384. ¡El Señor ahora pronto enviará a su Hijo a la tierra! — 22.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Dile a Nuestros hijos que mantengan la paz en sus corazones. Diles que permanezcan en el amor y que sean buenos los unos con los otros – y diles que se preparen para el Señor, porque pronto Jesús vendrá a ustedes y los llevará con ÉL, y para esto ustedes deben estar preparados y libres de pecado.

Mis hijos. No hay nadie entre ustedes que esté libre de pecado, sin embargo, sí hay aquellos hijos entre ustedes que buscan los Santos Sacramentos y se esfuerzan por no ceder al pecado. Es decir, ellos viven su vida con Nosotros, visitan la Santa Confesión, viven lo mejor que pueden como Dios Padre quiso, y cuando faltan [caen en pecado] se arrepienten, hacen penitencia y también aceptan el sufrimiento por los demás, por los que viven lejos del Señor.

Ellos oran por todas las personas, y piden por todos. Viven en su mayoría introvertidamente. No se «complacen» con cosas externos terrenales, es decir, se mantienen alejados de las distracciones del diablo lo mejor que pueden. Ellos anhelan sólo a Nosotros, pues su verdadera alegría está en el Señor, y nada puede llenar sus corazones excepto el Señor mismo, así como a través de Nosotros, Sus Ayudantes Celestiales.

Mis hijos. Una vida en lo exterior llava consigo grandes peligros para todos Nuestros hijos, porque el diablo los acecha en cada esquina. Está en cada recodo del camino y está siempre presente para captar las almas.

Por lo tanto, ¡vuelvan a su interior! Vuelvan a contemplar a Dios, Nuestro Señor, y a Jesús, Su Hijo encarnado para ustedes. Encuentren el camino que los hace feliz, porque es sólo el camino hacia el Señor, de vuelta a casa, a su Creador, el que los llena de verdad y les da así una felicidad duradera.

Vengan, Mis hijos, vengan y vuelvan a entregarse ustedes mismos y a sus vidas al Señor. Quien encuentre su camino hacia el Padre alcanzará la eternidad, pero quien siga huyendo hacia lo exterior experimentará mucho sufrimiento en el aquí y ahora, y la eternidad al lado del Señor no le será concedida.

Así que vengan, Mis hijos, y denle a Jesús su SÍ. Entonces Sus milagros también pueden comenzar en su vida y su corazón puede danzar lleno de alegría. El camino del Señor es el camino a la eternidad, a la felicidad, a la alegría, a la paz y el amor. Al que la recorre no le faltará nada, pues tiene todo lo que necesita y siempre será cuidado.

Así que vengan, Mis hijos, y no esperen más, porque el tiempo de preparación es corto, y el Señor ahora pronto enviará a su Hijo a la tierra.

Aprovechen esta oportunidad y denle a Jesús su SÍ, entonces este encuentro será de la mayor alegría y belleza.

Que así sea.

Los amo.

Su Madre en el Cielo y los Santos. Amén.

383. Conságrense a Mí en esta Navidad y desde ahora vivan completamente conmigo — 21.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo, Mi hija, y escucha lo que tengo que decir al mundo:

Yo, su Jesús, concederé Mi Amor a cada uno de ustedes que Me deje entrar en su corazón. Yo lo guiaré, lo sanaré y lo cuidaré, pero debe entregarse y encomendarse completamente a Mí, su Jesús.

Mis hijos. Quien se entrega completamente a Mí no sufrirá, porque su alma se ha encomendado a Mí y Yo la protegeré y la purificaré, la sanaré y la elevaré.

Mis hijos. Entréguense totalmente a Mí, su Santo Jesús, porque Mi Misericordia perdonará todos sus pecados. Mi bondad cuidará de ustedes y Mi Amor los inundará, pero deben venir a Mí, su Jesús que tanto los ama, encomendarse, entregarse y consagrarse completamente a Mí, porque entonces podré obrar Mis milagros en y sobre ustedes y su alegría será grande y maravillosa.

