1400-19. Parte 2, Mensaje de Juan, el 15.03.2023 en un Lugar Santo

El 15.03.2023 en un Lugar Santo

Mensaje de Juan

Mi hija. Yo, tu Juan, he venido a nuevamente instruirte hoy.

Mi hija. Lo que vi hace tanto tiempo a través del Santo Ángel del Señor y Creador es lo que ya está sucediendo hoy en su mundo.

Vi el final hace tanto tiempo, pero también vi cuánto los protege su oración.

El Padre no los deja solos en ningún momento, deben saber esto para poder aguantar, perseverar. Así que recen e imploren al Padre en el Cielo, porque ÉL, su Creador que los ama, escucha a sus hijos suplicantes. Este fue un consuelo para Mí, el mayor consuelo, cuando vi las imágenes que Me mostró Su Santo Ángel.

Mi hija. Vi mucha calamidad y vi mucho sufrimiento, pero había muchos hijos orantes y fieles a Jesús que se mantuvieron firmes y aguantaron hasta el final. Eran los hijos de la luz de Jesús.

En ningún momento se desviaron del camino verdadero, en ningún momento dudaron del amor y del cuidado del Señor. No se convirtieron en mártires, porque el Señor, nuestro Salvador, los elevó al final de los tiempos y esta «esperanza», esta «confianza» y esta «fe» les dieron la fuerza para pasar por CUALQUIER COSA y para no aceptar NADA de lo que el maligno quisiera imponerles.

El Señor, Jesucristo, estuvo SIEMPRE a su lado. ÉL guio a estos hijos de la verdadera fe en ÉL, cautelosamente y velando por ellos, a través de este tiempo de horror, a través de todo el tiempo final.

Su fe fue severamente probada, al igual que su confianza, pero ellos superaron cada obstáculo y permanecieron completamente protegidos por el SEÑOR.

Estos serán los hijos del Nuevo Reino, Mi hija, y su esperanza y su confianza y su fe les hará soportar y pasar por cualquier cosa. Ellos «perseveran» y oran y suplican mucho y fervientemente. Estos hijos no se perderán, y esperarán y experimentarán el regreso del Señor con la mayor alegría y esperanza. Yo vi esto para el final de este tiempo, Mi hija, fue una verdadera alegría y alivio para Mí.

Pero los otros que no fueron fieles Me causaron la mayor tristeza. Los vi perderse uno tras uno. Cayeron como «alimañas» en el infierno de Satanás, ¡y él se solazó con su sufrimiento!

El anticristo había engañado a muchos, ¡y ellos también cayeron como alimañas en el infierno!

Y vi muchos mártires. Estos no «abandonaron» a Jesús, ¡y su alma ascendió inmediatamente!

Hijos, no tienen nada que temer ¡mientras permanezcan fieles al Señor Jesucristo! Pero si no lo hacen, se convertirán en las alimañas que vi y caerán en el infierno. Nadie podrá ayudarlos, porque el anticristo NO dejará ir a nadie que una vez haya atraído hacia sí.

Así que estén advertidos, porque cualquiera que caiga en él -y serán muchos, muchos- ¡no tendrá una segunda oportunidad!

¡Ustedes deben permanecer fuertes y firmes y darse cuenta de que la vida en la tierra es sólo una fracción mínima de su eternidad!

Así que vivan para esto, la eternidad en el Reino del Señor, porque el que no se ha preparado para la eternidad experimentará un duro despertar en las garras de Satanás. Todo esto Me lo mostró el Santo Ángel, y el horror de aquellos hijos que al final, cuando ya era demasiado tarde para el arrepentimiento, cayeron en el infierno del maligno.

Este es un estado de absoluta agonía del alma, pues se dan cuenta de que deberían haber confiado en Jesús. Esta toma de conciencia les trae un sufrimiento eterno y le trae a ustedes, a su alma, la mayor agonía y tormento.

Pero el diablo sólo se ríe de ustedes, y el tormento y la agonía que les traerá no es nada comparado con el tormento al que puede ser sometido el cuerpo humano durante su vida, es decir: el dolor físico pasa a más tardar con la muerte, Mis hijos, pero el [dolor] espiritual aumenta y su alma será torturada (atormentada/martirizada) por toda la eternidad, ¡si caen en el infierno de Satanás!

Vi que a TODOS los hijos de la tierra se les dio todavía una gran oportunidad para arrepentirse, y Yo, su Juan, sólo puedo pedirles: ¡acéptenla!

¡No sigan dejándose seducir por las tentaciones transitorias del diablo, sino recen, recen y supliquen! ¡Conviértanse y encuentren a Jesús! ÉL es el camino al Padre y a la Vida Eterna en la Gloria, ¡y ÉL es el camino al Nuevo Reino!

