149. ¡Curen a sus familias! — 23.05.2013

Mi hija. Mi querida hija.

Dile al mundo lo importante que es la familia. Si no curan a sus familias, perecerán.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Protectora de los corazones puros y de TODAS las almas infantiles del mundo.

148. ¡Que sus hijos sean niños otra vez! Dios Padre mira con tristeza como ustedes destruyen a sus hijos — 22.05.2013

Mi hija. Mi querida hija. Buenos días. Es agradable ver con cuánta alegría los niños fueron al colegio hoy. Una alegría que sienten demasiadas pocas veces, porque debido a los tiempos fatales en los colegios catalanes y en demasiados otros colegios, hoy en día los niños apenas pueden ser niños, porque su día está planeado de la mañana hasta la tarde sin tiempo libre, en que antes los padres estaban juntos con sus hijos y se daban alegría mutuamente.

Hoy ya nadie tiene tiempo. Ustedes se pierden en el trabajo, persiguen entretenciones, están «luchando» por un poco de «libertad», porque todo el apuro de tiempo, el planificar de sí mismos y a sus hijos, el estar separados el uno del otro y el estrés que experimentan y viven diariamente, los están haciendo sentir insatisfechos e inquietos.

Entonces, al poco tiempo que les queda con su familia están además «restando» tiempo para tenerlo libre solo para ustedes, y sus hijos aprenden desde el principio de su existencia que nadie se preocupa por su prójimo, sino que cada uno siempre solo lucha por sí mismo para que sus intenciones no se descuiden. Así es como crían pequeñas criaturas irrespetuosas que en lugar de estar llenas de alegría son «empujadas» al lado una y otra vez, porque ustedes necesitan todo el tiempo para ustedes mismos, no obstante, sus hijos necesitan precisamente este tiempo CON ustedes.

Lo que Yo, su Madre en el Cielo, dije se aplica a la mayoría de las familias de hoy, porque su tiempo actual se ha dirigido contra la familia y solo permite el estar juntos de manera restringida.

Tienen que volver a tener tiempo para sus hijos. Es importante que la mamá y el papá siempre los amen, siempre quieran estar con ellos y que pasen mucho tiempo con ellos. Incluso si tienen solo poco tiempo libre, compartan este tiempo con sus hijos. No los dejen en el colegio todo el día. A ningún niño hace bien eso. Tampoco a ustedes les hace bien estar separados de sus hijos todo el día.

¿Qué les sirve un poco más de dinero si sus hijos no se sienten bien? ¿Por qué siempre quieren más, aunque pueden vivir con mucho menos? «Quiero ofrecer una buena vida para mí y para mis hijos», se dice a menudo. Sin embargo, sus hijos quieren amor, seguridad, unión con sus padres. No es necesario que les ofrezcan magnificencias materiales, sino que respondan a sus necesidades internas.

Quien educa a su hijo desde “afuera”, no debe asombrarse por qué es «rebelde» y «difícil». Un niño necesita a sus padres. Tiene que pasar tiempo con ellos. Tiene que ser amado. Tiene que poder jugar.

Aquí y en muchas otras regiones los niños pasan su infancia en guarderías, escuelas y otras instalaciones. Tienen que ser callados y atentos en lugar de jugar y dejar que su creatividad se desarrolle. Tienen que «funcionar», y así los están educando de manera muy poco saludable.

Cambien los horarios escolares y vuelvan a pasar más tiempo con sus hijos. Denles las riquezas de Dios: amor, alegría, felicidad, seguridad, comprensión. Son criaturas pequeñas y delicadas que los están educando a funcionar como máquinas – y de esta forma destruyen sus pequeñas almas inocentes.

¡Que sus hijos sean niños otra vez! Dios Padre mira con tristeza como ustedes destruyen a sus hijos. Cambien su rutina diaria por ellos. Modifiquen todo para que ellos, los niños que son el futuro de ustedes, vuelvan a tener tiempo para sí mismos, para sus necesidades y eliminen los colegios que duran todo el día.

