343. ¡Ningún hijo que haya dado su SÍ a Jesús padecerá de este sufrimiento! — 14.11. 2013

Mi hija. Mi querida hija. Sigue escribiendo para Mí, para tu Madre en el Cielo que tanto te ama, porque muchos de Nuestros hijos aún necesitan ser alcanzados, convertirse y dar su SÍ a Mi tan amado Hijo Jesús.

Mis hijos. No les queda mucho tiempo, porque pronto la situación en su tan amada tierra llegará a un punto crítico y se empeorará, y a los hijos que no han encontrado el camino hacia Mi Hijo les irá mal. Sufrirán cada vez más ansiedad, y tan grandes serán sus temores que caerán en depresión, se enfermarán y su corazón se marchitará de tristeza.

Mis hijos. Den su SÍ a Mi Hijo Jesús ya ahora, ¡entonces se ahorrarán todo ese sufrimiento! Su corazón se llenará de alegría y se inundará de Su amor. Ningún hijo que haya dado su SÍ a Jesús padecerá de este sufrimiento, porque quien LE entrega sinceramente su amor y encomienda su vida a ÉL nunca caerá en la desesperación y el miedo.

Mis hijos. Ábranse el camino de la gloria para ustedes mismos dándole su SÍ a Jesús. Entonces este terrible sufrimiento se alejará de ustedes y con alegría esperarán a Jesús.

Los amo, Mis hijos.

¡No den oportunidad a las dudas, porque no vienen de Dios!

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

«Amén, les digo esto:

Quien Me ama sinceramente,

quien se encomienda a Mí, confía en Mí y cree en Mí no le dejaré perecer y no le sobrevendrán ni el sufrimiento ni el miedo ni la desesperación.

Así que denme su SÍ y vengan a Mis brazos extendidos, porque los amo a cada uno de ustedes y a cada uno cuidaré.

Que así sea.

Su Jesús Quien los ama.

Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.»

«Mi Hijo ha hablado, así que escuchen Su Palabra y encuentren el camino hacia ÉL. ÉL les ahorrará mucho sufrimiento, miedo y miseria, porque quien ha encontrado a ÉL, EL cuidará para siempre.

Los amo.

Su Padre en el Cielo.

Creador de todos los hijos de Dios y creador de todo ser. Amén.»

«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada. Yo, el ángel del Señor, se lo digo. Amén.» Un ángel del Señor.