¡Así que no desperdicien esta gran oportunidad para la eternidad en el Reino de los Cielos! ¡Acéptenla y prepárense!

¡Sólo así su alma no caerá presa de los tormentos eternos del diablo! ¡Sólo así podrán sobrevivir al último tiempo!

¡La oración protege! ¡La oración cambia! ¡Y el Padre escucha a Sus hijos suplicantes!

Todo esto vi para el final de este tiempo, y vi y les digo que este tiempo es ahora. Amén.

Escucha al Padre, su Creador, pues sólo ÉL es el amor que anhela su alma.

Sus mandamientos son ley, tanto en el pasado como hoy y para siempre. Tómenlos a pecho y vivan de acuerdo con ellos, entonces no tendrán nada que temer. Amén.

¡Examínense, pues quien no se examina a sí mismo puede fácilmente pasar algo por alto, y caerá profundamente si no es honesto [consigo mismo]!

Así pues, tomen a pecho los mandamientos del Padre, porque sólo con ellos entrarán en el Reino de los Cielos. Amén.

Vi lo que pasó, Mis hijos, y vi cómo muchos decían ser buenos, pero no lo eran. No vivían los mandamientos del Señor, hacían excepciones a ellos para sí mismos y para los demás y los torcían para adaptarlos a su bienestar.

El mayor pecado en su tiempo hoy es la fornicación y el aborto, Mis hijos, ¡y ahora vean cómo esta culpa de sangre se aferra a tantos de ustedes!

¡Pidan perdón y confiésense, hagan penitencia, arrepiéntanse y expíen! Regalen al Señor su sacrificio de penitencia para que sean liberados de esta culpa tan cruel.

El Señor es misericordioso y ÉL perdona sus pecados, pero deben llevarlos ante ÉL con un corazón verdaderamente contrito y ¡deben darse vuelta! ¡De poco sirve la confesión a quien se confiesa y no cambia! El que se confiesa y realmente quiere alejarse del pecado, ¡el Señor le ayudará! Pero deben pedir, orar y suplicar que ÉL les ayude, porque muchos de ustedes están profundamente enredados en él, en el pecado, que difícilmente pueden salir de él por sí mismos. Así que pidan, oren y supliquen, porque el Señor es misericordioso, yo también vi esto para el fin de los tiempos.

Es muy extenso lo que el ángel me mostró y explicó, y tuve que hacer muchas preguntas, y sin embargo es inevitable encontrar a Jesús y escapar del pantano del pecado de su tiempo presente.

Sin conversión [arrepentimiento] no hay salvación, Mis hijos. Esto es lo que vi y que quiero compartir hoy con ustedes.

Escuchen al Señor y Padre y encuentren a Jesucristo, de lo contrario no habrá salvación para ustedes. Perecerán, porque lo que está por venir será terrible, y sólo un hijo verdaderamente fiel se mantendrá firme hasta el final. Amén.

Yo, su Juan, les traigo hoy este mensaje, porque el tiempo de preparación se acerca a su fin. Así que aprovéchenlo y estén preparados, preparados para Jesús. Amén.

Díselo a los hijos, Mi hija. Es lo que el ángel Me mostró y explicó y es para este tiempo. Amén.

Tu Juan. Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén.

1400-18. Parte 2, Mensaje de Juan, el 14.03.2023 en un Lugar Santo

El 14.03.2023 en un Lugar Santo

Mensaje de Juan

Mi hija. Me viste en «Mi» cueva cuando se Me aparecía el Ángel del Señor y Padre. Yo estaba agradecido y temeroso. El ángel Me ordenó ver y escribir, preguntar y anotar también Sus explicaciones.

Vi, a través del ángel, lo que sucedería al final de los tiempos, antes de que el Señor, Jesucristo, volviera. Era Su Segunda Venida, Mi hija, y los hijos de la tierra que lo pasaron mal, pero que perseveraron porque confiaban en Él, el Salvador, y en Su Segunda Venida, se sintieron muy felices y aliviados cuando se anunció ese día.

Precediéndolo, amados hijos, estaba Su «Aviso» a la humanidad, es decir, un regalo misericordioso que todos aquellos aceptaron que todavía tenían una chispa de moralidad y amor a Dios en ellos, pero que fue rechazado por aquellos que no querían a Dios y que inflamó su odio al Dios Altísimo de tal manera que se descontrolaron por completo y trataron de «hacer la vida un infierno» para los hijos de Dios, los creyentes y verdaderos hijos del Señor, es decir.: comenzó el tiempo de la gran traición, donde los hijos se «entregaban unos a otros al cuchillo», los amigos traicionaban a los amigos, las familias, los conocidos, los compañeros (de trabajo, de escuela, de deporte, etc.) y los vecinos se traicionaban y entregaban unos a otros al régimen del anticristo. Hijos, fue una época terrible. ¡Especialmente los sacerdotes y religiosos tuvieron que sufrir mucho!

Las misas fueron oficialmente prohibidas, ¡y solo se celebraban las que adoraban a la bestia! (¡)Hijos, hijos, ¡estén advertidos(!), ¡porque vendrá mal y peor! ¡El anticristo se dejará adorar y muchos lo confundirán con nuestro Salvador! (¡)Hijos, hijos, estén advertidos(!), ¡porque lo que parece bueno, no lo es!

Vi que los verdaderos sacerdotes que no habían sido entregados al cuchillo se escondían. Y vi que muchos sacerdotes celebraban el Santo Sacrificio de la Misa escondidos. Pero el miedo a ser descubiertos era grande, sobre todo entre los fieles que visitaron las misas.

Vi grandes campos [de concentración] y que se llevaban allí a muchos inocentes.

“Se” trataba a todas las personas insertarles los chips digitales.

Muchos hijos los llevaban voluntariamente, y vi cómo se convertían en seres cada vez más tecnocráticos, incapaces de vivir sus sentimientos, su inteligencia y sus vidas, pero todo ello fue controlado por una élite superior que intentaba adiestrar a cada ser humano a sus necesidades, y que se convertían en una especie de esclavo tecnocrático-digital, mitad humano, mitad robot.

Hijos, era cruel y horrible ver cómo estas personas ya no tenían ningún autocontrol ni podían tomar decisiones.

Todo esto ocurría a través de chips digitales implantados, y las grandes torres que vi lo hacían posible.

Vi el mundo en el que ya no merecía la pena vivir, porque quien no se dejó implantar [los chips], todo se le apagaba. Ya no tenía dinero, ni casa, ni identidad. “Ellos” lo borraron, y sin embargo estaba vivo, a menos que lo llevaran a un campo [de concentración].

Los campos servían para muchas cosas, y a TODAS las personas les ponían, equiparon con chips. Muchos, sin embargo, fueron asesinados, porque no tenían cualidades útiles o poderes, características corporales para servir a la élite como esclavos tecnocráticos.

Había tumbas comunes, Mis hijos, donde “se” tiraba a la gente como basura, se deshacían de ellos.

Se lo repito ahora una vez más y de forma implorante:

Deben rezar, mucho y con fervor, y suplicar al Padre por mitigación, ¡así como por el acortamiento del tiempo del fin!

Vi cómo sus oraciones ascendían al Padre como incienso, ¡y el Padre y Creador escuchaba a Sus hijos suplicantes!

Tengan siempre valor, pues el Padre interviene, ¡pero cuanto más tiempo se conceda al anticristo, más cruel será para los hombres!

Todo está preparado por parte de aquellos que no los aman, sin embargo, ¡SU oración los protege, frena e impide tanto [mal]!

Recen, pues, Mis hijos, recen, porque Yo, su Juan, ¡he visto lo que ha sucedido y sucederá si dejen de rezar!

Por lo tanto, recen mucho y fervientemente e imploren, porque a través de la oración el Padre intervendrá, mitigará y acortará.

¡Todos ustedes pueden implorar Su mano protectora! ¡Háganlo!

Yo, su Juan, estaba muy entristecido por las imágenes y escenarios que el Santo Ángel Me mostró, pero fue un gran alivio para Mí escuchar del Santo Ángel que la oración tiene tal poder, y cuando es usada por los hijos de la tierra actuará como un escudo para los verdaderamente fieles hijos del Señor, a través de la intervención, la omnipotencia del Padre en el Cielo. Amén.

Los amo mucho. El Padre los ama mucho. Por eso, Mi Libro que vi y escribí y comí se publica, se da a conocer, se revela hoy (en este tiempo). Amén.

Así que escribe y publica lo que Yo, tu Juan, te digo y lo que el Padre Me ordenó hacer. Amén.

Tu Juan. Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén.

1400-17. Parte 2, Mensaje de Juan, el 13.03.2023 en un Lugar Santo

Dios Padre

Mi hija. El libro de Juan continuará siendo revelado a ti ahora. Yo, tu Padre en el Cielo, te instruiré una y otra vez, así como Juan continuará dándote revelaciones. Amén.

El 13.03.2023 en un Lugar Santo

Mensaje de Juan

Mi hija. Yo, tu Juan, he venido a ti para seguir instruyéndote. Mi Libro debe ser revelado, así lo ordenó el Padre. Tú has sido elegida para esta misión, así que escribe ahora lo que Yo, tu Juan, vi y lo que tengo que explicarte a ti y a los hijos. Amén.