Si son una familia que confía en Dios, educarán a sus hijos en casa, en la confianza de Dios, con la ayuda del cielo y no los dan en custodia todo el día.

El que vive con Dios, vive de acuerdo con SUS mandamientos: ahí está el hombre, el padre de los hijos que cuida a la familia: con su trabajo crea una base para el hogar, los alimentos y otros bienes que necesitan para vivir. Su esposa, la madre de los hijos, se preocupa de que el hogar sea un lugar hermoso para todos, ella está con los niños, los lleva consigo cuando hace compras, les enseña lo que hay que hacer en casa y pasa tiempo con los niños. Ella es el punto focal de los hijos, porque ella es en los primeros años de la infancia la persona que más necesita el niño. Luego, cuando el niño crezca, es hora de estudiar en el colegio. Entonces, es nuevamente la madre quien los recoge para el almuerzo y quien cuida al niño hasta la noche cuando llega el padre.

¡Deben sanar a sus familias! ¡Deben adaptar sus escuelas a las necesidades de los niños! ¡Deben estar ahí para sus hijos! Y deben volver a aprender que lo que es lo esencial en la vida. Están aquí en su tierra para prepararse para la eternidad. Como no pueden hacer eso solo, es tan importante que encuentren a Mi Hijo. ¡Comiencen y vengan a Jesús! ¡Regresen y vivan el amor! Para el que viva con Nosotros, será cada vez más fácil volver a vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. El que viva con Nosotros sanará a su familia. El que viva con Nosotros será feliz, y el que viva con Nosotros le será regalada una eternidad en paz.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama. Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija.

 

«Oren, hijos Míos, oren. Los horarios escolares deben ser cambiados. Adáptenlos a sus hijos y llévenlos [los hijos] a casa a partir del mediodía. Oren, hijos Míos, oren. Solo entonces sus hijos vuelven a ser felices, solo entonces pueden ser como son. No los sobrecarguen y ámenlos. Oren, hijos Míos, oren».

La comunión de los santos bajo la guía de San Antoni Maria Claret.

147. Se acerca el tiempo del fin y aún se necesitan mucha purificación y ayuda para liberar a tantos hijos de Dios como sea posible de las garras de Satanás — 21.05.2013

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Madre en el Cielo, hoy me gustaría decirte a ti y a todos Nuestros amados hijos lo siguiente:

El cielo como ustedes lo conocen con todos sus santos y ángeles bajará a la tierra pronto, muy pronto. Es decir, ustedes sentirán la presencia de Nuestros Santos Ayudantes aún más intensamente, porque se acerca el tiempo del fin y aún se necesitan mucha purificación y ayuda para liberar a tantos hijos de Dios como sea posible de las garras de Satanás.

El Espíritu Santo ilumina “sin parar”, constantemente y con mucho entusiasmo las almas de aquellos que todavía se encuentran muy lejos de Mi Santo Hijo. Él ilumina a todos los hijos de Dios, y se les están dando grandes gracias a través de Su presencia aquí en la tierra.

Los santos y los ángeles ayudan miles y millones de veces a guiar almas hacia el camino correcto. Están entre ustedes – aunque muchos de ustedes no los pueden ver, no los pueden oír – y los guían de la manera que puedan.

Satanás trabaja mucho y de manera eficiente con susurros. También lo hacen los Santos Ángeles de Dios. Hablan con ustedes y animan su mente, aunque desafortunadamente muchos de ustedes no se dan cuenta de esto. Hay demasiados que solo escuchan los susurros del maligno. También aquí lo hacen de manera inconsciente, pero están tan acostumbrados a esto que para ellos es lo más normal.

Pregúntense a sí mismos por qué de repente «explotan» desde la «nada» [sin ninguna razón]. ¿Por qué reaccionan una y otra vez a ciertas cosas con el mismo tono de enojo o – peor aún -con acciones? Todo esto viene de Satanás y sus demonios, que los mantiene inquietos y los hace bailar como una marioneta. «Si él es así, yo [también] soy así».

¡Dense cuenta de esto, Mis queridos hijos! Comiencen a escuchar las palabras buenas. No le den ninguna oportunidad al maligno. ¡Escuchen a los Santos Ángeles de Dios Padre! Visiten sus lugares sagrados y rueguen por el don del discernimiento. Entonces, Mis amados hijos, se alejarán de los susurros del maligno y seguirán el bien.

No dejen que entren pensamientos malvados y oscuros. Escuchen a los ángeles de Dios. Incluso, si eso no les sea posible hacer con su oído, su oído sí percibe las voces de los ángeles. Estas son pequeñas inspiraciones que son positivas y buenas y que les dan paz y comprensión.

¡Digan NO a Satanás y denle la bienvenida a Dios Padre! Vivirán mucho más felices que antes, y una alegría maravillosa y profunda los invadirá.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

146. Miles encuentran a Mi Hijo — 20.05.2013 — Lunes de Pentecostés II

Mi hija. Mi querida hija. Hoy es un día hermoso, porque el Espíritu Santo viene a ustedes.

Me regocijo mucho porque Yo, la Madre de todos los hijos, estoy feliz y me alegro cuando Mis hijos están bien.

Al ver cuántas almas son tocadas hoy por el Espíritu Santo hace que Mi corazón de madre late más rápido de alegría, porque no hay nada más hermoso para Mí que ver que todos Mis amados hijos encuentren el camino de regreso a Dios, Nuestro Padre. No hay nada más hermoso que cuando, gracias a sus oraciones, miles de las almas muy desorientadas y que ya estaban perdidas ahora también encuentren a Mi Hijo por miles.

Los amo mucho.

Desde lo más profundo de Mi corazón de Madre.

Unidos eternamente y con gran alegría en Mi corazón, quiero agradecer a todos Mis hijos fieles, que no escatiman esfuerzos para hacer diariamente un pequeño sacrificio por la salvación de almas.

Gracias, Mis amados hijos.

Mi hijo les recompensará a ustedes, ustedes quienes Le regalan tanta alegría.

Gracias.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

145. Alégrense, ¡porque el Espíritu Santo está entre ustedes! — 20.05.2013 — Lunes de Pentecostés I

Buenos días, hijos Míos. Yo, su Madre en el Cielo, Me gustaría decirles a todos ustedes lo feliz que estoy, porque hoy es un día especial.

¡Alégrense, porque el Espíritu Santo está entre ustedes! Alégrense, porque hoy muchos hijos de Dios que se apartaron del camino correcto experimentarán la verdad. ¡Alégrense, porque miles de hijos hoy encontrarán el camino de regreso a su Creador! ¡Crean y confíen! Los frutos pronto se cosecharán y ustedes, Mis amados hijos, serán testigos de la transformación a través del Espíritu Santo en tantas almas.

Mis hijos, ha empezado un tiempo bonito. Hace 2000 años Mi Hijo envió el Espíritu Santo a la tierra para Sus hijos. Hoy, después de más de 2000 años, el Espíritu Santo está activo entre ustedes, iluminando a los hijos que viven en la oscuridad. Él es omnipresente, y aquellos hijos de Dios que Le han dado su SÍ a Mi Hijo y que han alineado su vida con Nosotros, que viven con Nosotros, para aquellos ÉL se ha convertido en un compañero alegre.

Hoy, aún después de tanto tiempo, Él «trabaja» intensamente y con gran compromiso en las almas de los hijos que están totalmente perdidos, atrapados en la oscuridad de Satanás, sin esperanza de volver a los brazos de Dios Padre. Sus oraciones, Mis queridos hijos fieles, hacen posible esta maravillosa «obra» del Espíritu Santo. Donde haya oración, se escucha. Y donde haya oración, Dios envía a Sus santos siervos y envía ayuda en forma de milagros, gracias y otras riquezas celestiales para salvar a Sus hijos perdidos y guiarlos al camino correcto.

Mis hijos, gracias por su lealtad a Nosotros, a Mi Hijo. Las gracias del cielo diluvian sobre ustedes y sus seres queridos, y el Espíritu Santo está entre ustedes e ilumina especialmente a aquellos hijos de Dios que aún se encuentran lejos del Camino Divino y de Mi Hijo.

