347. ¡Es una lucha por la supervivencia de los últimos tiempos! — 20.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. No desesperes, pues todo saldrá bien al final, pero debes entregarte aún más profundo al servicio a Nosotros y orientar tu vida enteramente hacia Nosotros.

Jesús: Mi hija. Sé que esto es muy difícil para ti, pero el momento se acerca. Mi Segunda Venida está más cerca de lo que piensan, así que pónganse todos completamente a Mi cuidado, porque Yo vendré a librarlos de las garras y tentaciones del maligno, y el que se haya entregado todo a Mí, el que confíe todo en Mí y el que extienda su vida todo a Mí, irá conmigo y le esperará un tiempo glorioso.

Mis hijos. Mis hijos tan amados por Mí. Los últimos días serán difíciles y muchos de ustedes lo están sintiendo ahora. Tú, Mi amada hija, como muchos otros estás como dividida en dos mundos. Por un lado vives el aquí y ahora de su mundo actual y luchas la batalla de la supervivencia de muchos afines, pero también de muchos otros hijos que no están en el camino hacia Mí, que no Me conocen, Me rechazan y no quieren saber nada de Mí.

Es una lucha por la supervivencia de los últimos tiempos, ya que el mal se ha extendido mucho y ensombrece e intenta suprimir lo que es BUENO. Muchos de ustedes están sufriendo por la lucha por la supervivencia provocada por el maligno, pero tengan la certeza de que pronto -muy pronto y más rápido de lo que piensan – también afectará «hasta el cuello» a los demás y muchos serán llevados por esta condición a la más profunda desesperación y a acciones mortales.

Mis hijos. Los que creen en Mí, confíen en Mí y comparten sus vidas conmigo, se librarán de esta desesperación, porque ustedes han encontrado el camino hacia Mí y nada los dejará hundir, porque Yo estoy con ustedes, guiándolos, fortaleciéndolos y cuidando de ustedes, si Me dejan [hacerlo].

Por lo tanto, Mis amados hijos, vengan completamente a Mí, a su Jesús, y Yo Me ocuparé de todos los asuntos de su vida. Dense cuenta de que cuando el miedo, la preocupación, la duda y el descontento se extienden dentro de ustedes, ¡el diablo se ha infiltrado en ustedes! No den cabida a estos sentimientos, porque los desviarán del camino hacia Mí. Por lo tanto, vengan a Mí inmediatamente, a su Jesús que tanto los ama, y entréguenme lo que hace que su corazón esté pesado y triste, porque quien da lugar al diablo tendrá pensamientos injustos, malos y destructivos, pero a quien viene a Mí lo llenaré de Mi amor y Mi paz.

Mis hijos. El otro mundo en el que viven, ustedes los que están plenamente conmigo, es el que será completamente suyo luego de los 3 días oscuros. El salto allí es maravilloso, sin embargo, ése es muy difícil para la mayoría de ustedes, porque unir estos mundos en uno solo es casi imposible para quien está atado a este mundo, a la vida terrenal aquí con ustedes.

Por eso, Mis hijos, ¡es tan importante pasar aún más tiempo conmigo! Cada Santa Misa les da fuerza, cada visita a Mí les da paz en sus corazones. Quien Me recibe en el Santo Sacramento de la Eucaristía será fortalecido e inundado de Mi amor.

Por lo tanto, Mis hijos, vengan a Mí, todos ustedes, reciban Mis Santos Sacramentos y pasen tiempo conmigo. Ante el Santísimo Sacramento pueden entregarse completamente a Mí y todo lo que les rodea perderá importancia, porque su alma sólo Me anhela a Mí, a su Jesús y el regreso a casa del Padre. No necesita [el alma] nada más para ser feliz, porque sabe de dónde viene y sabe lo que le espera con el Señor.

Mis hijos. Vivan sus vidas confiando en Mí y no den oportunidad a los susurros y ataques del diablo. Ofrezcan como sacrificio todo a Mí, su Jesús, y pasen tiempo conmigo. Tú también, Mi hija, que ahora aguantas mucho, ven a Mis brazos siempre cuando puedas. Deja lo exterior ser lo exterior y ven completamente a Mí, a tu Jesús, y los otros vendrán por sí solos.

No te distraigas y escúchame completamente, porque todo lo que te impongo es también para tu protección, Mi hija. Por lo tanto, concéntrate en tu trabajo y deja todo lo demás en pausa. Da los pasos terrenales que tengas que dar y sigue dando alegría a tus hijos. Eso es todo lo que tienes que hacer, porque de todo lo demás Me encargo Yo, tu Jesús Quien siempre te ama, Quien te eligió para esta obra a través de Mi Santa Madre María.

Mi hija. Ven completamente a Mis brazos y descansa allí. Confíame todo y pon tu vida enteramente a Mi servicio.

Los tiempos más duros están aún por venir, pero sepan que siempre los protegeré, Mis hijos fieles. Estaré con ustedes y actuaré por ustedes, pero deben entregarse a Mí para que Yo pueda obrar Mis milagros en ustedes, a su alrededor y con ustedes. Nada es imposible para Mí y la omnipotencia del Padre se les revelará a través de Mí, su Jesús, pero necesito su consentimiento, su entrega, su confianza para obrar estos milagros.

Mis hijos. Vengan todos a Mí, a su Jesús, a su Señor, porque los amo desde lo más profundo de Mi Corazón Redentor y los llevaré conmigo a Mi Nuevo Reino si confían plenamente en Mí. Los amo.

Su Jesús.

Salvador de todos los hijos de Dios.

(Dios Padre sonríe.) «Hija Mía. Mi tan amada hija. No te preocupes. El diablo está tratando de llegar a todos ustedes, pero no importa lo que haga, ustedes siempre están bajo Mi protección. Díselo también a ….. y tomen las medidas terrenales necesarias para protegerse del maligno. Los amo. Su Padre en el Cielo. Amén.»

«Hazlo saber todo, hija Mía. Saca sólo los nombres. Gracias. Te amo. Tu Madre en el Cielo. Amén».