Mi hija. Hace mucho tiempo vi cómo la gente es oprimida, adiestrada y ejecutada [matada] por aquellos que se consagraron al diablo, que están sometidos a él, al príncipe del inframundo, y que están «atados» por lazos de sangre. Son los príncipes (líderes) de su mundo, y gozan de la más alta estima en su sociedad.

Ellos actúan en secreto y tienen muchos agentes (secuaces) que a su vez están sometidos a ellos.

Los reclutan para sus objetivos, les dan poder y prestigio mientras hagan lo que les mandan, y los «tienen en sus manos», es decir, los «reclutan», luego los «enredan» y antes de que ellos (los secuaces) se den cuenta, están atrapados en sus círculos y disfrutan de prestigio y dinero, poder e intrigas, de los que ya no saben cómo salir.

Los atrapan en círculos satánicos, por ejemplo grandes logias, donde se les promete ascenso y carrera. Los hacen participar en «juegos» que parecen inofensivos, pero no lo son. Les sabotean hasta que aceptan, o los involucran en todo tipo de aventuras, aquí las [aventuras] sexuales les resultan muy fáciles y luego sirven para chantajearlos. En pocas palabras, les pones un cebo, Mi hija, y luego no pueden liberarse. Muchos tampoco lo desean (liberarse).

El pantano en el que están entrando es grande y se vuelve cada vez más grande, y así es como se mantienen «fieles» a sus secuaces.

La familia que lo controla todo desciende de Satanás. Ustedes no se pueden imaginar lo que él mismo practica en días, eventos especiales con los suyos (sus secuaces). Es sangriento, violento, ritos sexuales y sacrificios…. Mis hijos, ustedes no quieren saber esto, tan cruel y extático, tan bestial y violento que no tendrían paz luego de ver estas imágenes.

De esta familia, que el secuaz individual no conoce personalmente ni por su nombre, se establece todo el mal de su mundo.

Los adoradores del diablo se deleitan en todas las leyes y prácticas del diablo, y lo más grande para ellos es cuando se les permita asistir a una de las pocas celebraciones ocultas de Satanás, cuando él mismo aparece, actúa, ejerce como «anfitrión». Esto está reservado sólo para los más malvados. Uno tiene que estar realmente muy profundamente enredado [con el diablo] para adquirir este «privilegio» o tener algo especial, ser alguien especial, preferiblemente mujer….

Mi hija. Son abominaciones que vi, y las vi sólo para comprender.

Juan entonces me muestra lo siguiente:

Ahora veo la oración ascendiendo perfectamente pura hacia el Padre, y veo a la gente orando, y se genera una distancia entre el «inframundo» en la tierra y lo «celestial» en la tierra, es decir, veo como los hijos orantes están muy cerca del Cielo, todo es puro y me invade una especie de dicha, la certeza de que el Señor nos ama y SIEMPRE cuida de nosotros y no perecemos ni somos arrastrados a este pantano.

Y a los «otros», a los secuaces y a los que celebran los escenarios de las tinieblas, los veo hundirse cada vez más. Se genera una gran, gran distancia formándose entre aquellos de los que habló Juan y los hijos de Dios, y con respecto a aquellos que no se han decidido en favor del Señor veo que estos están entre medio, como en tierra de nadie, y así tienen la oportunidad de dar su sí o, de lo contrario, caer en el infierno, porque ése parece como si estuviera abierto, y todo eso de lo que habló Juan va directo a él [el infierno].

Así es, Mi hija. Yo, tu Juan, vi esto como tú, Mi hija, lo acabas de ver. Los hijos deben tomar su decisión por el Señor, su Salvador y el nuestro, o serán perdidos y caerán a la bestia y la «oscuridad» eterna será su suerte. Ésta, sin embargo, está lleno de tormento y sufrimiento. Por lo tanto, es importante tomar la decisión por el Señor ahora. Amén.

Mi hija. Vi cómo aquellos que querían diezmarlos erigieron grandes torres. Desde estas torres, o a través de estas torres, fueron capaces de lograr muchos maleficios. Muchos hijos se enfermaron, porque (las torres) irradiaban radiación. Otros hijos murieron, porque les golpeó como en el corazón. Otros sufrieron tormentos, dolores en el cuerpo, la cabeza y las extremidades, a otros les costaba respirar, estaban débiles, sin fuerza y cansados, otros se mareaban y se ponían enfermos y con náuseas. Se desplomaban, escupían y estaban enfermos. Otros reaccionaban a ellas [las torres], es decir, hacían lo que se les ordenaba a través de las torres. Otros hacían cosas raras, se agitaban y parecían locos. Hijos, fue espantoso lo que vi, y lo vi al final de los tiempos.

Son sus torres equipadas con 5G, y mucho sufrimiento les traen y les traerán, porque son para controlarlos y no traen nada bueno ni beneficioso para ustedes.

No necesitan 5G para su wifi, eso ya lo sabe la mayoría de ustedes, así que pregúntense: ¿para qué sirven estas torres?

Miren cuánto sufrimiento les han traído ya, ¡y luego dense cuenta de cuánto(s) sufrimiento(s) más les traerán!

Todos ustedes los que aceptan voluntariamente el 5G y los chips digitales, se ponen voluntariamente en manos del maligno.

Ya están siendo controlados por esa tecnología desde hace mucho tiempo, pero vi mucho mal por venir para este tiempo.

No acepten implantes con chips digitales incorporados, porque se convertirán en seres controlables. También esto Yo vi para este tiempo.

Así que escuchen Mi Palabra, ¡porque vi lo que pasó y cómo vergonzosamente sus «innovaciones» fueron usadas contra ustedes!

Deténganse, pues el maligno cree estar en la meta, ¡pero cualquiera que se detenga y se oponga es un tropiezo (obstáculo) en el progreso del maligno!

Cada oración, amados hijos, y es eso lo que son, dirigida al Padre con amor y sinceridad es su protección para los tiempos finales en los que se encuentran. Amén.

Divulga esto, Mí hija.

Tu Juan. Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén.

1400-16. Parte 2, Mensaje de Juan, el 10.03.2023 en un Lugar Santo

El Libro de Juan Parte 2

El 10.03.2023 en un Lugar Santo

Mensaje de Juan

Mi hija. Yo, tu Juan, quiero decirte lo siguiente: lo que vi hace tanto tiempo es lo que ustedes están viviendo hoy.

Es el tiempo que vi y yo, tu Juan, te digo: es un tiempo malvado lleno de sufrimiento y vergüenza, lleno de anhelos y aberraciones, lleno de inmoralidad y pecado, lleno de atrocidades y asesinatos.

Mi hija. Lo que está ocurriendo en su mundo al más alto nivel es visible para todos los que tienen ojos, reconocible para todos los que tienen oídos, perceptible para todos los que tienen conciencia.

Mi hija. Desde el más alto nivel, es decir, desde aquellos que deberían cuidar a ustedes, les mienten, los engañan, los acorralan, los sobornan, los infectan con enfermedades, los envenenan, los someten a radiación, la lista es larga, y todo esto ha sido posible porque ustedes han dejado a un lado su moral, los mandamientos del Señor y su conciencia, y en aras de unas míseras piezas de dinero, un poco de poder y prestigio construidos sobre grandes pecados, ¡se han dejado sobornar!

Es una vergüenza y una miseria ver de lo que ha llegado a ser capaz el hombre, y cómo es capaz de correr todo lo que viene de Dios.

Es incomprensible ver cuánto se desvía el hombre, y me entristeció mucho ver todo el sufrimiento, el pecado y la miseria que el hombre se hizo a sí mismo y a los demás.

Pero el mayor pecado que vi entonces fue que ustedes ¡asesinaron a niños en el vientre materno!

Era inimaginable para Mí y no comprendía lo que veía. Imágenes más crueles Me mostró el Santo Ángel y me puse muy, muy triste.

Mis hijos. ¡El “Cielo” está lleno de sus hijos abortados! Dios, Nuestro Padre, se los lleva y los arregla, es decir, los vuelve a perfeccionar, ¡PORQUE USTEDES LOS HAN MUTILADOS!

Miren cómo un bebé, una criatura no nacida, es (¡) succionada del vientre materno (!), (¡) quemado (!), (¡) asesinado (!) o, aún peor, arrebatado del vientre materno para luego extraerle aún VIVO sus «jugos», porque éstos sirven a los que no tienen escrúpulos ni conciencia para otras actividades y usos bestiales, y miren el terrible comercio que se hace con los niños, cómo se abusa de ellos y cómo sufren vivos. Los niños sufren por tantas cosas que no quiero ni comentar con palabras.

Es más vil que la mayor de las infamias y yo, su Juan, vi lo que está ocurriendo con los fetos, los bebés y los niños en su mundo presente.

Prefiero no mostrarte los detalles de estas imágenes, Mi hija, porque te harían llorar y te perseguirían, tan crueles, tan terribles, tan inhumanas, tan bestiales son.

Mi hija. Di a los hijos que se alejen del pecado. Hoy en día el peor de todos los pecados se comete a través de la sexualidad. No te mostraré estas imágenes en detalle, porque también ellas te perseguirían.

¡Dile a los hijos que deben controlarse! ¡Deben controlar sus impulsos!

