Mi hija. Dile a los hijos que deben despertar.

Muchos hijos ven que les han mentido, que «uno» los ha engañado, y ya no creen en el «estado de alarma» que se ha difundido por todas partes, pero no saben lo que deben y pueden hacer, porque no encuentran el camino hacia Mí. Oren por ellos, porque quien no encuentre el camino hacia Mí se perderá, y el tiempo que vendrá pronto no sabrán cómo soportar.

Les hemos dado tanta guía en preparación para este tiempo en el que (ya) se encuentran, sin embargo, muchos no han querido escuchar Nuestra Palabra. Y ahora, amados hijos, y es eso lo que son, miren a su alrededor, porque los que están verdaderamente conmigo, con todo lo que ellos también deben soportar, son «llevados» por Mí, por su Jesús. Yo, su Jesús, estoy con ellos y Yo, su Jesús, los conduzco y los guío, y esto todo el último tiempo y hacía el Nuevo Reino.

Cuando haya llegado el momento serán éstos, Mis hijos verdaderamente fieles y devotos y entregados que confían plenamente en Mí, a los que concederé la entrada en Mi Nuevo Reino, pero todos los demás se quedarán ante puertas cerradas, y en la depravación perecerán, porque no Me han querido. Este momento está cerca. ¡Está tan cerca, queridos hijos!

Así que tengan coraje y perseveren y entréguenme todas sus preocupaciones, sus penas, sus angustias y sus miedos, porque Yo, su Jesús, los estará cargando junto a ustedes, y pase lo que pase, Yo, su Salvador, estaré con ustedes, pero deben tener confianza, esperar en Mí y confiar en Mí. Amén.

Amados hijos del Ejército Remanente. Pronto habrá llegado el momento y entonces, en el día de la gran alegría, entraremos en Mi Nuevo Reino. Yo, su Jesús, estoy con ustedes. Amén.

Ustedes que reconocen las mentiras, ¡que también ustedes Me encuentren a Mí y que se conviertan! Los amo tanto y con tristeza y pena veo qué perdidos están. Ustedes buscan apoyo y seguridad en lo exterior, aunque sólo Yo soy el camino, el único verdadero camino, que los liberará de esta miseria y de todo pecado. Dense vuelta, encuéntrenme a Mí, su Jesús, y prepárense, porque les queda solo un tiempo muy corto, y entonces deben estar conmigo, para no perderse al diablo.

Escuchen Nuestra Palabra en estos mensajes, porque es santa y el fin se avecina, aunque muchos de ustedes no quieran aceptarlo.

Dense vuelta, sólo Yo, su Jesús, SOY el camino hacia la gloria (del Padre). Amén.

Los amo mucho.

Encuentren todos ustedes a Mí, para que no se pierdan.

Les queda solo poco (un corto) tiempo para. Amén.

Su Jesús. Amén.

Mi hija. Mi querida hija. El tiempo en el que ustedes se encuentran pronto se volverá muy oscuro. Están muy cerca del final, pero muchos hijos no lo saben, muchos, muchos otros no quieren creerlo, y pocos en su mundo occidental están siquiera inclinados a cambiar. Mientras les vaya bien no muestran ningún interés y permiten que las cosas aún vayan a peor. Su comodidad, su egoísmo -aunque no se den cuenta- los hundirá a todos, porque:

El que no cambia, el que no se dirige y se levanta contra estas cosas terribles que se les imponen, los derechos que se les quitan, la lista es larga, pronto se le acabará el tiempo, porque: cuando se dé cuenta de lo que realmente está pasando aquí y de lo profundo que ya están en manos de los malvados, ya será demasiado tarde para el cambio.

Lo mismo ocurre con su conversión, amados hijos, y es esto lo que son. Para aquel que no profesa a Jesús a tiempo, pronto será demasiado tarde, y cuando las señales estén en el cielo, será su última oportunidad de encontrar aún a Jesús. Pero, amados hijos, y es eso lo que son, será muy, muy difícil que un alma no preparada experimente la luz y la iluminación que les será dada como un acto de misericordia por parte de Mi Hijo, como ese momento de alegría que lo será para los hijos que son verdaderamente fieles y devotos a Mi Hijo.

Todos lo experimentarán, y ese momento está cerca, y ¡bendito el que reconozca este acto de misericordia como tal!

Mis hijos. Mis hijos tan amados por Mí. No pongan en juego su oportunidad para entrar Reino de los Cielos permaneciendo obstinados y cómodos, sino encuentren el camino hacia Jesús, pues es el único camino que conduce al Padre, aunque esto mismo apenas se enseñe en sus tiempos de hoy.

Sus hijos tienen pocas posibilidades de conocer la verdadera fe cristiana a menos que ustedes, los padres, se la impartan. Las escuelas, las universidades y tantos sacerdotes (muy tristemente dice esto) no lo transmiten hoy en día. En lugar de impartir la verdadera enseñanza de Mi Hijo, ya no es Mi Hijo quien es el camino para ellos, sino uno de muchos, y esto es un crimen contra sus hijos, jóvenes y aspirantes a religiosos.

¡Sólo Jesús es el camino a la gloria! Sólo con ÉL y a través de ÉL encontrarán al Padre, ¡todos los demás caminos acaban en perdición! Así que no dejen que se les mienta más, porque los están mintiendo desde las más altas esferas, y los están engañando y así quitando su herencia preparada por el Padre.

Vean cómo la verdadera doctrina cristiana está torcida, mezclada y enturbiada. ¡Sólo Jesús es el camino! ¡Su Salvador! ¡Y ÉL vendrá de nuevo, PERO NO PARA VIVIR ENTRE USTEDES!

Por favor, queridos hijos, y es eso lo que son, vuelvan a ver con claridad y no permitan que sus hijos no encuentren su camino hacia y con Jesús. Deben protegerlos, y deben decirles la verdad, pero para ello también deben despertar ustedes, y no seguir a los advenedizos.

El engaño y el fraude es lo que define su tiempo hoy, en todos los niveles de su sociedad.

¡Enfrenten a la verdad y despierten! Sólo Mi Hijo, su Jesús, los guiará a través [del tiempo] del fin, sólo ÉL. Y quien siga durmiendo y se deje rociar [con mentiras], quien acepte el mal por el bien y siga cómodo, sus ojos se abrirán muy pronto, pero entonces ya será demasiado tarde.

¡Despierten! ¡Vean lo que está sucediendo! ¡Defiendan la verdad! Y reconozcan lo que es mentira, reconozcan lo que está mezclado, reconozcan cómo la fe cristiana, los valores cristianos y Mi Hijo están siendo erradicados, Sus enseñanzas cambiadas, ¡Hasta que no queda nada sagrado!

Pronto, muy pronto, sólo adorarán a la bestia, porque Mi Hijo habrá sido expulsado, y ¡ay del que no lo reconozca! Se perderá. Amén.

Mi hija. Es muy importante que Nuestros hijos entiendan lo que está pasando en ese momento. Así que hazlo saber cuanto antes y dile a todos los hijos que queda poco tiempo.

En muchos lugares las iglesias de Mi Hijo ya están cerradas y serán cada vez más. La Sagrada Eucaristía también les será arrebatada. ¡Las cosas están sucediendo paso a paso y golpe a golpe! Permanezcan atentos, porque donde ya no hay consagración, el diablo ya se ha colado.

Vean los cambios en tantos lugares sagrados. ¡Las iglesias son oscura y fríamente reformadas! ¡Es una abominación lo que está ocurriendo en todo el mundo! Manténganse alerta, porque Mi Hijo está con ustedes, pero deben permanecer totalmente escondidos en ÉL.

En muchos lugares ya se está adorando a la bestia. Cada vez será más visible.

Queridos sacerdotes,

¡Permanezcan fieles a Mi Hijo! No caigan también ustedes, los últimos siervos fieles de Mi Hijo, en manos de la bestia, porque cuando aparezca el Anticristo será muy difícil para ustedes. Enfrentarán a mucha presión e incluso a la persecución, pero pueden estar seguros de que no importa lo que les pase, ¡entrarán en el Reino de Mi Hijo! La gloria del Padre los espera si se mantienen fieles. Pero si caen, ustedes también -¡y especialmente ustedes!- estarán perdidos, y la bestia, el Anticristo y su falso profeta los tirarán a la perdición. Escuchen Mi palabra, porque los esperan tiempos feos. Sólo la oración, la oración ferviente y profunda les dará la fuerza para perseverar.

Mantengan funcionando la Santa Eucaristía, porque Mi Hijo vencerá y no olvidará a sus fieles servidores. Amén.

Hijos, Mis queridos hijos. Está «cerca de las 12», como suelen decir en su mundo. ¡Perseveren! Oren por los sacerdotes y obispos, porque los están esperando tiempos difíciles. Oren por su perseverancia y fidelidad a Jesús. Denles fuerza y fortaleza a través de su ferviente oración por ellos.

¡Y oren también por ustedes mismos y la condición del mundo! ¡Siempre también en las intenciones de Mi Hijo!

Sólo a través de la oración podrán perseverar, porque: el Padre escucha sus oraciones y mitiga. ÉL intervendrá y este tiempo está cerca, pero deben seguir orando, porque todavía se planean muchas, muchas abominaciones, y el maligno tiene los planes más crueles para ustedes.

Así que manténgase fuertes. ¡Permanezcan en oración! ¡Permanezcan fieles a Jesús!

¡Sólo Jesús es el camino! Sólo aquellos que permanezcan escondidos en Jesús saldrán indemnes de este tiempo. Amén.

Los amo mucho.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Manténganse fuertes, amados sacerdotes, y es eso lo que son, y permanezcan fieles a Mi Hijo, su Jesús. Ustedes sufrirán lo peor si pecan contra Mi Hijo. Pero el que permanece firme y ama a Jesús verdadera y sinceramente no tiene nada que temer, porque su alma será elevada. Amén.

Jesús: Amo mucho a Mis sacerdotes, pero los esperan tiempos difíciles. Acepten éstas como las pruebas finales, porque Mi gloria está cerca para ustedes y para todos los hijos que son fieles, devotos, entregados y llenos de amor por Mí. Amén.

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, escribe. El maligno está muy activo y está atacando a muchos de Nuestros hijos para quitarles la paz y alejarlos de Mi Santísimo Hijo, pero ustedes no tienen nada que temer mientras permanezcan escondidos en la oración y en Jesús.

El Padre Todopoderoso interviene y ese tiempo está cerca, muy cerca, pero deben perseverar y orar por los hijos que aún están lejos de Mi Hijo y de su Creador, porque:

El Aviso está cerca, y muchos hijos se convertirán, pero el número de los que se convertirán en luchadores (=defensores) fuertes, sinceros y verdaderamente puros de Jesús depende de sus oraciones, porque:

A través de sus oraciones, amados hijos del Ejército Remanente, miles más se convertirán:

Oren, oren, oren y supliquen al Padre, para que ÉL envíe Su Espíritu Santo a TODOS los hijos aún perdidos, para que ÉL encienda la llama del amor a Jesús y a Dios Padre en sus corazones, y así se salven muchas más de Nuestras tan queridas criaturas.

Por favor, díselo a los hijos. El tiempo apremia. Amén.

Los amo mucho, queridos hijos del Ejército Remanente. Si vieran dónde se encuentra su mundo y ustedes, no dejarían de rezar. Amén.

Su Madre en el Cielo que tanto los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

Oren mucho. El tiempo apremia. Amén.

Jesús, la cruz a cuestas: Mi Hija. Mi sufrimiento es grande porque son tan pocos hijos los que se convierten. Oh, si todos Mis hijos escucharan Mi llamada, se ahorrarían tantos sufrimientos y penas. Sus vidas ya serían mucho más felices ahora. Sin embargo, su sufrimiento, su dolor, sus preocupaciones y su desolación no son nada comparados con lo que les espera si no se vuelven a Mí. Díselo, por favor. Y también dile a los que viven con miedo que vuelvan completamente a Mí, porque sus miedos se los quito y el amor y la alegría se les doy, pero deben volverse completamente a Mí para que pueda trabajar en ellos y en sus vidas y no se pierdan cuando llegue el día de la gran alegría para aquellos hijos que están completamente conmigo. Amén.

Y diles a los que se deleitan en el lujo que ése pronto pasará a la transitoriedad. Entonces, amados hijos, conocerán la verdad, pero entonces ya será demasiado tarde para ustedes.

Diles a los que están apegados al dinero, a los que envidian, a los que siempre quieren más, a los que viven en la fornicación, la lista es larga…, que sus días están contados si no se vuelven a Mí. Por favor, díselo de Mi parte, de su Jesús con la cruz a cuestas en camino al Gólgota.

Cuando este camino se ha consumado, harán bien en estar conmigo. Díselo, por favor. Amén.

—

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Jesús, estoy sufriendo mucho. Demasiado pocos hijos se están convirtiendo, muchos, muchos se alejan de Mí para vivir en lo transitorio [perecedero], otros se alejan de Mí porque siguen a los lobos con piel de oveja, sin darse cuenta de que éste y éstos los llevan directamente a la perdición.

Hijos, estén atentos porque las señales son cada vez más visibles. El fin de su sociedad acomodada se está acercando, pero ustedes siguen viviendo como si sólo esto fuera importante, así olvidando la verdadera vida y a Mí, su Jesús que tanto los ama y sufro por ustedes.

Al final del camino sólo estaré Yo, su Jesús, pero deben decidirse por Mí. Si no lo hacen, sólo les queda la caída, su caída a la condenación, y el camino hacia ella el diablo y sus secuaces lo «adornan» con lujo, con dinero, con riqueza, con reconocimiento, con poder, con posesiones, con «emociones», con inmoralidad, con la distorsión de la verdad y una dulce charla….

Hijos, despierten y afronten la verdad: quien prefiera lo transitorio sobre Mí no tendrá derecho a reclamar Mi Nuevo Reino. Las puertas permanecerán cerradas para él, y se le permitirá al diablo atormentarlos, porque: no se han vuelto a Mí, no han escuchado Mi Palabra, han dado preferencia a lo transitorio sobre Mí, su Redentor, y han vivido de forma egoísta hacia Mí y hacia su prójimo. Avergüéncense, porque se han vuelto indignos, y sólo su arrepentimiento puede salvarlos todavía.

Confiesen, expían y arrepiéntase de sus pecados, MIENTRAS PUEDAN, porque: sus iglesias pronto cerrarán, sus misas ya no serán válidas y Yo, su Jesús, seré blasfemado en los más altos círculos, burlado y negado, tal cual como se Me han hecho antes.

Pero todos los hijos fieles no serán presa del maligno, y llegará el día en que no habrá más dudas. Así que conviértanse ustedes incrédulos, porque sólo Yo soy el camino a la eternidad.

Aquellos que siguen creyendo en las mentiras del diablo, sus ojos serán abiertos muy pronto.

Decídanse, queridos hijos, y es eso lo que son, porque sólo tienen 2 opciones. Amén.

Su Jesús desde la Cruz.

El camino hacia el Gólgota pronto estará consumado y la hora de la misericordia será visible para todos los hijos de la tierra. Les corresponde a ustedes de convertirse para que puedan vivir este día, este acto de Mi misericordia, como tal.

Vengan a Mí, a su Jesús, porque Mi corazón tiene sed de cada alma para que no se pierda en el día de la gran alegría y resucite conmigo. Amén.