Su corazón estará leno de Mi Santo Amor y sus preocupaciones se desvanecerán. El maligno, aunque los persigue, porque quiere robar todas las almas y especialmente las más cercanas a Mí, ya no tendrá poder sobre ustedes, porque ustedes están bajo Mi protección y Mi cuidado, y nada puede hacer el diablo para causar un daño duradero.

Mis hijos. Confíen completamente en Mí. Entréguense ustedes mismos, sus vidas, sus seres queridos y todos sus asuntos a Mí. Entonces un trozo del cielo ya habitará en ustedes y ustedes empezarán a entender los secretos del Señor. Aprenderán a involucrarse cada vez más en lo que el Padre ha pensado para ustedes desde el principio de los tiempos, y llevarán una gran alegría en su corazón.

Mis hijos. Conságrense a Mí en esta Navidad y desde ahora vivan completamente conmigo.

Los amo, Mis hijos. Pronto el Padre Me enviará a ustedes, porque el fin está cerca y los días del diablo están contados. Perseveren y vengan a Mí.

Su Jesús Quien los ama.

Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.

«Mi Hijo ha hablado. Sigan Su llamada, pues todo aquel que se Le entregue a ÉL, se consagre y se encomiende a ÉL, le concederé Mis gracias especiales. Que así sea.

Su Padre en el Cielo Quien los ama. Amén.»

«Mi hija. Divulga esto. El segundo día de la fiesta de Navidad sería/es un hermoso día para este mensaje. Amén. Tu Madre en el Cielo.»

«Que así sea». Dios Padre sonríe.

382. ¡Vuelvan a encontrar a los verdaderos valores de la vida! — 19.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir. El tiempo previo a la fiesta de Mi Santo Hijo es un tiempo especial y sirve para preparar su alma y su corazón para el nacimiento y el regreso de Mi Hijo.

Aprovechen este tiempo como tal y vuelvan a contemplar el valor y la esencia de la vida, porque es el amor lo que deben vivir, sin embargo, el diablo les ha «vendido» otra cosa bajo el concepto de amor y ahora ya no entienden lo que es el amor, sino que están vagando en el pantano del diablo, envuelto en velos de niebla y no ven que es lo esencial, no ven que Dios Padre los está esperando, no ven para qué sirve esta vida aquí en la tierra y no ven la mano tendida de Mi Hijo que quiere liberarlos de este pantano.

Mis hijos. Den su SÍ a Jesús y vuelvan a encontrar a los verdaderos valores de la vida. Trátense con respeto, a ustedes mismos y a sus hermanos, y amen al prójimo como a sí mismos. Esto es tan difícil para ustedes, porque no ven en el corazón del otro. Tengan la certeza de que hasta el más malvado sigue teniendo un corazón y que en algún lugar ahí todavía hay una pequeña luz encendida. ¡Pero con su amor deben hacer que esta luz brille en la otra persona, para que ella (la otra persona) también pueda volver a descubrir y vivir el amor en sí misma!

Mis hijos. Los amo tanto. Encuentren el camino hacia Mi Hijo, entonces encontrarán el camino a casa. Nada los detendrá en este camino de amor y serán ricamente bendecidos, porque quien haya encontrado a Mi Hijo será bendecido con las gracias del Señor y le ocurrirán Sus milagros.

Mis hijos. Enfrenten a todas personas con amor y recuerden que, si el otro es grosero, pendenciero y malvado, está extraviado. Oren por él, que el Espíritu Santo le ilumine y vean siempre la llama del Señor en el otro. Entonces les será más fácil soportar las maldades y el otro será cambiado por su oración.

La omnipotencia del Señor no tiene límites, así que entréguenle a ÉL todos hijos. No peleen, sino pidan por la paz al Señor.

Los amo. Aguanten un poco más. Vuelvan a su interior y oren en las intenciones de Mi Hijo, porque todavía se necesita mucha oración.

Gracias, Mis hijos.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

«Oren por los niños. Sus oraciones serán escuchadas».

Su Santa Teresa del Niño Jesús

381. ¡Déjense caer en este amor del Señor que todo lo perdona, que todo lo cura, que todo lo impregna y que tanto llena! — 18.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Todos ustedes están soportando estos días. Muchas almas serán «iluminadas» por esto, por lo tanto, ofrezcan TODO al Señor, porque así ÉL puede utilizarlo donde se necesita urgentemente, y así muchas almas más encontrarán su camino hacia ÉL.

Mis hijos. Perseveren. El tiempo del fin es corto. Pronto ya entrarán en el Nuevo Mundo, pero sólo para el que haya profesado su fe a Jesús se abrirán las puertas del Nuevo Reino.

Mis hijos. Conviértanse y denle su SÍ a Jesús. Entonces los milagros del Señor también pueden ocurrir en su vida y los reconocerán como tales. A muchos de ustedes ya se les están regalando Sus «riquezas» en este tiempo tan precioso y santo, pero su corazón aún no está abierto y por eso no ven cuán graciosamente el Padre les está gratificando.

Mis hijos. ¡Abran sus corazones a Jesús y al Padre! ¡Dejen que entren [a sus corazones] y compartan su vida con ellos! Dios Padre es un Padre amoroso y este amor es sanador y sin expectativas. Así que vengan, Mis hijos, vengan y déjense caer en este amor del Señor que todo lo perdona, que todo lo cura, que todo lo impregna y que tanto llena.

Mi bendición está con ustedes y el amor de Mi Hijo lo doy a quien Me lo pida. Amén. Que así sea. Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Celebren los días de festejo contemplativamente y vengan a Mí, a su Jesús, porque quiero regalar Mi amor a cada uno de ustedes y la gracia de Mi Padre espera a todo el que venga a Mí.

Con profundo amor,

Su Jesús. Amén.»

Gracias, Mi hija. Vete ahora.

380. ¡Las puertas del Cielo se abrirán y Mi amado Hijo cumplirá su misión! — 17.12.2013

Mi hija. Hagan un hermoso día y disfruten del adviento (y todo el tiempo de Navidad) en preparación a Mi Hijo, pues ÉL les ha nacido, para la redención de los pecados de ustedes.

Mis hijos. Jesús los ama. Es el amor por y la obediencia al Padre lo que hizo que ÉL aceptara este sacrificio y la entrega de SU vida por ustedes, Mis hijos, pues ÉL, aunque es el Hijo del Padre Todopoderoso, concebido por SU Espíritu Santo y anunciado por el Santo Arcángel Gabriel, nació con libre albedrío, pero lo usó para el Padre y así preparó el camino para que todos los hijos de Dios entraran en la paz eterna al lado del Padre.

Mis hijos. Desgraciadamente, no todos los hijos aceptan este regalo tan único y maravilloso del Señor -Su Hijo- y por eso hay tanto sufrimiento y miseria en su tierra.

Oren, Mis hijos, oren por todos los hijos del Señor, porque así ellos tienen una oportunidad de encontrar al Padre finalmente. Recuerden Mis palabras: ¡la oración es poderosa! Así que úsenla para la salvación de todos los hijos de Dios, porque aquellos que aún no han encontrado al Padre y a Jesús se están extraviando y sus almas experimentarán mucho sufrimiento.

Ayuden con su oración a salvar también a estas almas y entréguense completamente a Mi Santo Hijo. El día de Su regreso está cerca, así que oren, oren y purifíquense. Sólo el que es puro de corazón y de alma «soportará» la luz de Mi Hijo, pero el que está contaminado por el pecado y no preparado para el Señor tendrá tiempos difíciles.

Por lo tanto, Mis tan amados hijos, oren por todos los hermanos y hermanas en el Señor, porque así todos los corazones se prepararán para ÉL, para su Salvador, y el poder del diablo sobre ellos será quitado. Que así sea.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Mis hijos. Prepárense. Las puertas del Cielo se abrirán y Jesús, Mi Hijo tan amado por Mí, cumplirá Su misión. Por lo tanto, purifíquense,oren a ÉL (en Sus intenciones) y los unos por los otros y manténganse preparados en todo momento.

Su Padre en el Cielo Quien los ama.

Los espero a cada uno de ustedes, porque Mi amor por ustedes es infinito. Nunca se extinguirá, porque YO SOY EL PADRE, EL SEÑOR sobre todo lo que es. Amén

«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada. Vivan de acuerdo con las palabras de la Madre Celestial, pues ella proclama la Palabra del Señor. Prepárense, porque el día glorioso está cerca. Yo, el Ángel del Señor, se lo digo. Amén. Su ángel del Señor.»

Gracias, Mi hija. (Dios Padre sonríe en toda su omnipotencia.)

«La sencillez es lo que nos hace brillar. Sin pretensiones, sólo amor».

(Dios Padre de alguna manera brilla en la simplicidad y al mismo tiempo Todopoderoso, pero amoroso – no encuentro las palabras. Sólo se puede sentirlo y yo verlo porque se me están mostrando con confianza.)

Dios Padre está sonriendo todo el tiempo.

379. La única salida es Mi Hijo — 16.12.2013

Mi hija. Siéntate conmigo. Yo, tu tan querida Madre en el Cielo, quiero decirte hoy esto con respecto a tu noche:

Lo que viste fue el infierno, aunque lo viste solo tenuemente. Viste y sentiste lo que les sucede a los hijos de Dios cuando no se convierten a Mi Hijo. También viste el infierno abrirse y viste el lago de fuego.

Mi hija. Dile a Nuestros hijos que se vuelvan a Jesús, porque ÉL es su única salvación. Has «experimentado» lo terrible que es cuando un alma toma conciencia de esta desesperanza y de que no haya vuelta atrás.

Mi hija. Cuéntales a Nuestros hijos de esto, para que se salven de este terrible destino. Diles que deben empezar a creer, ya que deben creer en una vida después de esta vida para no ser empujados al abismo de forma repentina e inesperada y en estado de shock y pánico. Los demonios sólo están esperando su alma para llevársela a Satanás, y a quien se resista Satanás mismo lo buscará, tal como te lo hemos mostrado esta noche.

Mis hijos. ¡Conviértanse! ¡Lleven una buena vida! De lo contrario, los demonios vendrán a robar su alma y no podrán hacer nada al respecto.

Mis hijos. La oración que le dimos esa noche a María de la Preparación Divina de los Corazones es una oración para librarse de este tormento. ¡Apréndanlo! ¡Porque cuando en la hora de su muerte los demonios vienen a buscar su alma, entonces ésta es la única salvación que aún se les puede dar!

¡Conviértanse ahora y denle a Jesús su SÍ! Entonces se salvarán de este tormento y el diablo perderá el control sobre ustedes. Que así sea. Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Mi niña. Mi hija. La única salida de no caer en ese tormento del infierno es Mi Hijo. Díselo a Mis hijos. Te amo. Yo amo a todos Mis hijos.

Tu Padre en el Cielo. Amén.»

378. La visión del infierno — 15./16.12.2013

Oración No 32

Oración de liberación (en la hora de la muerte)

Querido Jesús. Me consagro Yo y mis seres queridos a Ti por completo. Por favor, ven y sálvame. Amén.

A las 3 de la madrugada me despiertan para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia. Durante la oración repetitiva experimenté lo siguiente: 

Visión 

Los demonios quieren tirarme al infierno. Están a mis lados y detrás de mí. Veo el infierno debajo de mí, luego veo cómo se abre. Su entrada es a través del lago de fuego, que es un remolino que tira hacia abajo. Allí, estos demonios me quieren empujar. Me resisto con todas mis fuerzas, grito, porque me entra pánico. Los demonios no logran empujarme, así que se van y, luego, el diablo mismo está detrás de mí. Suplico al cielo. Jesús me invita a mirar el infierno, a visitarlo, pero solo siento pánico y shock y le digo que lo haría por ÉL, pero si es por mi misma no quisiera ir allí. Siento la mayor agonía, miedo con pánico, y Jesús respeta mi decisión. En este momento, se me envía la oración de liberación. La rezo una y otra vez, y Jesús con Dios Padre y la Madre de Dios se me muestran claramente. Estaban presentes en todo momento, pero no podía verlos todo el tiempo. Son las 4:39 a.m. cuando termina la visión. La Madre de Dios dice: «Esta es una oración de liberación. Órenla».

377. ¡Los engañarán con un gran escenario! — 15.12.2013

Mi hija. La oscuridad y la pesadez se extienden sobre su tierra, porque el diablo está colocando velos de niebla cada vez más espesos a su alrededor para así apartarlos de la luz del Señor. Por lo tanto, mantengan siempre la alegría y el amor en sus corazones, porque aquellos que viven en la alegría y el amor no serán dañados por estos velos. Las nieblas se están espesando y muchos de Nuestros hijos están sufriendo por ello. Sin embargo, ustedes no ven estas nieblas, aún así su corazón las siente, y muchas personas están afligidas por la desolación, la depresión y la tristeza.

Mis hijos. ¡Denle su SÍ a Jesús y estas pesadas nieblas serán quitadas de ustedes! ¡Ya no sufrirán de su ánimo y su corazón se volverá libre y alegre! Vuélvanse a Jesús, a su Señor y Salvador, porque ÉL está ahí para ustedes y los está esperando, porque es ÉL quien los llevará al Padre, sin embargo, deben darle a ÉL su consentimiento.

Mis hijos. El diablo está preparando el «sprint final», por eso estas nieblas son tan profundas, espesas y pesadas. Cuanto más se separan de la luz del Padre, más fácil será para él (nota: el diablo). Sus elegidos malvados pronto se alzarán como vencedores del mal, son obstante, hijos, ¡estén advertidos! ¡Todo es solo un juego malvado! Tan pronto que confíen en ellos, los animen y los acojan, darán un giro de 180 grados y su alma negra saldrá a la luz.

Entonces, Mis amados hijos, no faltará mucho hasta que Mi Hijo regrese, pero manténganse en estado de alerta, porque el maligno se hará pasar por Mi Hijo, pero sus «milagros» no serán del Cielo, sino que vendrán del infierno. Los engañarán a con un gran escenario y muchos de Nuestros hijos caerán en él.

Por lo tanto, mantengan sus ojos y oídos abiertos, aléjense de las masas, escuchen a su corazón e invoquen al Espíritu Santo, pues ÉL los iluminará con claridad, así como el Santo Arcángel Miguel luchará por ustedes con su poderosa espada, sin embargo, pídanle a ÉL que lo haga. Cada día, cada hora, cuando estos tiempos comienzan ahora.

Mis hijos. Disfruten de esta Navidad y pónganse en contemplación completa a Dios. Nuestro Padre en el Cielo los ama a cada uno de ustedes y Su bendición está con cada uno que quiera aceptarla. Acudan a sus Santos Lugares y Santas Misas y hagan uso de los Santos Sacramentos. Así es como se preparan para Jesús, porque ÉL los liberará.

Vengan, Mis hijos, ¡vengan y den su SÍ a Jesús! Yo, su Santa Madre en el Cielo, los espero y los conduzco hacia ÉL.

Vengan y vuelvan a ser hijos felices del Señor. Que así sea.

Su madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

«La Navidad es especial, así que celébrenla como algo especial. Amén.»

Gracias, Mi hija.

376. ¡Están en el mayor de los peligros! — 14.12.2013

Mi hija. Su mundo parece triste. El tráfago de la Navidad los ha distraído de lo esencial, y son pocos los que celebran estos días como deberían en honor de Mi Santo Hijo: en contemplación, en pureza, en preparación y en alegría por el Señor.

Mis hijos. Hace 2000 años el Padre les dio al Hijo, su propia carne y sangre, pero ustedes no lo aprecian y viven una vida en lo exterior. Y esto a pesar de que ¡sólo el Padre es importante! ÉL los creó a ustedes, ÉL está ahí para ustedes, ÉL los cuida a ustedes y a su vida, y EL les da a todos los regalos más maravillosos. Pero ustedes se han alejado, han tomado su vida en sus [propias] manos y se han recortado de AQUEL QUE les dio la vida.

