396. ¡Ningún ataque del diablo puede sacudirlos si viven en el amor a Mi Hijo! — 31.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Mantén siempre la paz en tu corazón y deja que el amor del Señor actúe en tu corazón.

Mi hija. Ustedes están siendo atacados muy, muy fuertemente por el maligno, sin embargo, mantengan la calma. Mi Hijo sabe lo duro que es esto para ustedes, pues cada ataque pesa en tu alma, atraviesa tu corazón de la misma forma como deja sombras en los corazones de tus hijos.

Pídele a Mi Hijo que sane esto, que sane esto en todos ustedes, y traten de no ceder a estos ataques y de mantenerse firmes. Esto último es muy, muy difícil, pues el [demonio] se apodera de los más pequeños y así les inflige a ustedes un gran daño, o grandes heridas. Mi Hijo lo sabe y EL les dará la curación.

Manténganse fuertes, Mis hijos. El fin de los tiempos pronto terminará y entonces la paz habitará en ustedes. No habrá más ataques, porque en el Nuevo Reino reina el amor, la paz y la alegría. Mi Hijo cuidará de todos sus hijos fieles y ÉL los librará de la enfermedad y la desgracia, del desanimo y la pobreza. ÉL los elevará a todos a Su Nuevo Reino, y allí serán felices hijos del Señor. Pero incluso ahora, en este tiempo terrible, ÉL da alegría y gozo a todos los hijos fieles. Él soporta todas las cargas y alivia todos los sufrimientos, por lo tanto, profesen se fe en EL para que esta felicidad también sea la suya.

Mis hijos. Ningún ataque del diablo puede sacudirlos si viven en el amor a Mi Hijo. Es cierto que él (el demonio) los tentará, lo asediará y lo perseguirá, pero no alcanzará su objetivo, pues quien haya profesado se fe en Mi Hijo está bajo Su protección, y todo ataque del demonio seguirá siendo tal, pero nunca obtendrá poder sobre ustedes.

No se sientan culpables cuando venga un ataque, y pidan por el amor de Mi Hijo. Él vendrá a sanar su alma y a liberarlos del pecado de ataque.

Mis hijos. Lleven a la confesión todo lo que se siente mal y dejen que el Señor los llene por completo. Su amor por ustedes es inconmensurable y EL perdona a cada uno cuando suplique. Arrepiéntanse y hagan penitencia, pero no se martiricen, porque el demonio magnifica su sentimiento de culpa para asfixiarlos. Dénselo a Mi Hijo y pídanle a ÉL por el perdón y ÉL los perdonará y les dará la sanación.

No se aferren a ningún pecado que hayan cometido, una vez que lo hayan arrepentido y confesado. Eso es sólo el propio diablo que quiere atormentarlos con viejas cargas y penas. Quien se haya arrepentido y confesado una vez, su(s) pecado(s) está(n) perdonado(s) y no necesita(n) presentarse una segunda vez [en la confesión]. Así que no se dejen torturar con ello, sino expíen, arrepiéntanse y confiesen lo que (volvieron) hacer mal.

Los amo, Mis hijos, y siempre estaré con ustedes, los guiaré y los llevaré a Mi Hijo, si lo quieren y Me lo piden. Pero Yo jamás Me impondré a ustedes, así que oren a Mí, a Jesús y a Nuestro Señor y también a los santos y a los ángeles, porque todos Nosotros estamos preparados para ayudarlos y les damos alegría en su vida, si Nos dejan hacerlo.

Un año bendecido deseamos ahora a todos Nuestros hijos, y que la Luz del Señor ilumine su alma, encienda Su Llama en ustedes y que Su Amor arda en ustedes.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios con Jesús y la comunión de los santos y los ángeles.

«Mi bendición les doy a cada uno de ustedes, porque todos ustedes son Mis hijos.

En el más grande amor los he creado, y en el más ardiente amor los estoy esperando.

Un Año Nuevo lleno de gracia, alegría, amor y confianza en Nuestra Palabra les desea Su Padre en el Cielo.

Con toda Mi omnipotencia los amo y Mis milagros les regalo, pero deben ir el camino con Jesús y darle su SÍ ahora.

Amén».

«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada y dejen que Sus milagros lleguen a sus vidas.

ÉL, que es todopoderoso, siente verdadero amor por ustedes, y en éste los ha creado. Así que vuelvan a casa con ÉL y encuentren a Su Hijo, porque ÉL pronto vendrá a mostrarles lo que deben hacer para encontrar su camino de vuelta a casa.

Entonces vendrá el fin y los días oscuros amanecerán y ÉL, su Creador, les enviará a Su Hijo. Y combatirá todo el mal, desterrará a la bestia y la encadenará. Entonces llegará una luz tan brillante como el oro en el cielo. Los días oscuros habrán terminado y los hijos fieles serán salvados.

Mis hijos. Recen unos por otros para que el número de los que experimentarán la Luz del Nuevo Mundo sea grande, pues todos los que no se hayan preparado a tiempo estarán perdidos. Yo, su Ángel del Señor, se lo digo. Amén.

Su Ángel del Señor.»

Gracias, Mi hija. Divulga esto.