183. El camino a Nuestro Señor es tan fácil — 25.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Buenos días Mi sol. Que bonito que te hayas sentado conmigo. Yo tu Santo Ángel de Dios, te pido que escribas para Mí, porque lo que Dios Padre Me ha encargado es grande y significativo, y grande y significativo es la palabra que ÉL les regala a ustedes en estos mensajes.

Mi hija. Mi querida hija. Todos ustedes son hijos del Señor y esa es una comprensión maravillosa, porque como tales, como hijos de Dios, nunca perecerán siempre y cuando se tomen consciencia de DÓNDE vienen, QUIÉN los creó y escuchen a Él, al Padre Todopoderoso.

Mis hijos, el camino a Nuestro Señor es tan fácil, pero el adversario tiene su mundo cubierto y atravesado con velos de niebla, de tal forma que muchos de ustedes pobres almas no puedan reconocer la verdad. Están atrapados detrás de las tinieblas y mal guiados por los ayudantes del maligno de tal forma que no reconocen el camino de la luz y moran como si estuviesen aislados de su creador, Dios Altísimo.

Por supuesto, no están realmente separados de ÉL porque eso no es posible. La luz divina también arde en ellos, sin embargo se marchita cada vez más hasta que casi se apaga y así son una presa fácil para el diablo.

Ustedes deben liberarse de estos velos del diablo. Deben salir de las tinieblas que traen nada más que tribulación e insatisfacción. Díganle SÍ a Jesús porque así es como sean liberados! Díganle SÍ a ÉL, su Redentor, y nada hay que el diablo pueda hacerles. Fracasará con ustedes porque no podrá robarles el alma.

¡Estén conscientes de eso! Un simple SÍ a Jesús y su alma será salvada. Mis queridos hijos, vengan todos a Jesús y escuchen a Su Santísima Madre María, su Madre Celestial, y todo estará bien para ustedes y sus seres queridos si piden por ellos con un corazón puro.

Que así sea.

Su Santo Ángel de Dios.

 

«Mi niña. Mi hija. Hazlo saber. Este ángel es enviado por Mi Padre y proclama la Santa Palabra de Dios.

Tu Jesús quien te ama.»

 

«Amén, les digo esto:

Quien no vive de acuerdo con los mandamientos de Dios,

quien LO niega a ÉL, el Padre Todopoderoso,

quien vive solo y sin esperanza de una vida en la eternidad,

para él será difícil, porque su alma perecerá y caerá presa de la condenación eterna.

Así que vengan a Mí, su Jesús, y denme su SÍ. Entonces vendré a salvarlos y el diablo no tendrá más poder sobre ustedes. 

Que así sea. 

Su Jesús Quien los ama.

Redentor de todos los hijos de Dios.»

182. Quien viva de acuerdo a los mandamientos del Padre Celestial será eternamente feliz y tendrá la plenitud — 24.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Dile al mundo que los amamos y que es por ello que hemos elegido a Nuestros hijos videntes, para llevarles la Palabra de Dios que es proclamado a través de Nosotros, los ayudantes del Padre Todopoderoso, para ser presentado en el idioma que todos entienden y con la ayuda que levanta el velo de la incredulidad, que abre las puertas del Camino Divino y que prepara sus corazones para la Segunda Venida de Mi Santo Hijo, para que puedan entrar con el alma purificada y alegre con ÉL a la maravillosa eternidad, que Dios Padre ha preparado para todos Sus hijos y que es la herencia prometida de ustedes y sus antepasados: el nuevo Reino de Mi Hijo, la Nueva Jerusalén, el Paraíso.

Mis hijos ¡Diríjanse hacia Dios Padre! ¡Corran hacia su Redentor Jesucristo! Vengan a ÉL! Denle su SÍ y vuelvan a convertirse en verdaderos hijos de Dios, aquellos que obedezcan, acepten y respeten a Su Santa Palabra y vivan de acuerdo a Sus mandamientos, porque quien viva de acuerdo a los mandamientos del Padre Celestial será eternamente feliz y tendrá la plenitud.

Mis hijos. ¡Pónganse en camino! Ahora es el momento de hacerlo. Pronto, muy pronto, terminará el tiempo en el cual deben haberse decidido, y quien no haya recurrido a Jesús se perderá en el pantano del diablo. ¡Entonces, conviértanse a Jesús ahora! ¡Antes de que sea demasiado tarde!

Entonces, Mis amados hijos, ÉL los llevará y la tan anhelada era de paz será la suya.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

 

181. No crean en todo lo que se les «impone» como cambios — 23.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. No te desesperes. Vendrán días más tranquilos. Tu decisión ha sido correcta, porque con la visita [de la Santa Misa] en los días sábado encontrarás más silencio y verdadera alegría que no es posible en los domingos.

Demasiada «añadidura» y distracción no hace bien a ninguno de Nuestros hijos y todos ustedes, Mis amados hijos, deberían recordar la ceremonia original y no dejar espacio para la inquietud en sus iglesias y durante las Santas Misas.

Deben hablar con Jesús y con Dios Padre y no perseguir alegremente las cosas humanas. ¡Conozcan la alegría interior! Recuerden la venida de Mi Hijo, su presencia entre ustedes y en la Santa Eucaristía. Prepárense para la unión con la Mi Santo Hijo, su Jesús, y no cedan a las trampas del enemigo, porque el aplaudir y otros tipos de inquietud que los sacan a ustedes, Mis amados hijos, de la intimidad no provienen de Mi Hijo.

Estas son las trampas del demonio que quiere sacarlos más y más de la paz interior y la alegría. Él les dice que es bueno trotar por toda la iglesia y desearles a todos la paz, de aplaudir y cantar canciones ruidosas pero no íntimas. ¡Basta con esto!

Sus iglesias son santas y su visita a la Misa es su veneración, muestra de respeto y alegría para Mi Hijo y Dios Padre, así como su unión con ÉL, su Santo Jesús. ¡No dejen que esto se destruya por el diablo! 

No crean en todo lo que se les «impone» como cambios. No es bueno y ¡no viene de Jesús! Así que, ¡tengan cuidado y celebren sus Misas como se hayan celebrado desde el principio! Canten las canciones que traen intimidad y alegría interior, y no permitan que les impongan los nuevos textos, en su mayoría paganos, que se les van a introducir en sus nuevos libros. Aférrense al rito antiguo, ¡porque ese es el único verdadero!

¿Realmente no saben que todos estos cambios provienen del adversario? ¿Realmente cierran sus ojos y oídos y no ven ni oyen lo que exponen sus «líderes»?

¡Todos aquellos que se comunican con Nosotros saben que su iglesia está infiltrada por el diablo! Aquellos que escuchan Nuestra palabra, sabe quién está sentado en la Santa Sede en Roma.

¿Realmente han olvidado todo? ¿O es su fe demasiado débil? ¡Despierten!

¡Defiendan a sus Misas y díganles a sus sacerdotes qué es lo que están haciendo mal! No acepten estos vicios con las que están avasallado e infiltrando sus Misas e iglesias!

¡Levántense! ¡Defiendan a Jesús!

Entonces, Mis amados hijos, van a volver a encontrar la paz cuando visiten su iglesia. ¡Experimentarán la verdadera alegría y su corazón y su alma se llenarán!

Así que no permitan que todo se vuelva «ruidoso» e inquieto, sino que insistan en la contemplación y silencio.

Les doy las gracias, Mis amados hijos.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija. (Jesús también está allí. Con rostro serio).

180. No viven con Nosotros, el cielo en la tierra, y así siguen sucumbiendo una y otra vez al diablo — 22 de junio de 2013

Mi hija. Mi querida hija. Que bueno que estuviste con Nosotros ayer y que diste a conocer a tantos otros el camino hacia Nosotros.

Mi hija. Es de suma importancia que la gente conozca a Nosotros y a Nuestra presencia aquí en la tierra. Tienen que abrirse para Nosotros para que podamos mostrarles el camino y salvarlos de los males del maligno.

Nadie que no se convierta a Nosotros, a Mi Hijo, jamás experimentará el amor de Dios, de tal forma como lo hacen Nuestros hijos que son leales y entregados a Nosotros. Se excluyen a sí mismos de la felicidad divina, de las glorias divinas y persisten en su miserable vida material que no trae nada más como maldad, fornicación, aberración y sufrimiento.

Como la mayoría de ellos no experimentan el amor divino porque se han cerrado a aquello, buscan su felicidad, su alegría y el llamado amor lejos de Dios en las humanidades, y caen en pecado profundo en búsqueda de cada vez más y más amor porque el amor humano desvanece, cambia, pero el amor divino permanece, es omnipresente y llena el alma, el ser humano.

Si no se abren a Dios, nunca experimentarán este amor. Siempre permanecerán en búsqueda, sucumbirán a más y más seducciones del diablo, pero nunca serán felices, porque el amor de Dios que su alma necesita, que anhela y que la llena no lo conocerán porque no han abierto sus corazones, no para Dios Padre y tampoco para Mi Hijo.

No viven con Nosotros, el cielo en la tierra, y así siguen sucumbiendo una y otra vez al diablo que seduce a todas las almas que no son firmes en la fe, que pone trampas a todas las almas y trata de arrastrar a cada uno de ustedes a la condenación.

Así que vengan a Dios Padre y a Jesús, Su Santo Hijo, y sálvense del sufrimiento y del tormento que el diablo les irroga -si no es ahora, entonces será en el infierno eterno- y vivan su vida en paz eterna y gran alegría. Porque el que vive con Dios, el Cielo en la tierra, nunca perecerá y llevará la verdadera felicidad en su alma, le será regalado el amor todopoderoso de Dios y vivirá en plenitud con los regalos de su Padre Celestial.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Gracias, Mi hija.

179. No habrá vuelta atrás para todos aquellos que en el momento de la caída se den cuenta lo que les está sucediendo — 21.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. El tiempo se acerca. Muchas almas aún deben ser alcanzadas para que se puedan convertir a Mi Hijo y ÉL los pueda salvar, porque en el Día de Gran Alegría cuando ÉL, el más Santo de todos los hijos de Dios (nota: todos somos hijos de Dios, sus hijas y sus hijos, algunos de nosotros somos santos hijos de Dios, pero solo Jesús es el más Santo de Sus hijos, porque solo Él viene directamente de Dios Padre), viene a ustedes desde la altura del cielo, mostrándose con todas las señales que aparecerán en el cielo, entonces, Mis amados hijos, tienen que haberse decidido porque la batalla por la decisión comienza, Satanás y sus demonios serán derrotados y todos aquellos que no hayan dado su SÍ a Mi Santo Hijo, su Redentor Jesús, el Diablo arrastrará al pantano de la condenación, a los fuegos del infierno, y no habrá vuelta atrás para todos aquellos que [recién] en el momento de la caída se den cuenta lo que les está sucediendo, sin esperanza a una vida en el paraíso prometido en paz, porque quienquiera que vaya el camino al infierno, a quien el diablo arrastra en su «mundo de oscuridad y fuego eternamente ardiendo», estará perdido para siempre.

¡Mis Hijos, despierten y tomen el camino del bien! No se dejen engañar por las mentiras del maligno, porque la hipocresía, las promesas vacías, el distorsionar los hechos y transformando el mal en el bien, es decir la aceptación del mal como el bien viene de él, el más mentiroso de los barones de las mentiras, el más encantador de los encantadores, el más adulador de los aduladores, el más maligno de los malignos, a quien ustedes lamentablemente reconocen como tal demasiado tarde, si es que lo reconocen como tal.

¡Vayan el camino hacia Dios Padre y denle a Jesús su SÍ! Entonces, Mis amados hijos, ÉL puede protegerlos del maligno. Su Ejército Santo vendrá en su ayuda y Su Espíritu Santo los iluminará y revelará la verdad. Se les dará Claridad Divina y los velos de niebla que Satanás pone a su alrededor serán disueltos y desaparecen para que finalmente puedan ver la verdad.

Entonces, Mis amados hijos, correrán a los brazos de Dios Padre y nunca más sucumbirán al maligno.

Que así sea.

 

Su Madre en el cielo quien siempre los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

178. ¡Sus almas llorarán cuando reconozcan qué camino han elegido! — 20.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Si las personas no se convierten a Mi Hijo, aún mucho más sufrimiento «atropellará» la tierra, y sus almas llorarán cuando reconozcan qué camino han elegido, porque solo el camino hacia Dios les traerá la salvación, solo con Mi Hijo alcanzarán la paz eterna.

Mi hija. Dile al mundo que el tiempo apremia. Su tiempo en esta tierra pronto acabará, y solo el que se ha dirigido a Mi Hijo, que LO sigue y LE da su vida, su ser ÉL podrá llevar consigo a Su Nuevo Reino, donde el amor y la paz y la alegría y la dicha espera a cada alma.

Solo ustedes, sus amados y fieles seguidores, cosecharán los frutos del paraíso, porque quien no quiera saber nada de Mi Hijo, quien niegue la existencia de Dios y el Reino de los Cielos, para él todas las puertas permanecerán cerradas.

Al que no LE de su SÍ a Jesús se le desvelará el camino hacia el abismo y tendrá que caminarlo sin esperanza, sin salvación y sin redención, porque ha rechazado a Mi Hijo, por incredulidad, por haberse perdido, por hacer homenaje a la bestia.

Grandes son las variantes que los llevan a la condenación, solo hay una variante para encontrar a Dios Padre. Así que sean buenos y sigan a Mi Hijo. Entonces, Mis amados hijos, la alegría de su alma será grande cuando reconozca la luz del cielo y se ponga en camino hacia el Nuevo Paraíso, con Jesús a su lado.

Vengan, queridos hijos, vengan, porque las puertas del cielo, del Nuevo Paraíso estarán abiertos a todos los que den su consentimiento a Jesús. Denle su SÍ a ÉL y no se sigan mintiendo a sí mismos, porque su incredulidad es una mentira que hace sufrir a su alma.

Crean y confíen, porque entonces todo estará bien para ustedes también. Se lo prometo.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

 

«Amén, les digo:

Quien no confía en Mi

quien no escucha la palabra de Mi padre

quien no entiende los signos de los tiempos, y

quien sigue negándome 

experimentará sufrimiento y tristeza, porque las puertas celestiales permanecerán cerradas para él.

Será desterrado al infierno, porque su incredulidad, su negación de Mí, su Redentor, no le traerá otra cosa que condenación.

El diablo se lo llevará con él, y la esperanza a una vida eterna en paz en el reino de Mi Padre se hundirá con él.

Porque quien elija el camino del maligno, quien no quiera saber nada de Mí y no siga la Santa Palabra de Mi Padre, permanecerá excluido cuando en el día de la fusión del cielo y la tierra surge el Nuevo Mundo.

Entonces, ustedes que se han cerrado de Mí tienen que ir por el único otro camino que entonces se les presentará, y será un tormento para ustedes que nunca terminará.

Por eso vengan todos a Mí, a su Jesús, porque entonces los llevaré conmigo al Nuevo Paraíso, donde su alma encuentra silencio y paz y donde la felicidad, la alegría y el amor están en casa.

Denme su SÍ y todo estará bien para ustedes y sus seres queridos si rezan por ellos.

Los amo.

Su Jesús.

Gracias, Mi niña, Mi hija».

«Mi hija. Dile a todos Nuestros hijos que los amamos y los estamos esperando ansiosamente.

Tu Madre en el Cielo quien te ama.

Gracias, Mi hija».

177. El tiempo en que están viviendo es el tiempo del fin — 19.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Ven a Mi y siéntate. Escucha lo que tengo que decir al mundo y dalo a conocer:

Mientras ustedes, Mis amados hijos, no se den la vuelta y se conviertan a Mi Hijo, si no LE den su SÍ y comienzan a vivir con Nosotros, el cielo en la tierra, entonces sufrirán. El tiempo en que están viviendo es el tiempo del fin, y mientras no se decidan, cambien su vida y acepten, respeten y guarden los mandamientos de Dios, perecerán y serán presa de la condenación eterna.

Vengan a Jesús y denle su SÍ, porque esa es la única forma en que serán salvados. Deben comenzar a alinear su vida con Dios. Quien queda atrapado en lo material, a él la luz del Señor no se revelará. Permanecerá en velos y finalmente caerá en la oscuridad.

¡Pongan a un lado los velos que les impiden ver la luz del Señor! Salgan de su mundo material y ESCUCHEN SU CORAZÓN. La mayoría de ustedes ya no logra hacer eso, tanto que están distraídos con las apariencias externas. No encuentran descanso, no logran relajarse, porque están tan atrapados en el mundo de la ilusión cotidiana que ya no pueden ver y ya no pueden escuchar lo que es realmente verdadero y valioso.

¡Dios Padre está aquí! Él les envió a Jesús, su Hijo unigénito, pero ustedes lo niegan. ¿Qué es lo que les ha pasado que caminan por su existencia tan perdidos? ¿A dónde quieren ir? El único camino hacia la felicidad y la plenitud es Dios Padre y Jesús, Mi Hijo, es el puente hacia ÉL.

Yo, su Santa Madre en el Cielo, que los ama tanto, ¡los llevo a Mi Hijo! Solo tienen que pedírmelo. ¡No necesitan hacer nada más por el momento, porque quienquiera que pida será escuchado! Es tan simple y, sin embargo, se lo hacen tan difícil. ¡Descansen! ¡Visiten lugares (santos) de silencio y fortaleza! ¡No es necesario ir muy lejos para encontrarlos porque están en todas partes! Incluso un pequeño bosque o una pradera, un río, un lago o un arroyo pueden convertirse en estos lugares para ustedes si van allí solos y en descanso y buscan la unión, la conversación con Nosotros. Somos omnipresentes y Nos revelamos donde Nos llaman. Pero, para tal efecto tienen que estar en silencio porque son ustedes quienes no Nos ven, no Nos oyen, no Nos perciben.

Así que descansen y encuentren su lugar de fortaleza y silencio. Entonces, Mis queridos hijos, encontrarán el camino hacia Jesús y caminarán el camino hacia Dios Padre, porque el que viene a Nosotros no perecerá.

Que así sea.

 

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija. (Jesús también está allí).

176. El tiempo pasa más rápido de lo que piensan, y muy pronto este mundo terminará — 18.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. No te desesperes. Dile a todos Nuestros hijos que no falta mucho tiempo más. El tiempo pasa; más rápido de lo que piensan y pronto, muy pronto, este mundo terminará. Crean y confíen.

El diablo trabaja muy activamente. Él pone trampas pequeñas y grandes para todos los hijos de Dios. Sobre todo, ataca incesantemente a Nuestros fieles servidores, es decir a ustedes, Mis amados hijos, que LE entregan sus vidas a Jesús, que LE dan su SÍ a ÉL.

Confíen y crean. Entonces nada les puede suceder. No caigan en las trampas del maligno. No se dejen provocar. Si se vuelven débiles, cometen un error y caen en una de las muchas trampas que les ha preparado el adversario, entonces no se aflijan, sino que levántense, arrepiéntanse y háganlo mejor la próxima vez.

Los remordimientos no les hacen bien. Los tiran abajo y el diablo se ríe porque a él le hace feliz eso. Tráiganlo [lo que hicieron mal] ante Dios, ante Jesús y ante Nosotros. Solo de esta manera pueden estar en paz. Solo así pueden caminar su camino a Dios Padre y servirle a ÉL. No se desesperen nunca. El equivocarse es parte del ser humano y, como les dije anteriormente, deben rectificar los errores para que no se produzcan obstáculos, malentendidos ni cuchicheos.

Admitan sus errores y pidan disculpa, si es necesario. No tengan miedo. Dios los ama, aún si pecan, porque ustedes son hijos humanos, creados por Dios, y TODOS ustedes son falibles. Siempre traten de ser buenos y no se desanimen si hayan fallado. Háganlo mejor la próxima vez y manténganse alejados del pecado.

Es su corazón y su intención que Dios Padre ve y según la cual ÉL juzga. Es decir, ÉL no se enojará con quien no tuvo malas intenciones. Quien haya caído en una trampa y luego reflexiona sobre esto, es decir, se hace consciente qué es lo que hizo, se arrepiente y hace penitencia, a él Dios Padre lo perdona.

Dios, Nuestro Padre, es un padre amoroso. Él siempre está ahí para ustedes y ÉL desea que todos Sus hijos vengan a ÉL. Así que no se dejen vencer cuando hayan pecado, pero arrepiéntanse y no repitan el pecado.

Los amo, Mi muy querida multitud de hijos. Deseo guiar a cada uno de ustedes de regreso a Dios Padre y al Sacratísimo Corazón de Mi Hijo Jesús. Entonces, Mis amados hijos, todos estaremos unidos como una familia y ustedes vivirán juntos felizmente y con amor. El diablo ya no tendrá poder sobre ustedes, porque será derrotado por Mi Hijo. Así que sean felices, porque esto sucederá ya muy pronto.

Los amo desde lo más profundo de Mi corazón de Madre. A cada uno de ustedes.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

175. El libre albedrío — 17.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Sigue escribiendo para Nosotros, para Mí, tu Madre en el Cielo y Mi Jesús, Jesucristo, porque Nuestra palabra aún debe ser escuchada hasta que en el Día de la Gran Alegría Mi Hijo venga a ustedes y los liberará de las garras de Satanás de una vez por todas.

Mi hija. Mi querida hija. Diles a Nuestros amados hijos que se conviertan. Solo mediante la conversión, al cambiar su vida actual orientada hacia el Dios Eterno y Todopoderoso, Nuestro Padre, serán purificados para que se les permita comenzar la Vida Eterna en Su Lado Divino.

Es muy importante que abran sus corazones a Mi Hijo y que LE den su vida a ÉL. Tan pronto como recurran a ÉL, vendrá ayuda. Denle su SÍ para que ÉL los pueda guiar y entréguenle TODO lo que son y lo que tienen, porque solo así ÉL los pueda cuidar.

Nosotros respetamos el libre albedrío de cada uno porque la existencia del libre albedrío es la voluntad Dios Padre, y nunca haríamos algo que interfiriera con la creación de Dios. Esto significa que tienen que venir a Jesús por su propia voluntad, porque es este libre albedrío el que los distingue unos de otros.

Algunos lo usan para ponerlo completamente al servicio a Dios Padre, otros lo usan para volverse contra Él, el Creador de todo ser, y lo usan para servirle al diablo. ¿Por qué hacen esto? Porque piensan que Dios Padre o Su Santo Hijo, Jesucristo, fuesen personas débiles y que los esperara gran aburrimiento en la eternidad.

El diablo es astuto y hace todo lo posible para tenderle una trampa a los hijos de Dios, y la forma más peligrosa es probablemente la forma encantadora que aplica y con que engatusa a los hijos de Dios. Sin embargo, solo tiene éxito con aquellos que no quieren saber nada de Dios Padre, porque nunca podrá capturar a los hijos de Dios que están firmemente anclados en la fe.

¡La luz es más fuerte que la oscuridad, y la luz prevalecerá sobre la oscuridad! Han escuchado esto muchas veces y, sin embargo, la mayoría no lo cree porque aquellos que usan su libre albedrío contra Dios Padre están sujetos a la creencia errónea de que el diablo ganaría.

Aún solo ven lo que el diablo quiere que vean, pero pronto también conocerán el verdadero poder de Dios y de Su Santo Hijo, pero para muchos será demasiado tarde. Otros simplemente no creen nada. Los llamados ateos. Son autosuficientes -creen ellos-, y no necesitan un Creador en el cielo ni tampoco un demonio. Rechazan a ambos. No hay nada para ellos después de la muerte -creen ellos-.

Pero, ay, hijos perdidos, si solo pudiesen ver cuán equivocados «creen». Niegan a Dios Padre, niegan la existencia de la Vida Eterna, niegan cualquier tipo de vida después de la muerte y niegan el infierno y no ven que se están dirigiendo directamente hacia él, porque su incredulidad es su mayor enemigo y les traerá mucho sufrimientos y tormento para ustedes.

Así que despierten TODOS ustedes, Mis hijos tan amados por Mí, y encuentren el camino hacia Dios Padre y Su Santo Hijo. Quien no haga esto, quien continúa cerrándose, quedará excluido del Nuevo Paraíso creado para TODOS ustedes.

Quien no le da su SÍ a Mi Hijo no puede ser salvado por ÉL, porque entonces usan su libre albedrío contra ÉL, y ÉL debe ver [sin poder hacer nada] cómo perecerán, aunque ÉL quiere llevarlos a TODOS a Su Reino de paz eterna, del amor, de la dicha y armonía.

No obstruyan su eternidad y conviértanse a Dios y a Mi Hijo. Entonces, Mis tan amados hijos, la profecía también se hará realidad para ustedes, y la cosecha en el paraíso será suya.

Que así sea.

 

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

174. La fornicación es uno de los mayores males de su tiempo actual, así como el infanticidio resultante — 16.06.2013

Mi hija. Mi flor. Yo, tu San Bonaventura, te amo mucho. Se acerca el tiempo y el fin está encima. Por lo tanto, Mi Sol, diles a todos los hijos de Dios que se preparen, que abran sus corazones para el único verdadero Hijo de Dios, que Lo acepten, LO sigan y LE den su SÍ.

Solo entonces podrán entrar al paraíso, porque solo ÉL es el camino al Reino de los Cielos.

Di eso, Mi pequeña flor, a todos Nuestros hijos. Grande es la alegría del cielo, porque muchas almas se están convirtiendo. Triste está el cielo al ver que tantas vilezas se cometen aún hoy en día contra los hijos de Dios.

La fornicación es uno de los mayores males de su tiempo actual, así como el infanticidio resultante. El aborto es un pecado mortal. Quien aborta se hace responsable de un asesinato. Estén conscientes de esto, hombres y mujeres, niños y niñas irresponsables, ya que puro sexo solo les trae sufrimiento.

Ámense, formen una familia y recién ahí tengan la unión para tener hijos.

Quien siga los mandamientos de Dios Padre, que aprenda a comprenderlos, estará eternamente feliz.

Y ustedes, médicos abortistas malvados y despiadados, prepárense para su terrible castigo. Dios Padre los mira con disgusto -a pesar de que ÉL también los ama a ustedes como hijos de Dios desde el fondo de SU corazón- porque cometen el asesinato de inocentes y defienden este gran pecado con razones despiadadas y alejadas de Dios.

Ustedes se consideran como «salvadores» de estas madres, cuando en realidad las están llevando a ellas, así como a los padres y a todos aquellos que están a su lado con los brazos cruzados, quizás incluso apoyando a ustedes, al pecado más profundo y de esta forma a la condenación que se avecina.

¡Dense vuelta! Arrepiéntanse de sus obras y conviértanse en verdaderos hijos de Dios. Que reconocen y obedecen la palabra de su Padre. Para quienes la familia y la vida son sagradas.

Así que, estén advertidos y dense vuelta. Con un SÍ a Jesús volverán a transformar su vida hacia el bien. Así que, levántense y salgan de esta pesadilla que están viviendo, de lo contrario estarán perdidos para siempre.

El pecado que cometen y el pecado que infligen a los demás y al que los hacen participar se les adscribe negativamente como su responsabilidad. Así que, estén advertidos y dense vuelta antes de que sea demasiado tarde. Jesús también los salvará a ustedes, porque su corazón es misericordioso.

¡Así que, dense vuelta y denle a Jesús su SÍ! Entonces también ustedes pueden ser salvados y comenzar la herencia eterna, prometida y preparada amorosamente por Dios Padre. Jesús vendrá y los llevará también ustedes, pero deben arrepentirse y hacer penitencia. Comienzan con su SÍ a ÉL.

Que así sea.

Su San Bonaventura.

Mi hija. Divulga esto.