387. ¡En cuanto empiecen a vivir con Jesús, se les abrirán las puertas del cielo! — 24.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir. Siéntate conmigo y escucha lo que quiero compartir con Nuestros hijos hoy:

Hace algo más de 2000 años a Mí, su Santa Madre en el Cielo, Me fue comunicado por el Arcángel Gabriel la Buena Noticia que naciera el Señor a través de Mí, Su sierva elegida.

Mis hijos. Yo también era sólo una sierva del Señor, que se esforzaba por vivir según Su voluntad y así complacerle a ÉL, porque el amor del Señor era todo lo que Yo, la pequeña María, anhelaba.

Jamás habría ni si quiera soñado que podría ser Su sierva elegida para esta gran misión, pero el Señor Me eligió a Mí, Su humilde alma, para recibir y dar a luz al más bello, al más maravilloso, al más bendito y al más milagroso de todos los regalos, Su Santísimo Hijo que ÉL dio al mundo para traer la paz a los corazones de la humanidad e inundarlos de amor, para perdonar sus pecados y concederles la entrada en Su Reino maravilloso que supera todo a través de la redención que Su Hijo encarnado traería -y ha traído- para ustedes, Su rebaño de hijos, para que cada hijo pueda volver a ÉL, al Padre Todopoderoso, y pueda vivir en el verdadero y divino amor del Señor.

Hoy, después de estos 2000 años, esta redención es inminente para todos los hijos de la tierra, pues con el regreso del Señor, la Segunda Venida de Su Hijo, se cumplirá la profecía de 1000 años de paz en Su Nuevo Reino, sin embargo, Mis tan amados hijos, sólo serán llevados aquellos que hayan profesado su fe en ÉL, Jesús, su Salvador.

Por eso, Mis hijos tan amados por Mí, los imploro: ¡Conviértanse! ¡Devuélvanse! ¡Prepárense para Mi Hijo! Porque una vez que ÉL esté aquí, será demasiado tarde para muchos de ustedes.

Escuchen Mi llamada maternal, que viene de las profundidades de Mi Corazón que tanto los ama, y corran a Jesús, a Sus brazos abiertos, tan amorosos.

¡Denle a ÉL su SÍ y comiencen a compartir su vida con ÉL! Inviten a ÉL que venga a sus corazones, a su mesa, a su lado. ¡Compartan cada día de nuevo con ÉL! ¡Conságrense a ÉL! Entréguense a ÉL. Y ámenlo a ÉL.

Mis hijos. En cuanto empiecen a vivir con Jesús, se les abrirán las puertas del cielo y les sucederán cosas maravillosas.

Crean y confíen, porque así será.

Los amo, Mis hijos, y de corazón les deseo una Navidad bendecida en la alegría de Mi Hijo y en profundo amor divino.

Gracias, Mis hijos, por responder a Mi llamada.

Su Madre en el Cielo Quien tanto los ama.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

(Dios Padre y Jesús están allí y llevan a la Madre de Dios en medio Ellos. Entonces suben juntos al Cielo y envían Sus gracias, que hoy son demasiados grandes, sobre toda la tierra. Están sonriendo con cariño.)

«La celebración en el Cielo será grande hoy». Un ángel del Señor en la puerta del Cielo.

(Veo como ellos (santos, ángeles, etc.) se están todos reuniendo para celebrar la fiesta del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Es hermoso.)

«Mi hija. Informa de esto a Nuestros hijos. La temporada navideña continúa hasta la Epifanía. Amén. Esta es la estación del año bendita. Amén». (Madre de Dios y Jesús)

386. ¡Vean la mano extendida del Señor y acéptenla! — 23.12.2013

Estoy triste porque ustedes no honran al Señor. Gastan su tiempo en cosas materiales y no se dan cuenta de lo que es lo más importante. La Navidad es la fiesta de Cristo. El Señor les ha nacido, pero a la mayoría de ustedes no les importa. EL vivió para ustedes. EL murió por ustedes. EL les quitó toda la culpa. Él los ama. Si embargo, ustedes LO ignoran, LO pisotean, LO deshonran, profanan Sus iglesias y se burlan de ÉL.

