169. Cuidaremos a todos tan pronto como Nos den su consentimiento — 06.12.2013

Madre de Dios: «Mi hija. Mi querida hija. Todas las injusticias terminarán pronto«.

Jesús: «No te desesperes, Mi amada hija. Yo, tu Jesús, no permitiré que te hundas».

Madre de Dios: «Cree y confía y acepta todo como viene. Estos son tiempos muy difíciles y cada uno de ustedes, de todos los hijos de Dios, tiene algo diferente que aguantar, algo nuevo que aprender. Crean todos y confíen. Y vengan a Nosotros. Los esperamos con alegría, porque las puertas del cielo están abiertas para aquellos que son devotos a Nosotros. Amamos a todos los hijos de la tierra y cuidaremos a todos tan pronto como Nos den su consentimiento

«Queridos hijos, vengan a Nosotros. Yo, un Santo ángel de Dios, les suplico que se conviertan, que se aparten del mal, y que ruegan por ayuda a María y a Jesús. ELLOS los liberarán, ELLOS vendrán corriendo en su ayuda, ELLOS los guiarán, ELLOS los llevarán a los brazos de su Padre.

Dios el Altísimo, Nuestro Creador, está esperando a cada uno de ustedes, y con la ayuda de María y Jesús todos ustedes van al cielo. Todos estamos listos para defenderlos y de liberarlos de las garras del mal y del maligno.

Luchamos por ustedes para que ustedes encuentren, para que su alma encuentre la paz y para que puedan vivir en felicidad y alegría, paz y gozo y en el amor más profundo en el Reino de Dios, la Nueva Jerusalén, que vendrá a su tierra tan pronto como se haya peleada la última de todas las batallas.

Vengan a Jesús, queridos hijos. Nosotros, los Santos ángeles de Dios, estamos preparados para esta lucha. Digan SÍ a Jesús y corran a los brazos de su Madre celestial María. Ella, la engendradora de Dios eternamente virgen, los está esperando. Ella reza las intenciones por ustedes que conmueven el Sagrado Corazón de Dios Padre.

Él, el Altísimo, no LE niega nada. Por lo tanto, queridos hijos, recurran a ELLA y las gracias vendrán a ustedes grande y maravillosamente a través de ELLA como intercesora.

Crean, queridos hijos, crean y confíen. Pronto el cielo vendrá a la tierra y sucederá el mayor de todos los eventos. Alcanzarán la paz tan anhelada y vivirán en el amor y la alegría eternos. Las glorias de Dios Padre se les revelarán, y así estarán felices por siempre que es algo inimaginable para ustedes como simples hijos humanos.

Queridos hijos, dense vuelta y denle su SÍ a su Santo hermano, Jesucristo, el Redentor de todos los hijos de Dios. Con ÉL cosecharán los frutos que les fueron prometidos. Con ÉL su vida se convertirá en una vida verdadera y alegre. Él les dará la plenitud que su alma tanto anhela. Y con ÉL encontrarán a Dios Padre porque el puente hacia ÉL, Dios Todopoderoso, es Su Santo Hijo.

No esperen más, ¡sino conviértanse! El cielo está abierto para ustedes con todos sus ayudantes. Pídanlo, y Nosotros vamos. Pídanlo, y Nosotros escuchamos. Pídanlo de nuevo, y vamos corriendo hacia ustedes, porque nada es más grande, nada más glorioso que el regreso de un hijo perdido a Su Padre.

Los amo.

Su/s santo/s ángel/es en el cielo.»

(Veo un ángel grande, rubio, cabello hasta los hombros y un ángel pequeño. Los he visto varias veces).
(El ángel grande asiente con la cabeza afirmativamente).

 

Gracias.

«Mi Hija. Difunde este mensaje. Es muy precioso.

Tu Madre en el Cielo.» (Jesús está sonriendo).