El Padre ha ingeniado esta creación, a ustedes, Mis hijos, tan maravillosamente, ¡pero TODO se ha degenerado a través de su codicia!

Ustedes sólo quieren más y más de TODO, ¡y no les importa si otros sufren (por ello)!

Se han convertido en seres egoístas, ¡y su recompensa será la que se han ganado durante su vida!

Se lo repito: el Padre mantiene Su mano protectora sobre muchos de ustedes, pero ellos son los hijos de la Luz de Jesús. Pero a todos los demás los vi caer como alimañas en el infierno. Y ese día, Mis hijos, ¡se está acercando!

Yo, su Juan, sufrí a la vista de su tiempo presente. El Santo Ángel me explicó muchas cosas, pues no podía creer que esto fuese posible.

Siempre ha habido mucho pecado en este mundo, desde el pecado original, pero, Mis hijos, ustedes están superando todo lo que ha habido antes, ¡y por eso interviene el Padre!

Este fue el único alivio que sentí cuando vi cómo sería el final de los tiempos y el ángel Me dio estas palabras reconfortantes:

El Padre interviene y Sus verdaderos hijos no se pierden, pero aún caerá mucho sufrimiento sobre esta tierra y sólo aquel que esté verdaderamente con Jesús y que pueda perseverar, sólo él, hijos Míos, sólo él, el que sea verdaderamente fiel, será elevado, y él ha sido Mi consuelo cuando vi toda la miseria.

Les contaré más en cuanto el Padre Me lo instruya.

Tu Juan. Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén.

1400-15. Parte 2, Libro de Juan, Petición de Jesús

Petición de Jesús

Jesús pide:

Que los hijos pidan por recibir el Espíritu Santo para que se les revelen las verdades y misterios que están presentes, están revelados en este libro.

Sin el Espíritu Santo, será verdaderamente difícil «ordenar» todo lo que está «dicho», de comprender, reconocer la profundidad, y él (el lector) se quedará en la «superficie» y no se le abrirá lo que se le revela. 

Pidan, pues, al Espíritu Santo antes de cada lectura. Amén

1400-14. Parte 2, el Libro de Juan, Prefacio

Prefacio (2ª parte)

Dios Padre

Mi hija. El Libro de Juan se publica a través de ti. Contiene las verdades de su tiempo presente, el final de los tiempos, Mi hija, en el que ustedes se encuentran.

Su Padre en el Cielo

Un Ángel del Señor

Mi querida hija, Yo, un Ángel del Señor, te digo: el libr(it)o que Juan escribió y que comió a instancias del Ángel del Padre te está siendo revelado a ti y SÓLO a ti. Así que no temas, porque contiene los peores detalles de su tiempo presente y debe ser revelado ahora, en este tiempo.

Jesús

Mi hija. El libro que escribes es lo que Juan vio, escribió y comió. El Santo Ángel del Señor y Creador le mostró los peores detalles, tal como el ángel acaba de decirte, y DEBE ser revelado ahora, porque el fin está cerca, Mi Segunda Venida está cerca, el Aviso es tan cerca, Mis amados hijos, que el tiempo debe ser ahora.

Este, el librito, representa el fin del tiempo, TODOS los hijos creyentes deberían darse cuenta de esto ahora. Juan continuará instruyéndote. Así que escucha y escribe lo que te muestre y te diga. Amén.

Tu Jesús. Amén.

Dios Padre

Yo, tu Padre en el Cielo, me alegro de que estés preparada para esta tarea tan grande. Gracias, Mi hija, por haber aceptado esta misión. Amén

Tu Padre en el Cielo. Amén.

1400-13. Parte 1, el 28.02.2023 Visión de esperanza

El 28.02.2023 recibo la siguiente visión

Visión de esperanza

Consagración. Mientras recibo la sagrada comunión, recibo el Libro de Juan en mis manos, abierto, y crece de él primero como una especie de flor, pero luego se alarga y se agranda y después se expande gradualmente y se vuelve verde oscuro hasta casi negro, espinoso, frondoso, como un seto lúgubre de enredaderas espinosas con frutos rojos, pequeños, desecados incomestibles, que vienen directamente del inframundo.

Entonces caen bolas de fuego del cielo. Todo arde en llamas. Y en estas llamas hay una especie de canal que va de arriba abajo, ardiente pero reconocible. Y veo a una persona vestida sólo con una especie de taparrabos de tela blanca, varón, con pelo castaño oscuro (ni largo, ni corto) y barba, cayendo en este canal de llamas de fuego, de espaldas primero, como si le hubieran empujado, pareciéndose a Jesús, pero no hay nada «celestial» en esta figura, con una expresión asustada, en shock, incrédula, inesperada, como sufriendo pero más horrorizada, aterrorizada y muy oscura en su rostro. Es el anticristo cayendo en el lago de fuego. (Nota: él no parece esperar esto).

Se dice: cuando vengan los fuegos, el anticristo habrá caído.

El 10.03.2023 dice la Madre de Dios:

La visión, Mi hija, ponla al final (parte 1). Es una visión de esperanza. ¡Aunque es sombría, lleva esperanza, mucha esperanza, y la certeza de que el anticristo será expulsado (de la tierra), destruido!

Tu Madre en el Cielo. Amén

1400-12. Parte 1, Palabras finales de Juan (1ª parte)

Palabras finales de Juan (1ª parte)

Di a los hijos que la mano protectora del Padre está, llena de amor, protegiendo muchas regiones.

Y, por favor, diles de Mi parte, su Juan, que deben rezar para cambiar y mitigar lo malo que he visto.

Tu Juan, apóstol y «favorito» de Jesús.

1400-11. Parte 1, Mensaje de Juan, el 05.03.2023 en un Lugar Santo

El 05.03.2023 en un Lugar Santo

Mensaje de Juan

Juan me dice que éste es el último mensaje de la 1ª parte del libro:

Mi hija. Yo, tu Juan, vi tanta maldad en su mundo.

Yo, tu Juan, vi lo que sucedería al final de los tiempos, es este tiempo, Mi hija, el tiempo en el que ustedes están viviendo en ese momento.

Fue a través de la gran apostasía de la humanidad, Mi hija, que su mundo se convirtió en un mundo descarriado.

Lo que sucede hoy sucede porque el hombre toma sus decisiones SIN Dios el Padre. Sucede porque el hombre se pone a sí mismo en el lugar de Dios. Sucede porque ustedes se han dejado seducir y corromper por el mismo diablo. ¡Sucede porque no creen en el Padre ni en Su Hijo encarnado, Jesucristo, porque no viven según los mandamientos del Padre y pisotean las enseñanzas de Jesús!

Sucede porque todos ustedes quieren realizarse en lugar de confiar en el Señor y creer que SU voluntad y SU providencia son el camino correcto para ustedes hacia la eternidad. ¡Sucede porque ustedes -tantos de ustedes- no creen en la eternidad!

¡Sucede porque ustedes le han dado poder al diablo a través de SUS pecados, y está sucediendo porque ustedes se han apartado de las leyes dadas por Dios y las han vuelto y las están volviendo en la dirección opuesta!

¡Ustedes se preocupan por SU ventaja y ya no ven la verdad!

¡Se han convertido en seres egoístas y ya no viven en la unidad con Dios!

Ustedes han roto el pacto con ÉL que los creó, y ahora miren cómo se ve en su mundo y miren lo que les traerá: ¡Sufrimiento y sufrimiento y miseria y aún más miseria, ansiedad y miedo y lucha para sobrevivir! Esto se ha convertido en su realidad y se pondrá aún mucho peor si no se arrepienten amados hijos, si no se vuelven al Señor, su Salvador Jesucristo.

El Padre les ha dicho: Aprovechen esta cuaresma, y Yo, su Juan, les digo: ¡hagan lo que dice el Padre!

Es su única oportunidad de no perderse, amados hijos. ¡Todo esto lo vi hace mucho, mucho tiempo!

Deben obedecer y guardar los mandamientos del Padre. ¡Todavía pueden ser perdonados! La misericordia del Señor y Padre es grande, tan grande, pero la última hora habrá llegado pronto. Deben convertirse y empezar a rezar, porque lo que Yo vi y escribí y comí a instancias del ángel puede ser mitigado y cambiado, ¡pero les está acabando el tiempo! Deben hacer algo AHORA o no resistirán el último tiempo y, marcado con la marca de la bestia, se perderán para la eternidad. Ésta es la triste verdad que les traigo hoy.

¡Escuchen a Dios, Nuestro Señor y Padre y Creador!

¡Guardad Sus mandamientos!

¡Arrepiéntanse!

¡Oren!

¡Jesús es el camino al Reino de los Cielos! ¡ÉL es el camino al Padre! ¡Con ÉL y a través de ÉL serán levantados al final de este tiempo!

Así que escuchen Mi Palabra, ¡porque Yo vi lo que pasó! Amén.

Tu y su Juan. Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén.

— Fin de la Parte 1 —

1400-10. Parte 1, Mensaje de Juan, en un Lugar Santo el 03.03.2023

En un Lugar Santo el 03.03.2023

Mensaje de Juan

Mi hija. El tiempo en el que escribí era desagradable. Los cristianos eran perseguidos. Ese tiempo está volviendo, regresando.

