén.

El Santo Arcángel Miguel: «¡Derrotaré al Diablo con Mi hueste celestial!»