73. Su mundo está desvencijado — 24. al 25.03.2013

Mi hija. Mi querida hija. Duerme bien y descansa. La situación de su mundo es catastrófica. Ten coraje y confía. Confía en Mi Hijo. Entonces todo saldrá bien, hija Mía.

Te amo. Duerme bien. Tu Madre en el Cielo.

 

Su mundo está desvencijado.

Mi hija. Su mundo está desvencijado. No hay ninguna estabilidad. Una catástrofe sigue tras otra y ustedes no saben cómo «manejar la situación». Este es el tiempo que les fue predicho y donde el Anticristo aparecerá como «hombre justo». Tengan cuidado, Mis queridos hijos, porque el caos que los domina se volverá aún más grande, y luego cuando todo esté por «explotar», el hombre que les fue anunciado entrará al escenario como el gran salvador y pacificador.

Mis hijos. No se dejen engañar. Él es un impostor enviado por el maligno para robar sus almas. Pretende ser su amigo que los ayuda, pero en realidad quiere atraparlos. ¡Manténganse alerta! Él es el mayor enemigo de Jesús, ha venido a empujarlos, Mis amados hijos, en el Lago de Fuego, porque él quiere alejarlos de Jesús y robarles la vida con Él en el Paraíso. Así que estén advertidos, Mis queridos hijos, porque este hombre tomará posesión de sus almas. Se acercará a ustedes como una serpiente venenosa, los halagará y los susurrará con encanto, con cortesía, con milagros supuestamente divinos y luego los morderá para infundir su veneno mortal.

Aquellos que están alerta reconocerán sus metas. Podrán entender y saber que ni él ni sus aliados tienen buenas intenciones. Aún así, tengan cuidado y permanezcan en oración. Oren por sus hermanos y hermanas y permanezcan en unión con Jesús. Así escaparán de las trampas del maligno y el veneno de la serpiente no los afectará. Crean, Mis amados hijos. ¡Crean en Jesús y permanezcan fiel a Él! ¡Solo Él les dará lo que su alma realmente anhela! Vengan todos a Él, porque entonces, solo entonces, podrán conocer la Nueva Jerusalén. Solo entonces Jesús los llevará consigo y los guiará a la paz eterna.

Los amo, Mis amados hijos. Su San José.