Mi hija. Yo vi este tiempo de persecución de los cristianos al final de los tiempos, antes de que Jesús viniera.

Muchos sufrieron duramente, fueron asesinados y torturados, pero Jesús los llevó a todos consigo y su alma no se perdió.

Vi a muchos sacerdotes desplomarse, es decir, siguieron a la bestia en lugar de mantenerse firmes y de seguir a Jesús.

Tantos pastores condujeron a sus ovejas -ustedes, Mis hijos- en la dirección equivocada y tantas de estas ovejas se dirigieron directamente al infierno sin esperanza de salvación porque eran sordos a la verdad y ciegos. Corrieron hacia falso e hicieron muchas cosas no buenas. Convencidos de que tenían que imponer lo que creían correcto a todos los demás, aquellos también existían, Mi hija, ustedes los tienen a su alrededor.

Entones, vi la gran persecución de los cristianos, pero incluso aquí su oración puede cambiar -y ya ha cambiado.

Vi al anticristo entrar en la Santa Iglesia de Jesús. Los preparativos para esto habían sido hechos por el falso profeta y sus secuaces hace mucho tiempo, y por supuesto culparon «los otros» por esto, pero las instrucciones vinieron DIRECTAMENTE de la llamada Santa Sede, sólo que no estaba ocupada por un Papa Santo.

Vi a más y más adorando al anticristo y por lo tanto encubierta -o también abiertamente- adorando a la bestia, y vi a muchos, muchos innumerables hijos desplomarse en la miseria [necesidad] y aceptar su marca.

El tiempo de resistencia se hizo demasiado largo para ellos. No aguantaron, no resistieron, y para no morir de hambre o para que no los expulsen, para no ser expulsados de la sociedad, finalmente aceptaron la marca.

Esto, sin embargo, significaba la muerte eterna de ellos y de sus hijos, pues también a ellos les dejaron poner [la marca].

Muchas «alimañas» cayeron en el infierno, pero todas ellas eran almas humanas que no deberían haberse perdido, si solo hubieran permanecido fuertes y fieles, habrían aceptado la verdad, no se habrían convertido en seres tibios, en cómodos seres de confort y lujo que parecían cáscaras vacías pero que satisfacían su anhelo con todo lo que el diablo les ofrecía en lugar de volverse a Jesús.

Mi hija. Fue cruel y triste para Mí ver cuántos hijos viven perdidos en este mundo. TODOS tenían una oportunidad, pero no encontraron a Jesús.

El diablo ya había hecho un muy buen trabajo preparatorio durante mucho tiempo, y así fue fácil para él robar a tantos hijos y arrinconarlos y finalmente guiarlos a la perdición, su infierno; ellos se fueron por su propia voluntad, sólo que no lo sabían.

A los que sí lo sabían se les mintió y se les engañó. Se dejaron mentir por el mismo padre de la mentira. Esa es ahora su recompensa.

Pero los otros, Mi hija, me generaron mucha más tristeza, porque ellos estaban buscando [la verdad], muchos de ellos, y fueron engañados de la manera más vergonzosa. Estos son los hijos que, después del cisma de su Santa Iglesia, corren directamente hacia el falso, lo adoran y se pierden.

Mi hija. Es muy complejo lo que vi. Y lo vi para este tiempo en el que viven. 

Díselo a los hijos: recen, recen, Mis hijos, porque lo peor puede mitigarse, incluso evitarse.

Mi hija. Vi el hambre. El hambre generada. La sequía, el calor.

Su sol quema y deben tener cuidado. Muchas enfermedades de la piel les traerá, así que protéjanse, Mis hijos.

El clima, Mi hija, es el clima del final de los tiempos. Fue predicho y es lo que yo también vi.

Todos estos son signos, Mis hijos, pero muchos no los ven, no quieren verlos. También esto lo vi para este tiempo, que la gente cerraba los ojos a estas y otras verdades.

Y la Iglesia, Mi hija. ¡Tan pocos sacerdotes siguen fieles a Jesús! ¡Tan pocos predican Su verdadera Palabra!

Pero ¡son tantos los que cambian! ¡Tantos que modernizan!

No tienen escrúpulos y se auto colocan en la «luz santa» en lugar de dejar que el Señor brille y resplandezca, y yo les digo: ¡Su luz no es santa! Yo también esto lo vi, Mi hija.

No tiene por qué haber hambre en su mundo, pero a través del hambre, de las guerras y de otros actos vergonzosos, se acercan cada vez más a sus objetivos: el Gobierno y la Religión Únicos Mundiales.

Mi hija. Vi que el Padre escuchó las súplicas de Sus hijos.

Así que oren, porque es la oración, su oración, la que ayudará a que el final sea más suave y aguantable. Amén.   

Tu Juan. Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén.