83. Oren en estas intenciones y traerán gran gozo a Nuestros corazones — 01.- 02.04.2013

Mi hija. Los dos estamos contigo. Tu San José y tu Madre en el Cielo. Todo el día ya queríamos hablar contigo. Yo, Josef, ya desde anoche.

Mi hija. Es muy importante que oren por el ocupante falso del trono en Roma. La oración hace prevenir muchas cosas. Independientemente de lo que se les haya predicho, al orar por esta alma perdida pueden hacer mucho bien por el mundo.

Tú, hija Mía, viste lo “pobre” que es esta alma. Viste las falsas esperanzas, las expectativas tan grandes, como un niño pequeño que le pidiera algo a sus padres.

Su alma está tan perdida. Viste y sentiste la tristeza de Nuestro Hijo, Jesucristo, que lamenta y espera con profundo amor por todos Sus hijos perdidos. Esperando que incluso esta alma «ennegrecida» regrese y lo encuentre a Él.

Tu visión fue real en la primera como en la segunda parte. Jesús ama a cada pecador, porque Él ve más allá que lo de ahora. Él ve al alma con sus esperanzas, y Él ve el sufrimiento que experimenta el alma cuando apuesta toda su esperanza «al caballo equivocado».

Por lo tanto, queridos hermanos y hermanas en Jesús, ¡oren por todos los hijos perdidos, especialmente por los más grandes pecadores entre ustedes! Oren por la pobre alma del falso Papa no elegido por Jesús, quien pone sus esperanzas en Satanás en lugar de ir corriendo para abrazar a Jesús. Oren, hijos Míos, por todos aquellos que no pueden ver la luz de Mi Hijo para que también sus almas puedan ser salvadas. Eso es lo que quiere Jesús, Nuestro Hijo, porque su amor es inconmensurable y su esperanza grande, que incluso el pecador más endurecido lo encontrará.

Mi hija. Amamos a todos Nuestros hijos, pero ahora debemos luchar por aquellos que parecen estar perdidos. Su oración es el poder para ello. Cuanto más oren, más almas se salvarán. El tiempo apremia.

No queda mucho tiempo, porque pronto empieza la cuenta regresiva de sus días terrenales, y hasta entonces aún muchas almas tienen que convertirse a Mi Hijo.

Mi hija. Hacemos un llamado a todos Nuestros hijos a orar juntos por el papa Francisco y sus seguidores para que se pueda prevenir mucha desgracia en el mundo y para que muchos de ellos se conviertan a Mi Hijo.

Seguimos llamando a que se haga oración por todas las almas confundidas. Entre ellos hay muchos creyentes que en los tiempos actuales no reconocen la verdad.

Mis hijos. Oren en estas intenciones y traerán gran gozo a Nuestros corazones. Mi hijo Jesús lo desea así.

Gracias por seguir Nuestra llamada.

En el amor eterno. Tu Madre en el Cielo con San José.