690. ¡Expíen con amor! ¡Expíen con alegría! — 16.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos lo siguiente:

¡Es importante que acepten la expiación QUE LES ENVIAMOS y la ofrezcan con amor al Padre y al Hijo!

Es tan necesaria en estos últimos días del fin de los tiempos, con ella logran mucho bien, tantas almas todavía se pueden salvar y todo ello (¡) porque ustedes EXPÍAN (!), Mis queridos hijos, por sus pecados, por los pecados del mundo y por la salvación de todos los hijos de Dios, especialmente de aquellos que todavía están descarriados.

Mis hijos. ¡Expíen! ¡Expíen con amor! ¡Expíen con alegría! Porque la alegría en el Cielo es grande tan pronto como un alma encuentre a Jesús. Gracias.

Con profundo amor maternal y con Mi protección y bendición maternal,

su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

“Grande será su alegría y el agradecimiento que cosecharán tan pronto como se abran las puertas del Nuevo Reino.

¡Crean, confían y acepten con alegría cualquier tipo de expiación!

Ofrézcanla con amor al Padre, así como a Su Santo Hijo, porque así se hará mucho bien,

 ¡y la alegría en el Cielo es grande por cada pecador que se arrepiente!

Perseveren. Estamos siempre ahí para ustedes.

Sus Santos de la Comunidad de los Santos, así como los Santos Ángeles del Padre, que también están a su disposición. Amén.”

689. ¡El “Cielo“ está a favor de ustedes! — 15.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos que los amamos.

Nuestro amor por ellos es infinito, pero si no se convierten, si no recurren a Nosotros, a Jesús, entonces se les escapará este amor, porque se cierran ante Nosotros, ante Mi Hijo y prefieren “permanecer” sin invitarnos a entrar en sus vidas.

Mis hijos. Ábranse a Nosotros, a Mi Hijo, y reciban este amor tan infinito e indescriptible que les damos, porque por medio de Nuestro amor serán sanados, ¡por medio del amor de Mi Hijo serán salvados!

Así que vengan, Mis hijos, ¡y digan SÍ a Jesús! Recurran a Nosotros, a Jesús, a los santos y a los ángeles y recen, Mis hijos, recen. El Padre escucha sus oraciones, y ÉL no rechaza ninguna. Por eso, recen y pidan y supliquen, porque el “Cielo“ está a favor de ustedes, pero deben recurrir a Nosotros para poder beneficiarse de Nuestros “regalos” para ustedes.

Mis hijos. ¡El camino con Jesús es maravilloso! ¡Él es el único que los lleva al Padre! Camínenlo para no perderse. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación con la Comunidad de los Santos y los

Santos Ángeles del Padre. Amén.

“Recurran a Nosotros, porque estamos a su disposición. Los Santos Ángeles del Padre y la Santa Comunidad de los Santos. Amén. Que así sea.”

688. ¡Arrodíllense ante ÉL, el Salvador del mundo! — 14.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Qué bueno que hayas llegado. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos de la Tierra lo siguiente:

Deben levantarse y prepararse para salir al encuentro de Jesús, Mi Santo Hijo, porque ÉL es su Rey, su Salvador, su Redentor, y solo ÉL es el camino hacia el Nuevo Reino y el Padre, que los ama con todo Su corazón y los ha creado por ese amor y ahora tiene que soportar un gran sufrimiento porque Sus hijos tan amados se han vuelto apóstatas, no quieren saber nada de ÉL y de Su Hijo tan amado y se someten al diablo, en lugar de correr llenos de alegría a Sus Santos Brazos Paternales que otorgan amor, consuelo, paz y la mayor plenitud.

Mis hijos. ¡Diríjanse a Jesús! ¡Oren! ¡Conviértanse! ¡Prepárense y arrodíllense ante ÉL, el Salvador del mundo, porque solo ÉL puede perdonar sus pecados, solo ÉL puede purificarlos de culpa y cenizas, y solo con ÉL volverán a ser verdaderos hijos de Dios, (¡) porque solo ÉL es su camino (!), (¡) su único camino (!), y si no profesan su fe en ÉL perecerán y estarán perdidos para siempre.

Aprovechen la oportunidad que aún les queda y profesen su fe en Jesús. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Ahora vete, Mi hija. Amén.

687. ¡Una de las mayores trampas del diablo es hacerlos creer que el infierno no existe! — 13.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, hoy diles lo siguiente a los hijos de la Tierra:

Yo, su Madre en el Cielo, estoy aquí con ustedes para que se conviertan y encuentren el camino hacia Mi Hijo, su Jesús.

Nuestro amor por ustedes es infinito, pero el tiempo que les queda para decidirse se acaba, y

por lo tanto, ¡deben convertirse para no perderse!

¡Una de las mayores trampas del diablo es hacerlos creer que el infierno no existe! Así los aleja a ustedes de la verdadera fe en Mi Hijo, porque los engaña con mentiras en las que ustedes caen.

¡Deben ver más allá de estas mentiras y encontrar a Jesús, porque si siguen viviendo en el mundo ilusorio de la bestia -¡y eso es lo que hace todo aquel que se ha apegado a lo terrenal!- no alcanzarán el Nuevo Reino de Mi Hijo y no “experimentarán” el maravilloso regalo que el Padre les ha hecho!

Mis hijos. ¡Corran todos hacia Jesús, porque solo ÉL los liberará del pecado, la mentira, la depravación y la esclavitud terrenal y (¡) diabólica (!). ¡ÉL los redimirá y los obsequiará con la gloria del Padre!

¡Vengan a ÉL! ¡Corran hacia ÉL! ¡Déjense caer en Sus Santos Brazos y denle a ÉL su SÍ irrevocable! ¡Se convertirán en hijos alegres y felices del Señor y vivirán llenos de satisfacción y amor con ÉL a su lado!

Vengan, Mis hijos, vengan y no esperen más, porque pronto será demasiado tarde. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

686. ¡Quien no se decida, se perderá! — 12.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos lo siguiente:

Deben vivir la luz que arde en ustedes, ¡porque de lo contrario quedarán encerrados en la oscuridad del diablo y perecerán miserablemente! El sufrimiento de sus almas será grande, y la alegría que les trae Mi Hijo les será negada.

Mis hijos. Es tan importante que encontrarán a Mi Hijo, porque sin ÉL les esperan mil años de condenación.* Solo después de ese tiempo se concederá a todas las almas una nueva y última oportunidad, pero solo unos pocos sabrán aprovecharla, porque sus almas estarán demasiado enfermas, demasiado debilitadas (débiles) como para albergar aún un atisbo de esperanza que les permita encontrar al Padre.

Mis hijos. ¡Lo que no hagan ahora les costará la eternidad! Al igual que lo que hacen, porque si no profesan su fe en el Señor, (¡) no LE siguen y no realmente VIVEN SEGÚN SUS PALABRAS (!), caerán la condenación y la oscuridad eterna sobre ustedes y sufrirán, sufrirán, sufrirán.

Mis hijos. Preparen ahora el camino para una eternidad en alegría -su eternidad-, ¡y vivan la paz eterna del Padre! Serán los hijos más felices del Señor si se conviertan y dan su SÍ a Mi Hijo.

Vengan, Mis hijos, ¡vengan y no duden! Con Mi Hijo, la alegría se instalará en ustedes y en su existencia, pero sin ÉL se perderán en manos de los advenedizos y su maestro de las tinieblas.

Pregúntense a ustedes mismos qué es lo que quieren: una vida en la Gozo Divino, en paz, cuidado, dicha y seguridad, o bien mil años de dolor y miseria, tormentos, sufrimientos y desolación.

La decisión es suya, pero estén advertidos, Mis hijos. Quien no se decida, se perderá. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Las gracias del Padre son grandes. ¡Acéptenlas y conviértanse! Solo quien profesa su fe en Jesús verá la gloria del Padre y vivirá en ella.

Vengan, Mis hijos, vengan, porque Jesús los está esperando. Amén.

Los envuelvo con Mi bendición maternal y los cubro con Mi manto protector. Amén.

Su madre que los ama en el Cielo con los santos de la comunión de los santos. Amén.”

(* Nota: véase Apocalipsis, cap. 20,5)

685. ¡”Luz de vida”! — 11.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a los hijos de la Tierra lo siguiente:

¡Su luz interior se apagará hasta quedar en tinieblas si no profesan su fe en Jesús!

Mis hijos. A través de todas las malas influencias que el diablo ejerce sobre ustedes, sus nieblas se densifican y sus velos se posan sobre ustedes, sobre sus corazones y oprimen sus almas. [Las nieblas] se vuelven cada vez más densos y así “se apaga” la luz de Mi Hijo que ustedes llevan dentro (sin jamás llegar a apagarse por completo).

Es la “luz de la vida” que Mi Hijo hace brillar en ustedes, pero debido a las nieblas y velos cada vez más densos del diablo, esta “llama de vida” se ve rodeada de oscuridad, y su corazón se entristece y sufre, ¡al igual que su alma, que necesita la luz del Padre!

Mis hijos. No permitan que esto suceda y encuentren a Jesús por completo, porque quien está, permanece y queda con ÉL, siempre llevará una luz brillante en su interior.

Así que ¡vengan a ÉL y denle su SÍ a ÉL! Entonces el diablo no podrá llevar a cabo sus planes oscuros contra ustedes y su alma -ustedes- no se perderá/n.

Vengan, Mis hijos, vengan. Basta con un SÍ para dar el primer paso.

Con amor maternal,

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

684. ¡El reino o el infierno! — 10.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Esté completamente con Nosotros. Por favor, diles hoy a los hijos de la Tierra lo siguiente:

Deben prepararse y estar listos para la Segunda Venida de Mi Hijo, porque no les queda mucho tiempo y, más rápido de lo que piensan, este tiempo en el que viven llegará a su fin.

Mis hijos. Prepárense, porque de lo contrario no reconocerán a Mi Hijo. Se encontrarán ante puertas cerradas cuando se produzca la transición al “Nuevo Mundo”.

Como su mundo está llegando a su fin, no tendrán elección: el reino o el infierno; así que piensen bien qué elegir, porque solo Mi Hijo es el camino al Nuevo Reino, así que quien no se haya preparado, no se haya profesado su fe en ÉL, no LE haya dado su SÍ, el Reino le permanecerá cerrado y el infierno se abrirá ante él y devorará a él/su alma.

Así que elijan bien, Mis amados hijos, porque cuando llegue el día y no estén con Jesús, será demasiado tarde para su conversión. Así sea.

Crean, confíen y guarden Mi palabra, porque Me ha sido encomendada por el Padre en el Cielo para ustedes. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

683. ¡El tiempo se les está acabando! — 09.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Quédate conmigo, con tu Madre en el Cielo que tanto te ama, y escucha lo que hoy quiero decirles a los hijos del mundo:

Mis hijos. Deben arrepentirse y convertirse, porque de lo contrario el diablo se apoderará de sus almas cuando se cumplan las profecías.

El anticristo está listo, y solo es cuestión de táctica hasta que entre en la escena mundial. Las oraciones de todos ustedes ya han impedido muchos de los males planeados, pero es importante que sigan orando, porque el diablo está organizando cada vez más misas negras y reuniones de carácter especialmente satánico para, aún, poder llevar a cabo e imponer sus planes más crueles.

Mis hijos. ¡Estén alerta y no se alejen en ningún momento de Mi Hijo! ¡Solo ÉL es su salvación! ¡Su Salvador y Redentor! ¡Solo con ÉL están a salvo, y no hay nada que el diablo pueda hacer contra ustedes si están completamente con Mi Hijo!

Mis hijos. Profesen su fe en Jesús, aquellos [de ustedes] que aún no LO han encontrado, y encuentren el camino a casa, a su Padre que tanto los ama. ÉL, EL Creador de ustedes mismos y de todo ser, ¡los está esperando con los brazos paternos amorosamente abiertos!

No esperen más, Mis hijos, ¡porque el tiempo se les está acabando!

Con profundo amor maternal,

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

Mi hija. ¡Diles a los hijos que se conviertan a Mí y que confíen plenamente en Mí! Entonces podré cuidar de ellos y actuar donde sea necesario.

Vengan, Mis hijos, vengan y déjense caer en Mis Santos Brazos Redentores. ¡Los llevaré a todos ustedes conmigo y les prometo la gloria si profesan su fe en Mí, su Jesús, que tanto los ama!

Vengan, Mis hijos, vengan y no esperen más, ¡porque muy pronto venceré al diablo y desterraré el mal, y ustedes deben estar puros para no perderse con él y por él!

Un SÍ verdadero, honesto y sincero a Mí salvará su alma. Amén.

Con profundo amor, su Jesús.”

682. ¡La oración es uno de los pilares fundamentales sobre los que construyen su relación con Mi Hijo! — 08.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a los hijos de la Tierra lo importante que es rezar.

Para entrar en comunión con Mi Hijo, es imprescindible que recen. Quien no reza, no encontrará a Mi Hijo. Quien no recurre a la oración, difícilmente recibirá la ayuda del “Cielo”,

porque no ha rezado a Nosotros, no se ha dirigido a Nosotros y no Nos ha permitido intervenir, aunque Nosotros queremos ayudarle con tanto gusto de todo corazón.

Mis hijos. ¡Deben aprender a rezar! ¡Deben estar en “contacto” constante con Nosotros! Así

podemos estar ahí para ustedes y actuar cuando sea necesario, y podemos ayudarles a vivir su vida en preparación para la eternidad!

Siempre estamos ahí para ustedes, pero deben rezar, crear una “base comunicativa” con Nosotros, para que se acerquen más a Nosotros y su confianza se fortalezca cada vez más.

Mis hijos. ¡Recen! Porque quien no reza, no volverá a casa del Padre.

Así que estén advertidos, porque la oración es uno de los pilares fundamentales sobre los que construyen su relación con Nosotros, con Mi Hijo. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Cuanto más intensas sean sus oraciones a Mí, más fuerte será el fundamento de Nuestra relación mutua. Crean, confíen y recen, Mis hijos.

Los amo, su Jesús.”

Cada uno que profese sinceramente su fe en Mi Hijo no se perderá. Se lo prometo,

 porque Mis gracias son grandes en este tiempo final. Amén.

Su Padre en el Cielo, que los ama tanto.”

Vete ahora, hija Mía. Amén.

681. ¡El efecto de una oración ayuda de manera muy especial en estos últimos días! — 07./08.09.2014

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos lo importante que es la oración.

Con su oración hacen mucho bien. Les ayuda a ustedes, a sus semejantes y al mundo. A través de su oración se iluminan los corazones, se enciende en ellos el amor de Mi Hijo y se salvan almas que se consideraban perdidas, porque a través de su oración encuentran a Mi Hijo, porque ustedes oran/han orado, Mi Hijo puede/pudo actuar con el Espíritu Santo del Padre en estas almas y corazones y atraerlos hacia Él.

Mis hijos. ¡Su oración ayuda tanto! ¡Los ayuda y los protege! ¡Cambia! ¡Y sana! ¡Impide atrocidades! ¡Alivia el sufrimiento y la necesidad! ¡Hace que ocurran milagros celestiales!

Así que oren, Mis hijos, ¡y nunca dejen de orar! Yo, su Madre en el Cielo que tanto los ama, se lo pido encarecidamente, porque el efecto de una oración es enorme (grande) y ayuda de manera muy especial en estos últimos días.

¡Oren, Mis hijos! Su agradecimiento será grande. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación.