1388. ¡El asesinato de inocentes…! — 09.12.2022

Mi hija. Siéntate conmigo y escucha lo que Yo, tu Madre en el Cielo quien te ama, tengo que decir hoy a los hijos de la tierra:

Hijos, Mis amados hijos, ¡no pequen!

¡El aborto es el mayor pecado de su mundo actual, pues están agrediendo la vida del no nacido y lo están haciendo con una naturalidad sin precedentes!

Van contra Dios, el Altísimo, porque sólo ÉL, QUIEN los ha creado a todos ustedes, está autorizado a dar la vida y a quitarla, ¡la vida! ¡Pero nunca deben ustedes quitarle la vida a otro, matarla [la vida], acabarla o acelerar la muerte!

Hijos, Mis amados hijos, ¡no se auto inflijan esta miseria, la que los espera si agreden la vida no nacida!

¡Su alma sufrirá, sufrirá, sufrirá, y caerá en los más agonizantes estados de tormento, pues este pecado es la mayor, la peor ofensa de su tiempo presente -de todos los tiempos-, y esta naturalidad con que lo hacen, y sus excusas para justificar este asesinato, son absoluta y completamente vergonzosas, y devastadoramente afectarán su eternidad!

Hijos, aún no es demasiado tarde. ¡Aquellos de ustedes que hayán cometido esta ofensa, este pecado mortal, pueden esperar la misericordia de Mi Hijo, siempre y cuando se conviertan y se arrepientan profundamente de este acto tan pecaminosamente vergonzoso y absolutamente repugnante!

¡Confiésense, hagan penitencia y arrepiéntanse, amados hijos, pues sólo mediante su profundo arrepentimiento y su voluntad de hacer penitencia no se perderán si han cometido este acto!

A todos los médicos que practican el aborto: ¡estén advertidos, carniceros, porque no es otra cosa lo que hacen! Agreden a indefensos hijos de Dios y lo están haciendo como si fuera un procedimiento normal ¡SIN CONSECUENCIAS!

Pero las consecuencias son devastadoras y también los alcanzarán a ustedes si no lo detienen ahora mismo y le piden perdón a Jesús.

(¡)Sólo su arrepentimiento y penitencia los salvarán de las calamidades del infierno(!), ¡sólo su conversión a Mi Hijo los salvará de los devastadores (para ustedes) castigos del pecado!

Sin embargo, requiere el más profundo arrepentimiento, Mis hijos, ¡y penitencia, penitencia, penitencia!

Consigan indulgencias, Mis hijos, para todos aquellos que fallezcan con este pecado, pues si no lo hacen, ellos irán a la perdición eterna y su eternidad estará llena de tormentos y angustias y sufrimiento(s) eternos.

Hijos, Mis queridos hijos, ¡despiértense!

Jesús es misericordioso, ¡y la hora de la misericordia aún no haya terminado! Pero tan pronto como haya terminado, ay de aquel que sea juzgado con este pecado mortal. Amén.

Mi hija. Es de extraordinaria importancia que los hijos de la tierra tomen en serio este mensaje. Escríbela en letras grandes. Te mostraremos como mientras escribes, Mi hija.

Tu Madre en el Cielo. Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

El asesinato de inocentes es el mayor pecado de su tiempo. Amén.