1400-44. Parte 3, Mensaje de Juan, el 14.02.2024 en un Lugar Santo

Miércoles de Ceniza

Prólogo

Libro de Juan Parte 3

«Te dije que volvería cuando el tiempo se oscurezca».

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El 14.02.2024 en un Lugar Santo

Mensaje de Juan

Mi hija. Yo, tu Juan, estoy aquí contigo para decirte a ti y a los hijos del mundo hoy lo siguiente:

Prepárense, porque llegó la hora para que pase TODO lo que (ya) les hemos comunicado en estos mensajes.

Así que no descuiden limpiar sus corazones, porque sólo aquel que se haya puesto su túnica más blanca, sin manchas de pecado, ¡está listo para el Señor y Su regreso!

¿Cómo, se preguntarán, puedan hacer esto?

¡Confiésense Mis hijos, confiésense! ¡Vayan a ver a un (su) sacerdote católico y hagan uso del Santo Sacramento de la confesión!

Arrepiéntanse, Mis hijos, ¡arrepiéntanse! Porque si no lo hacen, su confesión no vale nada. ¡Seguirán manchados y pecadores y no podrán presentarse ante su Jesús con una túnica limpia!

Pero quien no está preparado para ÉL, quien no se ha lavado, quien peca y no se arrepiente, que se lo diga:

El juicio pronto vendrá sobre ustedes, y (¡) bienaventurado el que haya tomado en serio Mi Palabra y esté preparado para su Señor, Jesucristo, su Salvador (!), porque la hora de la misericordia caducará, y ¡bienaventurado el que esté preparado para su Jesús!

¡No esperen! ¡El tiempo es ahora!

¡Aprovechen los días de cuaresma [ayuno] y reflexionen!

¡Ayunen, oren, hagan sacrificios y límpiense!

¡No basta con confesarse 1 o 2 veces al año! Deben hacerlo siempre, así como se lavan, su cuerpo, su cabello, ¡así también deben limpiar su alma del pecado, amados hijos!

Y cada uno de ustedes sabe por sí mismo ¡CUÁNTAS VECES HA FALTADO!

Así que no lo pospongan mucho, ¡pidan a un sacerdote -católico- que los confiese!

Y si vuelven a faltar, ¡vayan a ver a su sacerdote!

Pero no dejen que pecar se convierta en un hábito, porque quien no se arrepiente y promete mejorarse, ¡YA NO LE PUEDEN AYUDAR! ¡Sufrirá un justo castigo y se recordará de Mis palabras!

¡Así que vayan a la Santa Confesión y arrepiéntase y hagan penitencia!

¡Hagan penitencia y ofrezcan sacrificios!

¡Hagan reparación!

¡Amen a su prójimo y ayuden!

Hay tantos necesitados a su alrededor, ¡pero ustedes están ciegos ante ellos!

Hagan el bien, Mis hermanos y hermanas en el Señor, porque ahora la necesidad será cada vez mayor, y ¡bienaventurado el que haya compartido y ayudado, el que es misericordioso y se haya preocupado! ¡El que escuche, que haga el bien! Porque pronto el destino puede cambiar también para ustedes, y ¡qué felices y agradecidos estarían si su prójimo los tratara con bondad!

Mis hijos. Mis hermanos y hermanas en el Señor:

¡El fin está cerca! ¡La misericordia dará paso a la justicia!

Así que tomen a pecho Mis palabras:

Serán juzgados en el día de la decisión, y ¡bienaventurado el que haya elegido a Jesús y el amor al prójimo! ¡Bienaventurado el que se haya preparado para su Señor y Salvador! ¡Bienaventurado el que se haya limpiado del pecado y se haya puesto su túnica más blanca!

El Padre intervendrá pronto, pero se acercan días oscuros.

¿No lo ven? ¿Se sienten seguros?

¡Déjenme decirles que su seguridad sólo está en el Señor! Y quien no ve el peligro que los rodea a ustedes, ¡está o dormido y/o cómodo!

¡No se puede pasar por alto en qué situación se encuentran los acontecimientos mundiales, y el hambre y la necesidad llegarán donde menos lo esperen!

Y a los políticos y ayudantes de Europa y América:

¡Perderán la risa y la arrogancia!

El pueblo se volverá contra ustedes, ¡pero para entonces ya será demasiado tarde!

Ustedes traman para que hayan guerras y penurias, ¡y tendrán que responder por todo ello!

Y a todos aquellos que se enriquecen de su [propio] pueblo, lo oprimen y lo hacen sufrir, a ustedes les digo:

¡Según ustedes oprimen y hacen sufrir, así serán juzgados!

¡No habrá misericordia para ustedes si no se convierten y se ponen al lado de Jesús!

La excusa: «no pude hacer otra cosa» no les servirá de nada, ¡porque tienen la oportunidad de decidir libremente en cualquier momento!

Quien haya pactado con el diablo o con sus ayudantes, ¡que lo rompa cuanto antes [este pacto]! Si no lo hace, ¡será condenado!

Hijos, hijos, ¡no tienen ni idea de QUÉ LES ESPERA!

Los tiempos serán malos y difíciles, las enfermedades y otras penurias aumentarán, ¡y no recibirán ninguna ayuda!

Les ofrecerán remedios, ¡pero no les ayudarán!

¡No se dejen engañar y prepárense!

Deben estar preparados para este tiempo, ¡PARA QUE PUEDAN SOBREVIVIR!

¡Algunos de ustedes estarán felices y agradecidos si PUDIERAN IRSE, sin embargo, el mayor sufrimiento les sobrevendrá a ellos y a ustedes!

¡Las depresiones se apoderarán de ustedes!

El hombre sufrirá, sufrirá, sufrirá…

Déjenme decirles que ¡SÓLO JESÚS ES EL CAMINO!

¡Sólo con ÉL serán llevados a través de todo ello!

Y, sin embargo, tampoco será fácil en ningún momento para los hijos fieles a Jesús, pues cuando la guerra y el hambre los alcancen también a ellos la necesidad humana será grande, pero el corazón y el alma estarán unidos al y cuidados por el Señor.

Así que oren, Mis hijos, ¡oren!

¡Tienen el poder de la oración! ¡Úsenlo!

Los amo mucho.

Dije que volvería y continuaría hablando cuando el tiempo se oscurezca.

Ese tiempo ha llegado, Mis hijos, pero están recién en el principio.

¡Sólo su oración los mantendrá fuertes!

¡Sólo la amistad con Jesús y el Espíritu Santo les dará grandes frutos!

¡Usen las armas del final de los tiempos!

¡Estén preparados!

Su Juan. Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén.