463. ¡Así todos los ataques del demonio quedarán en vano! — 03.03.2014
Mi hija. Mi querida hija. Aquí estás. Siéntate conmigo, Mi hija, y escucha lo que quiero decirte hoy: Te amo, Mi hija, y siempre estoy contigo. Acepta todo como es y no te distraigas. Tu sufrimiento es necesario, como lo es también el de muchas otras almas de expiación [almas víctimas]. Por tanto, persistan, Mis […]