Mis hijos. ¡Este no es el camino! ¿Realmente no lo ven? Mal guiados y desorientados van «tambaleando» por esta vida, y la mayoría de ustedes ni siquiera sabe a dónde van. Están sin rumbo y mal dirigido, pues si supieran a dónde puede llevarlos esta vida, entonces se darían vuelta instantáneamente y orarían y suplicarían al Padre por gracia, ayuda y misericordia. Pero como ya no creen y sólo confían en sí mismos, no ven hacia dónde están yendo, ¡y así tantos de ustedes serán «devorados» por el diablo!

Han abolido el infierno para ustedes y han descartado una vida después de la muerte. ¡Error! ¡Están en el mayor de los peligros! Encuentren su camino de vuelta al Padre y denle su SÍ a Jesús, porque sólo ÉL los guiará a casa, y sólo con ÉL experimentarán las glorias del Señor.

Vengan, Mis hijos, vengan, porque el Padre los ama mucho. ÉL creó a cada hijo con el mayor amor, y los está esperando a cada uno con su Corazón de Padre abierto, que irradia el más puro amor por cada uno de ustedes.

Así que vengan a Jesús y encuentren el camino hacia el Padre. Entonces las promesas también se harán realidad para ustedes y su eternidad será de gran alegría y paz.

Así que vengan, Mis hijos, y den su SÍ a Jesús. Yo, su Santa Madre del Cielo, los pido esto y prometo conducir hacía Mi Hijo a todo hijo que se dirija a Mí.

Los amo. Amén.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«No queda mucho tiempo. Conviértanse.» (Jesús y Dios Padre están allí. Están caminando los tres juntos.)

375. ¡No sigan ciegamente a los medios de comunicación y a los gurús! — 13.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo, Mi amada hija, y escucha lo que tengo que decir al mundo:

Mis hijos. Yo, su Santo Jesús, Salvador y Redentor de todos los hijos de Dios, he venido a Mi hija, hijos Míos, para decirles lo siguiente:

Quien no quiera unirse a Mí, su Jesús, quien permanezca ciego y sordo a las palabras del Cielo, quien no quiere cambiar, que no quiere prepararse, que le digan que no le queda mucho tiempo más.

El diablo trabaja fuertemente contra todo lo que es bueno y santo, y sus velos de niebla cubren ahora su mundo cada vez más densamente. De esta manera están atrapados y sin vista, pues sólo ven lo que los rodea.

¡Abran sus corazones para recuperar su visión! Vean y escuchen lo que está ocurriendo en todo el mundo. Pero no sigan ciegamente a los medios de comunicación y a los gurús, porque sólo les muestran lo que el diablo quiere que vean.

Confíen en el Cielo y en sus santos. ¡Vivan con los ángeles y conmigo! Todos Nosotros estamos a su disposición para mostrarles el camino, y por muy espesa que sea la niebla, conmigo encontrarán el camino al Padre.

Mis hijos. Vengan a Mí, a su Jesús, y no sigan esperando más. Tengo tantos regalos guardados para ustedes. Confíen en Mí. ¡Entréguense a Mí! Y estén siempre preparados para Mi segunda venida. Pronto, muy pronto, les mostraré el camino y deben haberse preparado para Mí. Porque Yo traigo el amor y la misericordia del Padre y ustedes deben ser puros para aceptarlos.

Mis hijos. ¡Hagan penitencia, expíen y arrepiéntanse! Acepten sacrificios por aquellos que aún no Me conocen. Sean buenos los unos con los otros y vivan Mi amor, entonces estarán preparados para Mí en ese gran día que vendrá muy pronto.

Los amo, Mis hijos. Denme su SÍ y Yo estaré con ustedes y los cuidaré. Que así sea.

Su Jesús Quien los ama.

Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.

«Mi Hijo los ama. Amén.

Su Madre en el Cielo.»