Mis hijos. Detengan esto, porque la caída será la suya. Vean la mano extendida del Señor y acéptenla, de lo contrario vendrá el diablo. Ése los quemará en el lago de fuego y les infligirá el mayor tormento. Así que acepten la mano del Señor y comiencen a amarlo nuevamente. Porque sólo ÉL es el camino a la eternidad, pero el diablo es el camino al infierno.

¡Despierten! Prepárense, porque el Señor vendrá de nuevo. Quien no se vuelva a ÉL se perderá, porque quien niegue su SÍ al Señor le da al diablo poder sobre sí mismo, y ése lo arrastrará con él a la condenación eterna.

¡Así que vengan a Jesús! Muéstrale respeto y honor. Entonces ÉL realizará Sus milagros en ustedes y los llenará del amor del Señor.

Vengan antes de que sea demasiado tarde.

Yo, su San Josep de Calassenç, se lo digo. Amén.

Vete, Mi hija. La bendición del Señor sea contigo y los tuyos. Díselo también a N.N. y a su familia. Amén.

385. ¡El Santo Padre del Cielo les está concediendo en estos días gracias extraordinarias! — 23.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias que hayas/an venido. Feliz Navidad también para ustedes, Mis hijos. Celebren esta fiesta en la contemplación y lleven el amor en sus corazones por todos los que sufren penurias y/o no saben experimentar el amor del Señor, especialmente en estos días.

Mis hijos. Acuérdense de todos los hijos de Dios de esta tierra especialmente en estos días y oren para todos ellos. La bendición del Señor estará con ustedes y con aquellos por los que oren.

Mis hijos. ¡Entren en contemplación! Lleven el amor en sus corazones y disfruten de este maravilloso tiempo, porque las gracias del Cielo son grandes y el Santo Padre del Cielo les está concediendo en estos días gracias extraordinarias.

Mis hijos. Encuentren todos ustedes el camino hacia Mi Hijo y entréguense completamente a Él. Entonces, por fin, sus corazones pueden sanar y experimentar el amor perfecto del Padre. Su alma también sanará, pues el Padre le quita toda la carga a través del Hijo, pero deben reconocerlo a ÉL y darle su SÍ. Todavía no es demasiado tarde para esto, pero no hay que perder tiempo. El tiempo de la preparación terminará pronto, y entonces será demasiado tarde para ustedes. El diablo se apoderará de su alma, porque no han elegido el camino a casa, por lo que se han extraviado y no se dieron cuenta del peligro a tiempo.

Dense vuelta, Mis hijos, y déjense llenar por el amor de Mi Hijo. EL Que es Santo fue enviado por el Padre para redimirlos, y con esta Navidad celebran esta gran alegría y la esperanza encarnada, la «Fiesta de la Redención».

Mis hijos. Jesús los ama. Él quiere abrazar a cada uno de ustedes con su Amor Divino y llevarlos a casa, al Padre, porque EL sabe lo difícil que es la vida en la tierra, EL sabe lo astutas que son las tentaciones del demonio, EL sabe de todas sus preocupaciones y miedos y quiere liberarlos y redimirlos de la desgracia que se han forjado ustedes mismos.

Dense una oportunidad a ustedes mismos y a ÉL, porque Su amor por ustedes es tan grande que ustedes serán curados* en el acto en cuanto se hayan involucrado realmente con ÉL. Que así sea. Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

(*Nota: Aquí no se refriere a la curación física).

«Dile al mundo que ore por Mis hijos. Díselo a toda la gente, porque todavía se necesita mucha oración y muchas almas de muchos niños están sufriendo en agonía.

Oren por los más pequeños, pero oren también por sus padres. Amén.

Gracias. Una feliz fiesta.

Su Santa Teresa del Niño Jesús.»

384. ¡El Señor ahora pronto enviará a su Hijo a la tierra! — 22.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Dile a Nuestros hijos que mantengan la paz en sus corazones. Diles que permanezcan en el amor y que sean buenos los unos con los otros – y diles que se preparen para el Señor, porque pronto Jesús vendrá a ustedes y los llevará con ÉL, y para esto ustedes deben estar preparados y libres de pecado.

Mis hijos. No hay nadie entre ustedes que esté libre de pecado, sin embargo, sí hay aquellos hijos entre ustedes que buscan los Santos Sacramentos y se esfuerzan por no ceder al pecado. Es decir, ellos viven su vida con Nosotros, visitan la Santa Confesión, viven lo mejor que pueden como Dios Padre quiso, y cuando faltan [caen en pecado] se arrepienten, hacen penitencia y también aceptan el sufrimiento por los demás, por los que viven lejos del Señor.

Ellos oran por todas las personas, y piden por todos. Viven en su mayoría introvertidamente. No se «complacen» con cosas externos terrenales, es decir, se mantienen alejados de las distracciones del diablo lo mejor que pueden. Ellos anhelan sólo a Nosotros, pues su verdadera alegría está en el Señor, y nada puede llenar sus corazones excepto el Señor mismo, así como a través de Nosotros, Sus Ayudantes Celestiales.

Mis hijos. Una vida en lo exterior llava consigo grandes peligros para todos Nuestros hijos, porque el diablo los acecha en cada esquina. Está en cada recodo del camino y está siempre presente para captar las almas.

Por lo tanto, ¡vuelvan a su interior! Vuelvan a contemplar a Dios, Nuestro Señor, y a Jesús, Su Hijo encarnado para ustedes. Encuentren el camino que los hace feliz, porque es sólo el camino hacia el Señor, de vuelta a casa, a su Creador, el que los llena de verdad y les da así una felicidad duradera.

Vengan, Mis hijos, vengan y vuelvan a entregarse ustedes mismos y a sus vidas al Señor. Quien encuentre su camino hacia el Padre alcanzará la eternidad, pero quien siga huyendo hacia lo exterior experimentará mucho sufrimiento en el aquí y ahora, y la eternidad al lado del Señor no le será concedida.

Así que vengan, Mis hijos, y denle a Jesús su SÍ. Entonces Sus milagros también pueden comenzar en su vida y su corazón puede danzar lleno de alegría. El camino del Señor es el camino a la eternidad, a la felicidad, a la alegría, a la paz y el amor. Al que la recorre no le faltará nada, pues tiene todo lo que necesita y siempre será cuidado.

Así que vengan, Mis hijos, y no esperen más, porque el tiempo de preparación es corto, y el Señor ahora pronto enviará a su Hijo a la tierra.

Aprovechen esta oportunidad y denle a Jesús su SÍ, entonces este encuentro será de la mayor alegría y belleza.

Que así sea.

Los amo.

Su Madre en el Cielo y los Santos. Amén.

383. Conságrense a Mí en esta Navidad y desde ahora vivan completamente conmigo — 21.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo, Mi hija, y escucha lo que tengo que decir al mundo:

Yo, su Jesús, concederé Mi Amor a cada uno de ustedes que Me deje entrar en su corazón. Yo lo guiaré, lo sanaré y lo cuidaré, pero debe entregarse y encomendarse completamente a Mí, su Jesús.

Mis hijos. Quien se entrega completamente a Mí no sufrirá, porque su alma se ha encomendado a Mí y Yo la protegeré y la purificaré, la sanaré y la elevaré.

Mis hijos. Entréguense totalmente a Mí, su Santo Jesús, porque Mi Misericordia perdonará todos sus pecados. Mi bondad cuidará de ustedes y Mi Amor los inundará, pero deben venir a Mí, su Jesús que tanto los ama, encomendarse, entregarse y consagrarse completamente a Mí, porque entonces podré obrar Mis milagros en y sobre ustedes y su alegría será grande y maravillosa.

Su corazón estará leno de Mi Santo Amor y sus preocupaciones se desvanecerán. El maligno, aunque los persigue, porque quiere robar todas las almas y especialmente las más cercanas a Mí, ya no tendrá poder sobre ustedes, porque ustedes están bajo Mi protección y Mi cuidado, y nada puede hacer el diablo para causar un daño duradero.

Mis hijos. Confíen completamente en Mí. Entréguense ustedes mismos, sus vidas, sus seres queridos y todos sus asuntos a Mí. Entonces un trozo del cielo ya habitará en ustedes y ustedes empezarán a entender los secretos del Señor. Aprenderán a involucrarse cada vez más en lo que el Padre ha pensado para ustedes desde el principio de los tiempos, y llevarán una gran alegría en su corazón.

Mis hijos. Conságrense a Mí en esta Navidad y desde ahora vivan completamente conmigo.

Los amo, Mis hijos. Pronto el Padre Me enviará a ustedes, porque el fin está cerca y los días del diablo están contados. Perseveren y vengan a Mí.

Su Jesús Quien los ama.

Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.

«Mi Hijo ha hablado. Sigan Su llamada, pues todo aquel que se Le entregue a ÉL, se consagre y se encomiende a ÉL, le concederé Mis gracias especiales. Que así sea.

Su Padre en el Cielo Quien los ama. Amén.»

«Mi hija. Divulga esto. El segundo día de la fiesta de Navidad sería/es un hermoso día para este mensaje. Amén. Tu Madre en el Cielo.»

«Que así sea». Dios Padre sonríe.

382. ¡Vuelvan a encontrar a los verdaderos valores de la vida! — 19.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir. El tiempo previo a la fiesta de Mi Santo Hijo es un tiempo especial y sirve para preparar su alma y su corazón para el nacimiento y el regreso de Mi Hijo.

Aprovechen este tiempo como tal y vuelvan a contemplar el valor y la esencia de la vida, porque es el amor lo que deben vivir, sin embargo, el diablo les ha «vendido» otra cosa bajo el concepto de amor y ahora ya no entienden lo que es el amor, sino que están vagando en el pantano del diablo, envuelto en velos de niebla y no ven que es lo esencial, no ven que Dios Padre los está esperando, no ven para qué sirve esta vida aquí en la tierra y no ven la mano tendida de Mi Hijo que quiere liberarlos de este pantano.

Mis hijos. Den su SÍ a Jesús y vuelvan a encontrar a los verdaderos valores de la vida. Trátense con respeto, a ustedes mismos y a sus hermanos, y amen al prójimo como a sí mismos. Esto es tan difícil para ustedes, porque no ven en el corazón del otro. Tengan la certeza de que hasta el más malvado sigue teniendo un corazón y que en algún lugar ahí todavía hay una pequeña luz encendida. ¡Pero con su amor deben hacer que esta luz brille en la otra persona, para que ella (la otra persona) también pueda volver a descubrir y vivir el amor en sí misma!

Mis hijos. Los amo tanto. Encuentren el camino hacia Mi Hijo, entonces encontrarán el camino a casa. Nada los detendrá en este camino de amor y serán ricamente bendecidos, porque quien haya encontrado a Mi Hijo será bendecido con las gracias del Señor y le ocurrirán Sus milagros.

Mis hijos. Enfrenten a todas personas con amor y recuerden que, si el otro es grosero, pendenciero y malvado, está extraviado. Oren por él, que el Espíritu Santo le ilumine y vean siempre la llama del Señor en el otro. Entonces les será más fácil soportar las maldades y el otro será cambiado por su oración.

La omnipotencia del Señor no tiene límites, así que entréguenle a ÉL todos hijos. No peleen, sino pidan por la paz al Señor.

Los amo. Aguanten un poco más. Vuelvan a su interior y oren en las intenciones de Mi Hijo, porque todavía se necesita mucha oración.

Gracias, Mis hijos.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

«Oren por los niños. Sus oraciones serán escuchadas».

Su Santa Teresa del Niño Jesús

381. ¡Déjense caer en este amor del Señor que todo lo perdona, que todo lo cura, que todo lo impregna y que tanto llena! — 18.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Todos ustedes están soportando estos días. Muchas almas serán «iluminadas» por esto, por lo tanto, ofrezcan TODO al Señor, porque así ÉL puede utilizarlo donde se necesita urgentemente, y así muchas almas más encontrarán su camino hacia ÉL.

Mis hijos. Perseveren. El tiempo del fin es corto. Pronto ya entrarán en el Nuevo Mundo, pero sólo para el que haya profesado su fe a Jesús se abrirán las puertas del Nuevo Reino.

Mis hijos. Conviértanse y denle su SÍ a Jesús. Entonces los milagros del Señor también pueden ocurrir en su vida y los reconocerán como tales. A muchos de ustedes ya se les están regalando Sus «riquezas» en este tiempo tan precioso y santo, pero su corazón aún no está abierto y por eso no ven cuán graciosamente el Padre les está gratificando.

Mis hijos. ¡Abran sus corazones a Jesús y al Padre! ¡Dejen que entren [a sus corazones] y compartan su vida con ellos! Dios Padre es un Padre amoroso y este amor es sanador y sin expectativas. Así que vengan, Mis hijos, vengan y déjense caer en este amor del Señor que todo lo perdona, que todo lo cura, que todo lo impregna y que tanto llena.

Mi bendición está con ustedes y el amor de Mi Hijo lo doy a quien Me lo pida. Amén. Que así sea. Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Celebren los días de festejo contemplativamente y vengan a Mí, a su Jesús, porque quiero regalar Mi amor a cada uno de ustedes y la gracia de Mi Padre espera a todo el que venga a Mí.

Con profundo amor,

Su Jesús. Amén.»

Gracias, Mi hija. Vete ahora.

380. ¡Las puertas del Cielo se abrirán y Mi amado Hijo cumplirá su misión! — 17.12.2013

Mi hija. Hagan un hermoso día y disfruten del adviento (y todo el tiempo de Navidad) en preparación a Mi Hijo, pues ÉL les ha nacido, para la redención de los pecados de ustedes.

Mis hijos. Jesús los ama. Es el amor por y la obediencia al Padre lo que hizo que ÉL aceptara este sacrificio y la entrega de SU vida por ustedes, Mis hijos, pues ÉL, aunque es el Hijo del Padre Todopoderoso, concebido por SU Espíritu Santo y anunciado por el Santo Arcángel Gabriel, nació con libre albedrío, pero lo usó para el Padre y así preparó el camino para que todos los hijos de Dios entraran en la paz eterna al lado del Padre.

Mis hijos. Desgraciadamente, no todos los hijos aceptan este regalo tan único y maravilloso del Señor -Su Hijo- y por eso hay tanto sufrimiento y miseria en su tierra.

Oren, Mis hijos, oren por todos los hijos del Señor, porque así ellos tienen una oportunidad de encontrar al Padre finalmente. Recuerden Mis palabras: ¡la oración es poderosa! Así que úsenla para la salvación de todos los hijos de Dios, porque aquellos que aún no han encontrado al Padre y a Jesús se están extraviando y sus almas experimentarán mucho sufrimiento.

Ayuden con su oración a salvar también a estas almas y entréguense completamente a Mi Santo Hijo. El día de Su regreso está cerca, así que oren, oren y purifíquense. Sólo el que es puro de corazón y de alma «soportará» la luz de Mi Hijo, pero el que está contaminado por el pecado y no preparado para el Señor tendrá tiempos difíciles.

Por lo tanto, Mis tan amados hijos, oren por todos los hermanos y hermanas en el Señor, porque así todos los corazones se prepararán para ÉL, para su Salvador, y el poder del diablo sobre ellos será quitado. Que así sea.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Mis hijos. Prepárense. Las puertas del Cielo se abrirán y Jesús, Mi Hijo tan amado por Mí, cumplirá Su misión. Por lo tanto, purifíquense,oren a ÉL (en Sus intenciones) y los unos por los otros y manténganse preparados en todo momento.

Su Padre en el Cielo Quien los ama.

Los espero a cada uno de ustedes, porque Mi amor por ustedes es infinito. Nunca se extinguirá, porque YO SOY EL PADRE, EL SEÑOR sobre todo lo que es. Amén

«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada. Vivan de acuerdo con las palabras de la Madre Celestial, pues ella proclama la Palabra del Señor. Prepárense, porque el día glorioso está cerca. Yo, el Ángel del Señor, se lo digo. Amén. Su ángel del Señor.»

Gracias, Mi hija. (Dios Padre sonríe en toda su omnipotencia.)

«La sencillez es lo que nos hace brillar. Sin pretensiones, sólo amor».

(Dios Padre de alguna manera brilla en la simplicidad y al mismo tiempo Todopoderoso, pero amoroso – no encuentro las palabras. Sólo se puede sentirlo y yo verlo porque se me están mostrando con confianza.)

Dios Padre está sonriendo todo el tiempo.

379. La única salida es Mi Hijo — 16.12.2013

Mi hija. Siéntate conmigo. Yo, tu tan querida Madre en el Cielo, quiero decirte hoy esto con respecto a tu noche:

Lo que viste fue el infierno, aunque lo viste solo tenuemente. Viste y sentiste lo que les sucede a los hijos de Dios cuando no se convierten a Mi Hijo. También viste el infierno abrirse y viste el lago de fuego.

Mi hija. Dile a Nuestros hijos que se vuelvan a Jesús, porque ÉL es su única salvación. Has «experimentado» lo terrible que es cuando un alma toma conciencia de esta desesperanza y de que no haya vuelta atrás.

Mi hija. Cuéntales a Nuestros hijos de esto, para que se salven de este terrible destino. Diles que deben empezar a creer, ya que deben creer en una vida después de esta vida para no ser empujados al abismo de forma repentina e inesperada y en estado de shock y pánico. Los demonios sólo están esperando su alma para llevársela a Satanás, y a quien se resista Satanás mismo lo buscará, tal como te lo hemos mostrado esta noche.

Mis hijos. ¡Conviértanse! ¡Lleven una buena vida! De lo contrario, los demonios vendrán a robar su alma y no podrán hacer nada al respecto.

Mis hijos. La oración que le dimos esa noche a María de la Preparación Divina de los Corazones es una oración para librarse de este tormento. ¡Apréndanlo! ¡Porque cuando en la hora de su muerte los demonios vienen a buscar su alma, entonces ésta es la única salvación que aún se les puede dar!

¡Conviértanse ahora y denle a Jesús su SÍ! Entonces se salvarán de este tormento y el diablo perderá el control sobre ustedes. Que así sea. Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Mi niña. Mi hija. La única salida de no caer en ese tormento del infierno es Mi Hijo. Díselo a Mis hijos. Te amo. Yo amo a todos Mis hijos.

Tu Padre en el Cielo. Amén.»

378. La visión del infierno — 15./16.12.2013

Oración No 32

Oración de liberación (en la hora de la muerte)

Querido Jesús. Me consagro Yo y mis seres queridos a Ti por completo. Por favor, ven y sálvame. Amén.

A las 3 de la madrugada me despiertan para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia. Durante la oración repetitiva experimenté lo siguiente: 

Visión 

Los demonios quieren tirarme al infierno. Están a mis lados y detrás de mí. Veo el infierno debajo de mí, luego veo cómo se abre. Su entrada es a través del lago de fuego, que es un remolino que tira hacia abajo. Allí, estos demonios me quieren empujar. Me resisto con todas mis fuerzas, grito, porque me entra pánico. Los demonios no logran empujarme, así que se van y, luego, el diablo mismo está detrás de mí. Suplico al cielo. Jesús me invita a mirar el infierno, a visitarlo, pero solo siento pánico y shock y le digo que lo haría por ÉL, pero si es por mi misma no quisiera ir allí. Siento la mayor agonía, miedo con pánico, y Jesús respeta mi decisión. En este momento, se me envía la oración de liberación. La rezo una y otra vez, y Jesús con Dios Padre y la Madre de Dios se me muestran claramente. Estaban presentes en todo momento, pero no podía verlos todo el tiempo. Son las 4:39 a.m. cuando termina la visión. La Madre de Dios dice: «Esta es una oración de liberación. Órenla».