168. Conviértanse a tiempo, porque tan pronto como ÉL venga a ustedes, todo sucederá de manera muy rápida — 11.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu amada Madre en el Cielo, hoy quisiera decirte a ti y a todos Nuestros hijos creyentes e incrédulos que la «espera» pronto llegará a su fin, porque Dios Padre, Nuestro Padre Todopoderoso ya muy pronto enviará a Su Hijo, Jesucristo, para poner fin a las injusticias en su tierra y a dirigir a Sus hijos de vuelta al camino correcto del amor.

Lo que está sucediendo en su tierra está tomando tal magnitud que Dios Padre no seguirá [solo] mirando por mucho tiempo más. Alégrense, porque EL que creó a TODOS USTEDES y a TODO contendrá el mal tan pronto como amenace de escalar – y eso no tardará mucho tiempo más. Conviértanse a tiempo y preparen sus almas. Abran sus corazones a la llegada de Mi Hijo, porque tan pronto como ÉL venga a ustedes, todo sucederá de manera muy rápida.

El Anticristo todavía no muestra su verdadero rostro, pero pueden estar seguros de que él tiene todas las cuerdas en su mano satánica para hacer decaer al mundo. Traerá consigo la decadencia del bien, la ruptura de la creencia en la única religión verdadera e innumerables intrigas, seducciones, mentiras, malicia, esclavitud y opresión.

El más maligno de los malignos y sus secuaces buscan dominar el mundo. Siembran conflicto y odio entre ustedes, alimentan la división social, la división religiosa y la inseguridad, la incertidumbre y el miedo existencial. Su objetivo es controlar el mundo y tolerarlos a ustedes como esclavos. Quieren la destrucción del bien, así como todas las «referencias» a Jesús y Dios Padre, para que no les quede otro camino que el infierno, la condenación eterna.

Cuanto más malvados se vuelvan ustedes, más reputación ganan en el mundo del demonio, sin embargo, Mis amados hijos, más se alejan de Dios Padre, bloqueando así su camino hacia Su Reino de los Cielos. Se desheredan a sí mismos y no podrán cosechar los frutos y las glorias prometidas de los cielos, porque han elegido el camino del maligno y se han obstruido todas sus oportunidades para una eternidad en paz.

Nunca conocerán el amor de Dios Padre, y permanecerán eternamente excluidos de la felicidad y el gozo, la paz y la alegría, porque a través de sus actos malvados y sin conciencia durante su vida al servicio del diablo, han auto obstruido el camino a Dios, su Creador, y han comenzado el camino al infierno por SU PROPIA CUENTA, pero allí, Mis amados hijos, Satanás los espera con una fuerte carcajada, porque han caído en su trampa y él no cumplirá ni una de sus promesas. En lugar de esto los torturará y los hará sufrir, los profanará y los maltratará porque su «alegría» reside en el sufrimiento de los demás, él obtiene su «felicidad» a través del tormento de sus víctimas, tal cual como ustedes lo hacen durante su vida [terrenal].

Así que despierten, Mis hijos perdidos, y vuelvan a fijar su mirada a lo bueno. Miren a Jesús y a Dios Padre, y llenen sus corazones de amor. Dense vuelta, Mis amados hijos, y pídanos que les ayudemos. Vamos a volar los grilletes que Satanás les ha puesto – esto sucede con amor puro – y los liberaremos de su valle de fornicación y actos malvados.

¡Vengan a Nosotros! El cielo está abierto, así que llegamos a quien se Nos pide con honestidad y reverencia. ¡Dios Padre y Jesús los aman! A cada uno de ustedes los reciben con amor y gran alegría, porque cada niño que encuentre de vuelta a su Padre desencadena una celebración alegre en el cielo.

Así que, vengan a Él, a Jesús, que los ama tanto. Ningún pecado es demasiado grande para poder ser perdonado. Vengan antes de que sea demasiado tarde. Y vengan antes de que comience la gran muestra del alma. Porque el que no es de corazón puro, que ha pecado mucho y no se haya arrepentido, y especialmente el que vive en la incredulidad no podrá sobrevivir la muestra del alma por todo el sufrimiento de lo que ha hecho. 

Así que, dense la vuelta a tiempo y denle a Jesús su SÍ. ÉL los liberará de las garras de Satanás. ÉL regalará la creencia [en Dios] a los incrédulos y cuidará de TODOS Sus hijos, pero ÉL necesita su SÍ.

