Mi hija. Mi querida hija. Quédate conmigo, con tu Madre en el Cielo que tanto te ama, y escucha lo que hoy quiero decirles a los hijos del mundo:

Mis hijos. Deben arrepentirse y convertirse, porque de lo contrario el diablo se apoderará de sus almas cuando se cumplan las profecías.

El anticristo está listo, y solo es cuestión de táctica hasta que entre en la escena mundial. Las oraciones de todos ustedes ya han impedido muchos de los males planeados, pero es importante que sigan orando, porque el diablo está organizando cada vez más misas negras y reuniones de carácter especialmente satánico para, aún, poder llevar a cabo e imponer sus planes más crueles.

Mis hijos. ¡Estén alerta y no se alejen en ningún momento de Mi Hijo! ¡Solo ÉL es su salvación! ¡Su Salvador y Redentor! ¡Solo con ÉL están a salvo, y no hay nada que el diablo pueda hacer contra ustedes si están completamente con Mi Hijo!

Mis hijos. Profesen su fe en Jesús, aquellos [de ustedes] que aún no LO han encontrado, y encuentren el camino a casa, a su Padre que tanto los ama. ÉL, EL Creador de ustedes mismos y de todo ser, ¡los está esperando con los brazos paternos amorosamente abiertos!

No esperen más, Mis hijos, ¡porque el tiempo se les está acabando!

Con profundo amor maternal,

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

—

Mi hija. ¡Diles a los hijos que se conviertan a Mí y que confíen plenamente en Mí! Entonces podré cuidar de ellos y actuar donde sea necesario.

Vengan, Mis hijos, vengan y déjense caer en Mis Santos Brazos Redentores. ¡Los llevaré a todos ustedes conmigo y les prometo la gloria si profesan su fe en Mí, su Jesús, que tanto los ama!

Vengan, Mis hijos, vengan y no esperen más, ¡porque muy pronto venceré al diablo y desterraré el mal, y ustedes deben estar puros para no perderse con él y por él!

Un SÍ verdadero, honesto y sincero a Mí salvará su alma. Amén.

Con profundo amor, su Jesús.”

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos lo importante que es la oración.

Con su oración hacen mucho bien. Les ayuda a ustedes, a sus semejantes y al mundo. A través de su oración se iluminan los corazones, se enciende en ellos el amor de Mi Hijo y se salvan almas que se consideraban perdidas, porque a través de su oración encuentran a Mi Hijo, porque ustedes oran/han orado, Mi Hijo puede/pudo actuar con el Espíritu Santo del Padre en estas almas y corazones y atraerlos hacia Él.

Mis hijos. ¡Su oración ayuda tanto! ¡Los ayuda y los protege! ¡Cambia! ¡Y sana! ¡Impide atrocidades! ¡Alivia el sufrimiento y la necesidad! ¡Hace que ocurran milagros celestiales!

Así que oren, Mis hijos, ¡y nunca dejen de orar! Yo, su Madre en el Cielo que tanto los ama, se lo pido encarecidamente, porque el efecto de una oración es enorme (grande) y ayuda de manera muy especial en estos últimos días.

¡Oren, Mis hijos! Su agradecimiento será grande. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación.

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, diles hoy a los hijos de la Tierra lo siguiente:

Ustedes deben ser fuertes y perseverantes, porque el fin se acerca cada día más, y cada día que pasa trae consigo sufrimiento y miseria y nuevas maldades, porque el diablo está enfurecido y hace todo lo posible por apoderarse del dominio del mundo, ¡cueste lo que cueste!

Mis hijos. ¡Estén alerta! Las artimañas del diablo son más traicioneras que nunca, y desde dentro rompe lo tradicional y lo sagrado, para que ustedes piensen que fuera correcto, pero pronto se darán cuenta de lo erróneas que son estas maldades que se les presentan como innovaciones, y ustedes tendrán un mal despertar cuando hayan seguido a aquellos que les han mentido y engañado.

¡Deben permanecer completamente con Mi Hijo, con su Jesús! ¡Deben ser fieles y entregados a ÉL y no prestar atención a todas las mentiras y herejías que el maligno les está presentando desde dentro! ¡Abran sus ojos y oídos y no se cierran a la verdad! El jefe de su Iglesia no es más que una marioneta del diablo, como tantos otros que ocupan altos cargos en sus gobiernos (mundiales). Deben reconocer su juego malvado y deben rezar, porque solo a través de su oración lograrán el bien, solo a través de su oración se puede evitar y se evitará mucho mal.

Mis hijos. ¡Oren y pónganse completamente bajo la protección de Mi Hijo! Quien esté muy cerca de Mi Hijo sobrevivirá a los últimos tiempos. Entrará gloriosamente en el Nuevo Reino y vivirá allí obsequiado abundantemente.

Vengan a Jesús, ustedes los que aún no se han declarado por ÉL, y formen parte de esta nueva era que les traerá paz, felicidad y gran alegría.

El tiempo apremia, Mis hijos, así que levántense y no esperen más.

Yo, su Santa Madre en el Cielo, se lo pido. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

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“¡En la oración encontrarán fuerza! Encontrarán fortaleza, valor y perseverancia. Oren, Mis hijos, porque su oración los salvará a ustedes y a muchos otros. Su Jesús. Amén.”

Mi hija. Mi querida hija. Por favor, escribe, hija Mía, y diles a Nuestros hijos lo siguiente:

Es importante que sepan [entiendan] lo que significa la expiación: la expiación es necesaria para la purificación de sus pecados, Mis hijos. Sin embargo, muchos de ustedes no lo saben y, por lo tanto, no expían. Ahora bien, otro puede expiar por ustedes, por amor a ustedes y/o por amor a Mi Hijo, su Jesús.

Hay tanto pecado en su mundo y a través de la expiación, su expiación, ofrecida como sacrificio al Padre y a Mi Hijo, se puede aliviar el sufrimiento de esta persona/alma.

Por otro lado, hay tantos que no encuentran a Mi Hijo -ellos pecan, sufren, se enferman, se extravían… hay muchas, muchas formas y manifestaciones- a través de su expiación, pueden ayudarles a encontrar a Jesús.

Mis hijos. La expiación es un tema amplio, pero quien expía hace mucho bien -primero para sí mismo y luego para los demás. Ayuda a otros a encontrar el camino hacia Jesús, sufre su dolor, los acompaña en la hora de la muerte y ayuda a que esa alma no se pierda.

Acéptenla con amor y ofrézcanla como sacrificio al Padre y al Hijo. Así se logrará mucho bien y ustedes salvan almas de la perdición.

Mis hijos. ¡Acepten la expiación con amor y regálensela a Mi Hijo! Todavía se necesita mucha expiación en estos días. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación.

Mi hija. Diles una vez más a los hijos de la Tierra lo saludable que es acudir a Mis Lugares Santos. No hay nada más saludable para su alma que acudir a Nosotros.

Ustedes deben despertar, Mis hijos, y tomar sus cruces. ¡Jesús las lleva con ustedes! ¡Jesús las lleva por ustedes! ÉL aligera su/s carga/s, ¡porque ÉL los ama! Estén completamente con ÉL y muy cerca de ÉL, así su alma encontrará el apoyo que busca, el apoyo que necesita.

Mis hijos. ¡Sin Jesús, su vida no vale nada, porque no los lleva al Padre! ¡Deben convertirse y hacer que su vida valga la pena! Con Jesús a su lado, su vida valdrá la pena. Será valiosa y será preciosa, porque estarán siendo preparados para la eternidad al lado del Padre.

Pero aquel que vive sin Jesús, sin el amor indescriptible sanador de Mi Hijo que les da paz, alegría y felicidad, se perderá, ¡porque no se ha preparado para la eternidad!

Su único camino es Jesús, por eso deben profesar su fe en ÉL y vivir su vida según Su voluntad, porque es la Voluntad Divina del Padre, porque ELLOS SON UNO con el Espíritu Santo, y sin embargo ELLOS son Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Mis hijos, ¡conviértanse! ¡Conviértanse y profesen su fe en Aquel QUE les trae el amor, QUE les da Su luz Santa, vivificante y QUE les da la paz! ÉL pone amor, alegría y paz en sus corazones y ÉL los lleva al Padre para que puedan volver a casa y no se pierdan, porque el Padre los está esperando lleno de amor, alegría y “expectativa”, porque ÉL los ama.

Mis hijos. Vuelvan a casa, a AQUEL que los creó y les dio la vida, y visiten Mis/Nuestros Lugares Santos. ¡Encontrarán la conversión! ¡Encontrarán el amor! ¡Sentirán la plenitud! ¡Obtendrán una visión de la vida con Nosotros si visitan Nuestros Lugares, abren sus corazones a Nosotros y dejen que actuemos en ustedes!

Vengan, Mis amados hijos, ¡y entréguense por completo a Nosotros! Entonces su alma encontrará la salvación, y ustedes encontrarán al Padre y Su gloria será también la suya. Amén.

Los amo.

Su Madre de Lourdes.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

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“Encuentren a Mí, Mis hijos, porque YO SOY el camino al Padre. Amén. Su Jesús”.