Así que sigan orando tan profundamente, tan lleno de devoción y en las intenciones de Mi Hijo. Entonces, Mis amados hijos, Dios Padre a través de Jesús y Su Espíritu Santo podrá salvar a muchos más hijos y dejar que Sus gracias fluyan sobre ellos y sobre ustedes y hacer Sus milagros en ustedes y a su alrededor.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

 

«Alégrense, oh alégrense, hijitos. El Espíritu Santo se ha enviado. Tocará a muchas almas, muchos serán salvos.

Alégrense, oh alégrense, porque así es como sucederá. Su oración es el camino a la gloria, para ustedes y para todos los hijos de Dios.»

Un ángel con trombón.

144. Él que dice que fuera el Mesías que haya venido a salvarlos, fue enviado por Satanás — 19.05.2013

Mi hija. Mi querida hija. Es bueno crear orden. El que vive con orden vive en armonía con las cosas.

El que vive en desorden atrae el caos. Su interior entonces no está «ordenado», y crea cada vez más «desorden» en su vida.

Ustedes deben abordar las cosas en tal orden como se les presentan. Quien espera para todo hasta «mañana» se pierde en algún momento en su propio desorden. En lugar de poder decir y sentir realmente: «¡LISTO, LO HICE!», él NUNCA podrá descansar, porque siempre quedará algo que no le permitirá estar tranquilo, y quien no esté en paz vive poco saludable y es un blanco fácil para los ataques de Satanás y sus demonios.

Las cosas que ustedes dejan atrás, eventualmente los atraparán. Incluso si las hubiesen olvidado y ya ni piensan en ellas, volverán a ustedes como una bala aguda en algún momento, y muchos de ustedes los sacarán totalmente de su equilibrio emocional y, a veces, incluso los llevan a situaciones de urgencias sin que eso hubiera sido necesario, porque si se hubiesen preocupado del asunto de inmediato, entonces ese asunto habría sido resuelto de manera inmediata y mucho más relajada.

Así que creen orden en su vida. Creen orden en sí mismos. Créenlo en su alrededor: en sus hogares, en el trabajo, en el sótano, en el garaje, en el jardín, en sus relaciones, en sus sentimientos y en su vida. Dios quiere el orden en todas las áreas del ser. El caos, el desorden, la distracción por otro lado provienen de Satanás, y él los usa para capturarlos. ¡Sean conscientes de eso! Quien no vive en orden es un blanco fácil para el maligno, porque en el caos puede realmente causar estragos, golpear, atrapar y devorarlos.

El caos nunca viene de Dios. Él, que ha creado todo a la perfección ve cuánto sufren Sus hijos por el caos. Así que creen orden y hagan espacio para Dios. Donde Dios Padre entre el amor, Su Amor Divino, proveerá orden dentro y alrededor de ustedes. Satanás y sus demonios perderán el base de su «técnica de captura» sobre ustedes, y su vida volverá a ser hermosa. Volverán a estar tranquilos y volverán experimentar alegría sin temor a que todavía puedan aparecer tareas «por hacer».

Pídannos ayuda. El cielo entero está a su disposición. Llámennos – y iremos a ayudarlos, pero también ustedes deben aportar su parte. Abran sus corazones a Jesús, su Redentor, y denle su SÍ. Vuelvan a visitar las Santas Misas y vuelvan a recibir los Santos Sacramentos. Vivan en armonía con la creación de Dios y pongan Sus mandamientos en el primer lugar de su razón de ser. Vivan según ellos y vivan SU voluntad. Entonces, Mis amados hijos, el Cielo hará Sus milagros en ustedes y a su alrededor, y su vida se volverá buena. Cosecharán los frutos de lo bueno y experimentarán la vida como verdaderamente hermosa.

Siempre crean en Nosotros, en Dios Padre y en Jesús, y esperen y confíen en ELLOS. Escuchen a su corazón y no se dejen engañar por los falsos profetas y fanfarrones. Nadie descenderá del cielo para habitar entre ustedes en carne y hueso. Nadie descenderá del cielo para impresionarlos con milagros. Mi hijo Jesucristo vendrá, en el día de gran alegría. Pero no para vivir entre ustedes en carne y hueso y no para impresionarlos con milagros. El que dice esto de sí mismo les estará mintiendo. El que dice que fuera el Mesías que haya venido a salvarlos, fue enviado por Satanás.

Jesús vendrá desde la altura del cielo con todas las señales y 3 días de oscuridad rodearán la tierra. Entonces se peleará la última de todas las batallas y Satanás será desterrado. El falso profeta y el anticristo serán condenados al lago de fuego y tirarán consigo a todos los que no Le dieron su SÍ a Mi Hijo. La alegría será grande para todos los hijos de Dios que llevan el Sello, porque Jesús les revelará su herencia. El cielo se fusionará con la tierra en la que viven, y el glorioso tiempo de la paz se les dará a los hijos «del Sello» bajo el reinado de Mi Hijo. Su iglesia resucitará con Pedro a su cabeza, y gloriosos serán los días en la Nueva Jerusalén para TODOS. La gloria de Dios les será revelada a todos los hijos, y Su voluntad será vivida con gran gozo por todos sus hijos.

Este es el paraíso que Dios Padre tiene preparado para ustedes, pero deben dar su consentimiento. Digan SÍ a Jesús, Su Santo Hijo, y grande será la alegría en su corazón.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

 

Amén, les digo esto:

El que no me ama no vendrá conmigo.

El que no me de su SÍ, se excluye a sí mismo.

Pero el que viene a Mis brazos, lo llevaré conmigo.

Quien se convierta a Mi, alcanzará el paraíso.

Los amo, a cada uno de ustedes.

Su Jesús.

«Mis hijos, vengan y denle a Jesús su SÍ. Solo entonces tendrán una oportunidad [de estar salvo], solo entonces el diablo no los atrapará. Porque María, Nuestra gloriosa virgen, Madre de todos los hijos de Dios, le va a magullar la cabeza al más maligno de los malignos, y los mantendrá salvo a cada uno de ustedes bajo su manto de protección. Así que denle a Jesús su SÍ y entren también ustedes en el Nuevo Paraíso».

Padre Pio

Madre de Dios: Sí, Mi hija. Es el padre Pio.

143. El diablo les ofrece un pozo sin fondo, un recipiente que nunca se puede llenar — 18.05.2013

Mi hija. Mi querida hija. Lo que hoy me gustaría comunicar al mundo y a todos Nuestros hijos es de gran importancia y muy valioso para su salvación:

Mientras no se alejen del consumismo, su alma no estará en paz. El consumo excesivo siempre ha sido insalubre para los hijos de Dios, porque cada vez más les gustaría tener, están tristes cuando no pueden permitirse comprar ciertas cosas. La envidia surge, algunos comienzan a robar, y ya se atraparon en la trampa del diablo.

Apártense del consumo excesivo. Compren lo que necesitan y no miren a las cosas que son superfluas. No importa si el vecino tiene un palacio de cristal con objetos pomposos y ustedes solo tienen una casa de piedra y de poca pompa y valor de acuerdo con sus ideas actuales. Importante es la vida con Nosotros. Importantes son los tesoros celestiales. Las cosas terrenales pasan, pero el cielo con Dios Padre y Su Santísimo Hijo permanecerá.

Nadie se pierde y nadie pierde nada cuando vive con Nosotros y acumula tesoros en su corazón y su alma. Sin embargo, todo lo que tiene valor terrenal se pierde. Nadie se sentirá pleno por la acumulación de «inutilidades» terrenales que ustedes, Mis amados hijos, consideran valiosos en la tierra y que muchos de ustedes, demasiados, están persiguiendo por toda la vida.

Despiértense y dense cuenta de que todo esto viene del diablo. Con cosas «bellas» los atrapa, para que caigan en su trampa, y una vez que se atraparon los atrae cada vez más a su estela de seducción, y su corazón se vuelve cada vez más codicioso, sus ojos lucen asombrados del lujo y de la diversión que el diablo les ofrece, y sin realmente darse cuenta quieren más y más y más, porque todo esto no los hace felices ni contentos. Es solo un estado de alegría y felicidad de corta duración, un «chute» que pasa rápidamente, ya que el diablo les ofrece un pozo sin fondo, un recipiente que nunca se puede llenar y, por lo tanto, nunca experimentarán la verdadera plenitud. Satanás ata cada vez más el círculo vicioso a su alrededor, así promueve su codicia y desde la codicia evoca mucho mal.

Entonces, aléjense de los bienes de consumo terrenales que les ofrece el diablo como «tentación» y diríjanse a Jesús, su Jesús. Con Él experimentarán las riquezas celestiales. Conocerán las glorias de Dios y tendrán corazones llenos de felicidad, alegría y amor. Una plenitud que nunca se desvanece, una plenitud que evoca amor por todo lo que Dios creó.

Quien continúe dejarse cegar nunca experimentará la verdadera felicidad, quien no se dé vuelta y se convierta a Dios Padre y Mi Hijo no alcanzará el Reino de los Cielos. ¿Qué es el oro, qué es la plata, diamantes y otras gemas contra la plenitud de su corazón que los hará felices? Solo con Dios Padre encontrarán la plenitud que TODOS ustedes buscan. Solo con Él podrán ser como son. Quien tiene que fingirse ante otras personas, debería pensar sobre por qué es así.

Nadie que haya encontrado a Jesús, que es su camino hacia Dios el Altísimo, tendrá que fingir ante su prójimo, porque con Él y sus fieles seguidores pueden ser como son: sin máscara, sin dinero, sin un coche grande, sin joyas preciosas, sin disimulación. Solo ustedes, de corazón puro con sus deseos, anhelos y necesidades – que solo superarán si encuentren a Dios Padre – que se convertirán en plenitud tan pronto como Le hayan dado a Jesús su verdadero y honesto SÍ. Que así sea.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

Vengan, hijos Míos, vengan. Vayan a Mi Hijo. Él que murió por ustedes los espera con los brazos abiertos. Él que tanto los ama, los lleva consigo en el maravilloso viaje hacia Dios Padre y la Vida Eterna en el nuevo paraíso.

Vengan, hijos Míos, vengan.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

142. Tanta agitación domina su mundo, descansen con y en Nosotros — 17.05.2013

Mi hija. Mi querida hija. Tanta agitación domina su mundo, desconfianza y estrés. Constantemente están apurados o, de lo contrario, se están aburriendo. No logran estar en paz y eso no es saludable.

Paz en el corazón y paz en el ser son dos aspectos importantes para garantizar una existencia placentera y reparadora. Quien no la tiene, quien no tiene esta paz – y es difícil tenerla en su tiempo actual que está lleno de cada vez más inquietud y confusión – él es fácil de irritar, se pone «angustiado» por la falta de tiempo, por el «aún tengo que hacer rápidamente tal cosa» y el «no puedo hacerlo» o «¿cómo puedo lograr hacer todo esto?» y «¿en qué parte podría poner esto (en mi calendario)?». Además, esta persona es fácil que se aburra y constantemente tiene que hacer algo para no aburrirse.

En ambos casos, en el caso del estrés como el del aburrimiento falta la paz interior. Aléjense del estrés mundano y busquen sus puntos de descanso. Estos pueden ser lugares, lo puede ser su sofá, incluso puede ser conduciendo el automóvil, pero deben llegar a estar en paz.

Llegarán a estar en paz cuando entregan todo a Nosotros, el cielo, cuando se liberan de su vida cotidiana y cuando recen una y otra vez a Nosotros. Piensen en Nosotros. Recen una oración. Invítennos a su vida. Pídannos ayuda. Hablen con Nosotros. Descansen con y en Nosotros.

Quien se encuentra con Nosotros, encuentra la paz. Y cuando llega el estrés, esa persona volverá a estar en paz, porque Nos tiene a Nosotros. Confíen en Nosotros. Hablen con Nosotros. Vivan con Nosotros. Entonces, vengan a Nosotros y denle a Jesús su SÍ. Incluso si la vida cotidiana los supera con toda la inquietud, el apuro de tiempo o el aburrimiento, dejarán con Nosotros todo eso afuera y alcanzarán la paz interna. Suceda lo que suceda a su alrededor. Quien vive con Nosotros, «ya nada le puede tumbar».

Crean y confíen. Lo sentirán en sí mismos.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

 

¡Vengan, queridos hijos, vengan!

141. ¡Estas almas están en peligro! — 16.05.2013

Mi hija. Mi querida hija. Comunica al mundo lo que tengo que decirles a todos los hijos de esta tierra:

Tal cual como conocen su mundo de hoy, pronto ya no existirá más, porque eso no puede ser. Demasiado grande es el pecado que ustedes, los hijos apartados de Dios cometen con sus hermanos y hermanas, demasiado sufrimiento, demasiado dolor, demasiada miseria son infligidos a aquellos que tienen corazones inocentes.

Muchos de ustedes viven sin ninguna fe. No están – en su opinión – atados a Dios ni están involucrados en las maquinaciones del maligno. Estas almas están en peligro con respecto a la eternidad. Demasiado fácil se lo hacen, demasiado poco amor Le muestran a Dios Padre.

No es suficiente ser «solo bueno» y querer lograr todo por su propio esfuerzo. Deben confiar en Dios. Solo entonces se darán cuenta de su tarea que Dios Padre, Nuestro Padre de todos, les tiene previsto y solo entonces podrán seguirla (nota: a la tarea). No «yo quiero», sino «que se haga la voluntad de Mi Padre, Dios el Altísimo» y «quiero hacer lo que Él me dijo que hiciera».

Si todos ustedes vivieran de acuerdo con esto, sus corazones estarían llenos de alegría. No habría envidia ni maldad, porque Dios Padre cuida cada uno de ustedes, y con esa confianza serían los hijos más felices de la tierra. Pregunten a los que caminan con Nosotros.

Quien confía en Nosotros, el cielo, experimentará milagros silenciosos de manera constante. Quien Nos muestre el honor que merecemos traerá felicidad y alegría en su corazón. Quien confíe en Nosotros será guiado en el camino hacia la eternidad, y quien se entregue a Nosotros será cuidado, ahora y por siempre.

Los amo a cada uno de ustedes. Vuelvan a confiar en Dios. Denle a Jesús su SÍ. Entonces, Mis tan amados hijos, cosecharán los Frutos Divinos del Jardín del Edén, ya aquí ahora en su tierra, y se les dará una vida en el Paraíso eterno, el Nuevo Reino de Mi Hijo.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

 

Gracias, Mi hija.

140. !En ustedes haremos que Nuestros milagros sucedan! — 15.05.2013

Mi hija. Mi querida hija. Es bueno que las personas sigan Mi llamado, eso es lo que desea Mi Santo Corazón de Madre.

Mientras más gente me venere, más fuertes y mayores serán las gracias que fluirán a su tierra.

Gracias, hijos Míos, por seguir Mi llamado. Yo, su amada Madre en el Cielo, los amo mucho y sus corazones llenaré de alegría.

Confíen y crean, todo saldrá tal cual como Nosotros, es decir, Yo, Mi Santo Hijo, Dios Padre y los santos y los ángeles, se lo anunciamos en estos mensajes. Abran sus corazones y prepárense.

Ha llegado el tiempo del gran cambio, y aunque pueda que no sea hermoso para muchos de los hijos de Dios, sí está lleno de gracias para todos los que Nos son fieles. En ustedes haremos que Nuestros milagros sucedan, y los sentirán cada vez más.

Damos grandes gracias a todos los hijos de la tierra, sin embargo, son Nuestros hijos fieles quienes ya están experimentando Nuestros milagros más gloriosos. Alégrense, porque son bendecidos.

Con profundo amor.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.