Así que vengan a Él, a Nosotros. El cielo estará allí para ustedes tan pronto como se lo Nos pidan honesta y sinceramente.

¡No se auto obstruyan la vida en la eternidad! ¡Nunca es demasiado tarde para convertirse! Siempre recuerden Mis palabras, porque a cada uno que pronuncia su SÍ a Mi Santo Hijo, Nos apresuramos a ayudar.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

 

«Quien no conozca el camino hacia Mí, quien Me niegue y no tome en serio Nuestra Santa Palabra, que se convierte antes de que sea demasiado tarde, porque tan pronto como Dios Padre tomará acción, tendrán que haberse convertido a Mí, para no ser devorado por el abismo del infierno.

¡Regresen! ¡conviértanse a Mí y denme su SÍ! Entonces, Mis tan amados hijos eso, vendré a rescatarlos y llevarlos a Mi Nuevo Reino. La eternidad en Mi paraíso les será dado, y su alegría será grande.

Los amo.

Su Jesús.»

Gracias, Mi niña. Mi hija.

167. Nunca las gracias que Dios Padre envió a la tierra han sido más grandes y poderosas que ahora — 09.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Hoy es un día glorioso porque el Espíritu de Dios está entre ustedes, Mis amados hijos.

Mi hija. Mi querida hija. Me alegro de que estés de vuelta aquí, con Nosotros, en este maravilloso, glorioso y sagrado lugar que le dimos a la humanidad para aumentar la fe y las conversiones, y para darles a ustedes, Nuestros amados hijos, fortaleza y descanso para soportar la vida cotidiana.

Mi hija. Es hora de que todos los hijos de Dios vuelvan a encontrarnos. Deben orar por todos los hijos de esta tierra para que encuentren el camino correcto del amor verdadero, y para que el deseo en sus corazones, el anhelo de encontrarse con Dios Padre crezca cada vez más, para que den el paso de la conversión y den a Jesús su SÍ.

Sin un SÍ para Mi Hijo el alma lo pasará mal. Experimentará mucho sufrimiento, peor sufrimiento de lo que pueden imaginarse aquí en su tierra. Oren por todos los hijos de Dios para que comiencen la conversión y sigan el camino del amor que los lleva a Dios Padre.

Ámense los unos a los otros como Jesús los ama y ayúdense mutuamente en la necesidad y el sufrimiento, pero también en el amor y la alegría. Quien se ayuda mutuamente, quien hace el bien por su prójimo, quien se pone a sí mismo atrás y se preocupa por el bienestar de los demás, cosechará los frutos del cielo, pero tienen que darle su SÍ a Mi Hijo, porque solo entonces se abrirán las puertas del cielo también para ustedes, solo entonces serán llevado cuando en el Día de la Gran Alegría venga Mi Hijo a ustedes y se abran las puertas de la Nueva Jerusalén.

Mis hijos. Confíen en Nuestra palabra. El fin está más cerca de lo que creen. Prepárense y vengan a Nosotros. Las puertas celestiales están abiertas ahora y nos apresuraremos de correr hacia ustedes cuando nos llamen. ¡Crean y confíen! Yo, su Madre en el Cielo, unida con los Santos y los Ángeles, estamos listos para defenderlos y ayudarles.

Para que cada uno pueda encontrar a Mi Hijo y darle Su SÍ, aún se necesita mucha oración. Por eso oren, hijos Míos, y pidan Nuestra ayuda. Nunca las gracias que Dios Padre envió a la tierra han sido más grandes y poderosas que ahora.

Así que, oren por todos los hijos de Dios, para que ninguno se pierda y en el Día de Gran Alegría cada uno pueda llegar junto con Mi Hijo al Nuevo Paraíso, Su Reino.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

166. ¿Quieren poner en juego la eternidad – SU eternidad? — 08.06.2013

Mi hija. El mundo debe darse vuelta, los corazones deben limpiarse, para que el alma de cada persona pueda encontrar a Dios y a Mi Hijo.

No se escondan detrás de la autocompasión, en vez de eso despiértense y vean por qué una catástrofe persigue a la siguiente. Su mundo está al revés, el pecado nunca ha sido tan grande como hoy, nunca la apostasía de su Creador era tan inmensa como ahora.

Si no se dan vuelta, Mis amados hijos, si no se convierten a Jesús y abren sus ojos y corazones por el único camino verdadero, entonces estarán todos perdidos porque el diablo los persigue, les pone trampas, les miente y ustedes le creen todo lo que él les dice, lo que él les ofrece y lo siguen porque no quieren saber nada acerca de Dios y Su Santo Hijo, y eso tendrá consecuencias para ustedes y les costará el derecho a su herencia prometida por Dios y los llevará al fin sin fin en la condenación.

¿Quieren eso? ¿Quieren poner en juego la eternidad – SU eternidad por un poco de diversión, un poco de satisfacción, por un poco de dinero y poder? ¿Cuánto vale todo esto? ¿Qué les traerá al final de sus días? ¿Cómo se verá su alma cuando se le abrirá el camino al infierno como el único comino posible?

Sufrirán. Sufrirán terriblemente. Su agonía nunca terminará y NO HABRÁ REGRESO, porque quien no elija una vida con Dios, quien no Le dé su SÍ a Mi Santo Hijo, perderá su derecho a la vida en el paraíso, porque se decidió en favor del diablo, esto vale incluso para aquellos que NO han tomado ninguna decisión.

Un SÍ, un simple, muy simple SÍ a Jesús, y serán salvados.

¡Despierten! ¡Dense vuelta! ¡Denle a Jesús su SÍ! Eso es todo lo que necesitan para poder vivir en paz eterna, lejos de la malicia y las mentiras, la miseria y el hambre, la calumnia y la falsedad porque el diablo será condenado, vencido por Jesús, Mi Santo Hijo.

Quien se convierta a ÉL, quien Le de su SÍ, ÉL lo llevará consigo cuando el cielo se fusione con la tierra, y juntos entrarán a Su Nuevo Reino, la Nueva Jerusalén, el paraíso y vivirán por siempre felices, contentos, en el amor y la seguridad, porque Dios Padre cuidará de cada uno de ustedes y nadie jamás volverá a experimentar sufrimiento.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Vengan, Mis hijos, vengan. Yo, su Santo Jesús, los espero. A cada uno de ustedes los amo y a cada uno de ustedes los llevo conmigo a Mi Nuevo Reino. Vengan, Mis hijos, vengan, porque quien Me dé su SÍ nunca se perderá.

Su Jesús Quien los ama.»

165. Acepten la mano de Dios que Él, el Altísimo, está extendiéndoles a través de Su Santo Hijo — 07.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Buenos días. Mientras el mundo no se despierte, reconozca a Mi Hijo y regrese al camino hacia Dios Padre, entonces aún se cometerán muchas atrocidades más, porque el diablo se ríe victoriosamente y usa su desorientación, Mis tan amados hijos, para hacer cumplir sus planes satánicos que traerán a los hijos de Dios, es decir a ustedes Mis amados hijos, tristeza, dolor, sentimientos de desconsuelo y desolación.

Jesús: «Devuélvanse y vengan a Mis brazos. Yo, su Jesús, les regalaré alegría. El amor entrará a su vida y llenará sus hogares y sus corazones – y vendrán días hermosos para ustedes, porque a cada uno que confía en Mí, quien Me da su SÍ y se Me entrega a sí mismo y a su vida, lo cuidaré, estaré allí para él, viviré con él y lo traeré de regreso al camino del Amor Santo. Esto lo prometo.»

Mis hijos. Mis tan amados hijos. Acepten la mano de Dios que Él, el Altísimo, está extendiéndoles a través de Su Santo Hijo y cambien su vida. Entonces, Mis amados hijos, también a Ustedes se les revelarán los misterios de Dios y su vida cambiará para mejor.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo y su Jesús quienes los aman.

164. La clave para una comprensión más profunda de Nuestra Palabra. — 06.06.2013

«Mi hija. Mi querida hija. El sufrimiento que estás experimentando es el dolor que sufrió Mi hijo. Si las personas no lo comprenden, están permitidos de invocar al Espíritu Santo y pedirle claridad, comprensión y amor en sus corazones, que es la clave para una comprensión más profunda de Nuestra Palabra. Con esta clave, este amor en el corazón, se abren todas las puertas aún cerradas hacia Mi hijo.

Dile eso a Nuestros amados hijos.

En profundo amor, tu Madre en el Cielo.

Gracias, Mi hija.»

«Mi niña, Mi hija. Grande fue el sufrimiento que yo tuve que (so)portar por la redención de la humanidad. Grande, mi dolor que padecí por el sufrimiento que a Mí, su Sagrado Jesús, fue infligido. Tú hija Mía, has aceptado tres de estos sufrimientos para Mí y otros seguirán, porque Mis sufrimientos son muchos y con cada sufrimiento te acerco más a Mi Santo corazón redentor.

Para muchos de Nuestros hijos esto es difícil de entender porque caminan un camino diferente al tuyo, hija Mía. Así cada uno de ustedes tiene una tarea muy especial y la tuya la de experimentar Mi dolor y transmitir a todos Nuestros hijos Mi Santa palabra y la del cielo, porque son muchos los que hablan contigo.

Cualquiera que lleva el amor, el amor verdadero y sincero por Nosotros en su corazón, entenderá Nuestra palabra. Cualquiera que aún necesite ayuda llame al Espíritu Santo, porque ÉL les dará la claridad y aumentará su comprensión si le piden con sinceridad y reverencia.

Mis queridos hijos. Denme, su Jesús, su SÍ. Entonces, yo también puedo actuar en ustedes, ayudarles, y estar con ustedes y regalarles la vida eterna en la Nueva Jerusalén.

Los amo. A cada uno de ustedes.

Su Jesús.”

 

«Mi hija. Mi querida hija. Siéntate Conmigo y escucha lo que tengo que decirle al mundo:

Mis hijos tan amados por mí. Yo, su Madre en el Cielo, unida con todos los Ayudantes celestiales, vengo a ustedes a través de Nuestros videntes elegidos para traerles la salvación a su alma.

Quien escuche Nuestra Palabra, confíe en Nosotros y se entregue a Mi Santo hijo, Jesucristo, y le dé su SÍ, experimentará la salvación y bendiciones, y las glorias de Dios le serán reveladas.

Mi hija. Mi querida hija. Diles a Nuestros hijos que es hora de volver, de concentrarse en una vida según los mandamientos de Dios Padre y de dar su SÍ a Mi Santo hijo.

Vengan, hijos Míos, vengan. Vengan todos a Nosotros, a su Santa Madre en el Cielo, a Jesús, a Dios Padre y a los santos y ángeles. Entonces, Mis queridos hijos, todo estará bien, y la vida en el paraíso por la eternidad les será dada ustedes. Que así sea.

Su Madre en el Cielo. Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.”

 

Oración No 23: Oración por amor, claridad y confianza en Dios

Oh, Espíritu Santo, llena mi corazón con Tu amor,

dame claridad y confianza en Dios.

Ayúdame a descifrar las palabras del Señor,

porque solo a través del amor las entenderé.

Amén.

 

Gracias, Mi hija.

163. ¡Solo Dios es omnipotente! — 05.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo. Hoy es un día hermoso, porque su tierra ha experimentado mucha purificación y muchas conversiones han tenido lugar en las profundidades de muchas personas.

Otros reflexionan sobre por qué todo está como está y buscan una explicación más allá de dónde y del por qué podrían venir todas las irregularidades climáticas. Aquí, el Espíritu Santo ahora está trabajando activamente en estos corazones para que encuentren el camino hacia su y Nuestro Creador.

Y luego hay aquellos que literalmente «se rompen la cabeza» tanto que se esfuerzan pensando, pero no logran encontrar ninguna explicación en su historial meteorológico, porque el que investiga sin Dios nunca encontrará una explicación válida, el que ignora la omnipotencia de Dios, estará siempre estableciendo nuevas teorías, todas las cuales no serán válidas a largo plazo.

Solo Dios es omnipotente. Es ÉL que hace las inundaciones y que los vientos sean tormentosos, a ÉL obedece el fuego y la tierra. Él prende. Él apaga. Y todo esto para que Sus hijos «perdidos» puedan encontrar su camino de regreso a Él.

Aquellos de ustedes que son creyentes saben acerca de la omnipotencia de Nuestro Padre, Dios Altísimo. Aquellos que no creen están buscando desesperadamente explicaciones, tomando medidas de precaución y viven con un miedo constante de todo lo que podría sucederles en la vida.

¡Despierten y vengan a Dios Padre! ¡Vivan de acuerdo con Sus leyes y aférrense a Sus ayudantes celestiales! Para esto, deben dar su SÍ a Jesús, Mi Santo Hijo, porque ÉL es el camino hacia el Reino de los Cielos. Él es el puente que los conecta con Dios Padre y el Cielo. Sin Él, sin SU guía caerán una y otra vez, y los obstáculos se superarán solo difícilmente, las pruebas pasarán solo difícilmente o no las pasarán.

Den su mano a Jesús, Mis amados hijos, y síganlo a Él. Una vida con Jesús es lo más hermoso que un alma humana pueda experimentar. Entonces, ¿qué están esperando? Crean y confíen y denle su SÍ. Entonces, Mis tan amados hijos, su vida se volverá hacia lo positivo, el miedo y la duda darán paso al amor, la paz y la alegría. Tendrán corazones felices y plenas, y nada, ABSOLUTAMENTE NADA podrá «desviarlos».

Jesús los cuidará entonces. Entréguense a Él, su ser, su vida, sus familias, todo lo que tienen, lo que son. Solo así allanarán su camino hacia el Nuevo Paraíso, solo así podrán reclamar los frutos y las glorias de Dios para ustedes y sus seres queridos.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

(Jesús sonríe) Gracias, Mi hija. Te amo.

162. La humildad es el camino hacia el Reino de los Cielos — 04.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Yo, Tu Madre en el Cielo, Me gustaría decirte a ti y a todos Nuestros hijos hoy lo siguiente:

No juzguen, porque solo Dios puede hacer eso. Sean buenos el uno con el otro y no parloteen sobre los demás. Ustedes son todos diferentes, sin embargo, ustedes son todos iguales: en relación con su proveniencia, sus deseos del alma, su herencia y en relación con todo lo relacionado con Dios Padre.

No es posible separar al hombre de Dios Padre. El intentarlo ya es una locura. El hombre viene de Dios. Cada niño nacido es un regalo de Dios para sus padres y toda la familia. Esto ya comienza con la concepción del bebé en el útero. Si ahora quieren alejarse de Dios Padre, tratando de vivir de manera independiente y sin Él, entonces eso solo puede salir mal.

La separación de Dios Padre no es posible porque es Él quien les da la vida, y es Él quien los mantiene vivo. Sin la llama divina en su corazón, en su alma no serían capaz de vivir, y esa llama nunca se apaga. ¡Estén conscientes de eso! ¡Es ella [la llama] que a través del amor todopoderoso de Dios los mantiene vivos!

Pueden negar a Dios, pueden consagrarse al diablo, pero ¿qué logran con eso? Su propia condenación atormentadora, apestosa y profundamente deprimente, de la que no hay escapatoria para ustedes, porque quien una vez se haya acercado al diablo y no de vuelta a tiempo – un proceso muy difícil, porque a quien el diablo haya atrapado, no le deja escapar tan fácil – si entonces los haya arrastrado al infierno, habrán perdido para siempre la vida eterna en el Reino de Dios.

Así que despierten, Mis hijos tan amados por Mí, ¡y encuentren el camino hacia Dios! Visiten sus Santas Misas y reciban la Sagrada Eucaristía, el Cuerpo de Mi Santo Hijo que trabaja en ustedes. Pidan por el Espíritu Santo para que ÉL los guíe fuera de la oscuridad y oren a Nosotros, a Mí y a Mi Hijo, a sus santos y a los ángeles, para que todos Nosotros podamos acudir en su ayuda y salvarlos del terror de Satanás.

¡Llámenos y Nosotros iremos! Sean fieles a Nosotros y trabajen todos los días un poco en ustedes. La humildad es el camino hacia el Reino de los Cielos, y serán las almas humildes que, en el Día de Gran Alegría cuando la batalla por las almas haya terminado, junto con Mi Hijo ingresen al Nuevo Mundo, Su Nuevo Reino.

Así que vuelvan a ser hijos de Dios, es decir encuentren a su Creador, vivan con ÉL y de acuerdo con SUS Leyes. Entonces, Mis tan amados hijos, ya no juzgarán a los demás, porque su ignorancia dará paso al amor y sus pensamientos agotadores se volverán alegres y confiados.

Vivan con Nosotros, con el cielo en la tierra, y les sucederán cosas buenas. Porque quien viva con Dios, con sus ayudantes celestiales, vivirá con alegría, incluso ahora ya en este difícil tiempo del fin. Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

 

Gracias, Mi hija. (Jesús está aquí)

161. ¡Si el mundo no se de vuelta, aún muchos más desastres vendrán sobre su tierra! — 03.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Buenos días. Si el mundo no se da vuelta, aún muchos más desastres vendrán sobre su tierra, y solo aquellos de ustedes que son firmes en la fe se salvarán.

Mis hijos, Mis queridos hijos. Si no comienzan y vuelven a sus raíces, serán desarraigados porque las raíces de aquellos que no viven con Mi Hijo y en la fe de Dios son demasiado delgadas, demasiado frágiles, demasiado enfermas. Dejen que sus raíces vuelvan a crecer y no se auto-recorten de la vida eterna a través de su incredulidad, a través de su querer hacer todo «por fuerza propia», a través de su egoísmo y a través de su desconocimiento de la vida verdadera, la vida con Dios Padre bajo el liderazgo de Su Santo Hijo Jesucristo Quien nació para ustedes hace más de 2.000 años a través de Mí, su Madre en el Cielo, para proclamar la verdadera palabra de Dios y luego sufrió para ustedes, todos los hijos de esta tierra, la peor agonía y Quien finalmente dio Su vida para todos ustedes en la cruz.

Mis hijos. ¡Despierten! Quien no encuentre a Mi Hijo vivirá tiempos malos. El que no LE dé un SÍ no alcanzará la vida eterna, una vida después de la muerte física* en el Reino de los Cielos del Señor, para la cual están siendo preparados aquí en su tierra.

Mis hijos. ¡Despierten! El que no se convierta lo pasará mal. ¡El diablo se apoderará de su alma y la arrastrará a la condenación!

«Mis hijos tan amados por Mí. Vengan todos a Mí, a su Jesús, entonces los llevaré  a Mi maravilloso Reino creado para cada uno de ustedes con el amor puro de Mi y su Padre, y la promisión se cumplirá para ustedes.»

Mis queridos hijos. Yo, su Madre en el Cielo, los guío a todos los que Me lo pidan hacia Mi Hijo para que ninguno de ustedes se pierda. Y luego, cuando en el Día de la Gran Alegría el Cielo finalmente se fusione con la tierra, su alma se salvará y todos ustedes se mudarán al Nuevo Mundo – la Nueva Jerusalén, el Paraíso – y vivirán allí con todas las glorias que Dios Padre bajo la regencia de Su Santo Hijo tiene preparadas para ustedes.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama. Madre de todos los hijos de Dios.

Y su Jesús Quien los ama. Redentor de todos los hijos de Dios.

 

«Vengan, Mis hijos, vengan.

Entonces también ustedes podrán saborear las glorias de Mi Padre y cosechar los frutos tan anheladas del Jardín del Edén, la vida en el Paraíso recreado.

Vengan, Mis hijos míos, vengan.

Gracias, Mi hija tan amada por Mí.

Tu/Su Jesús.»

 

*Nota: Aquí se refiere a las personas que mueren antes del Día de la Gran Alegría, la Segunda Venida de Jesús.

160. ¡Sean conscientes de las tácticas del diablo! — 02.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Madre en el Cielo, hoy quisiera decirte a ti y a todos Nuestros hijos lo siguiente:

Es muy importante que se amen, porque donde no hay amor, el diablo está actuando. Siempre tengan en cuenta que Dios Padre es el puro, verdadero amor, y que donde ÉL actúa el amor está en el corazón de Sus hijos. Pero donde el diablo hace su maldad, no encontrarán el amor. Donde se cometen atrocidades, donde los hijos de Dios son maltratados, ahí es donde el diablo se ha colado y tomado posesión de las almas que hacen el mal.

Recuerden siempre que cuando no estén en el amor, con certeza absoluta el diablo ha enviado uno de sus demonios para sacarlos de la tranquilidad, de la paz y del amor. Siempre recuerden esto, Mis tan amados hijos. El diablo no desaprovecha ninguna oportunidad. Si solo ve la menor posibilidad, la usará y actuará en ustedes. Así que cuídense y sean conscientes de las tácticas del diablo. Respondan con amor. Ese es el único camino en que puedan escapar del diablo.

Manténganse alerta y dense cuenta inmediatamente que cuando estén molestos, enfurecidos, enojados o, incluso, agresivos el diablo se ha colado a través de sus demonios que están vagando por el mundo. Regresen al amor y no den «oportunidad» a estos sentimientos «enojados» producidos por el diablo dentro de ustedes. Sean buenos. Sean amables. Y siempre estén en el amor. Entonces, Mis tan amados hijos, el diablo no tendrá oportunidad de actuar en ustedes, porque donde solo hay el bien, donde ustedes tengan confianza de Dios y viviendo con Nosotros, con todo el cielo, ahí el diablo no tiene poder. Lo intentará, pero no tendrá éxito.

Cuanto más fuertes estén confiando de Dios, menos se les podrá acercar el diablo. Su poder disminuye – y eso lo hace enojar, pero no les hace daño a ustedes. Así que vengan a Nosotros, a Mi hijo amado, a Dios Padre y vivan con Nosotros y el Espíritu Santo todos ustedes. Entonces, Mis tan amados hijos, el poder del diablo será cada vez menos y el amor de Dios abrazará la tierra.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Hija Mía, Mi tan amada hija. Yo, tu Jesús, quisiera pedirles que recen la siguiente oración diariamente. Los protegerá del maligno al y los traerá más cerca a Mí y a Mi Padre, que también es su Padre.

Oración No 22: Oración poderosa para la protección del maligno

Señor dame la fuerza de resistir el maligno.

Señor, ten piedad. Señor, escúchame.

Señor, no permitas que el demonio se apodere de mí.

Señor, ten piedad. Señor, escúchame.

Señor, dame el don de vivir siempre en tu amor, de vivirlo y de transmitirlo.

Señor, ten piedad. Señor, escúchame.

Señor, que TÚ siempre estés conmigo. Guíame, cuídame y enséñame el camino hacía ti.

Señor, ten piedad. Señor, escúchame.

Señor, ilumíname con Tu Espíritu Santo y dame el don del discernimiento entre el bien y el mal, lo verdadero y lo falso.

Señor, ten piedad. Señor, escúchame.

Señor, quiero ser Tuyo por siempre jamás. Ayúdame a ser como Tú quieres que sea.

Señor, ten piedad. Señor, escúchame.

Amén.

 

Mi niña. Mi hija. Da a conocer esta oración. Es muy poderosa y llena de milagros silenciosos. El que la ora sinceramente será oído. Mi Padre es todopoderoso, y en Su omnipotencia y con todo Su amor, ÉL proveerá a cada uno de ustedes quien le ofrezca su respeto sincero y quien me regale a Mi, Su Santo hijo, su SÍ.

Oren, hijos Míos, oren. Solo la oración los salvará a ustedes y a sus hermanos y hermanas de las maquinaciones del maligno y guiará su alma hacia Mí.

Amén.

Su Jesús quien los ama.

Redentor de todos los hijos de Dios.»