332. ¡Es el resultado de su tiempo presente! – 04.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. Mantén un poco de paz en tu corazón y aguanta estos tiempos. Pronto se mejorarán las cosas para ustedes, esto te digo, Mi hija, porque así será.

Los tiempos son difíciles para muchos de Nuestros hijos y su aguante es duramente puesto a prueba. Esto no es una prueba de Dios que ÉL se los está imponiendo, sino que es el resultado de la apostasía, la sociedad del egoísmo y la «demonización» de su tiempo presente.

Si todos Nuestros hijos hubieran permanecido en el camino correcto, entonces su mundo sería hermoso hoy y no habría todo el sufrimiento y la miseria que rompen los corazones de tantos de Nuestros hijos y que pesan oscura y fuertemente sobre sus almas.

Mis hijos. Aún no es demasiado tarde. Confiésense ahora a Mi Hijo, su Redentor, y muchos de los males de su mundo se alejarán de ustedes.

Oren, Mis hijos, oren, porque su oración consigue tanto.

Los amo, Mis queridos hijos, e intercedo por cada uno de ustedes en el trono del Señor y especialmente por aquellos de ustedes que Me lo piden.

Los amo. Oren por los pecadores, así ayudarán a traer lo bueno a su mundo. Amén. Que así sea.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

Todavía se necesita mucha expiación.

331. ¡Pongan su vida a Su servicio y oren para que ÉL los guíe y los sane! — 03.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias. Gracias por haber venido todos a Mí, su Madre de Lourdes que tanto los ama. Los amo, hijos Míos, a todos Mis hijos en todo el mundo los amo.

Mi hija. Escucho tus suplicas, porque te amo. Dale tiempo a todo. Nada ocurre de inmediato, sino que necesita de crecimiento. Sólo los milagros de Dios son todopoderosos, así que, hijos Míos, pongan su vida a Su servicio y oren para que ÉL los guíe y los sane.

Mi hija. Tu hijo será sanado. Cree firmemente. Así será. Santa Bernadette está contigo ahora. Con ella y con la Santa Marina tienes a tu lado dos fuertes intercesores a las que Dios, Nuestro Padre, ha dotado el don de la curación. Si ustedes, Mis amados hijos, las invocan con reverencia y respeto, entonces ellas pedirán por ustedes en el trono del Señor y ÉL hará Sus milagros.

Todo viene de Dios, del Señor del Cielo y de la Tierra, y Nosotros, sus Ayudantes Celestiales, estamos a Su servicio, ayudándole a ÉL a convertirlos a ustedes, a curarlos, a consolarlos, a cuidarlos… la lista es interminable. Sin embargo, mis tan amados hijos, es ÉL Quien regala esta curación A TRAVÉS de Nosotros.

Mis hijos. Deseo de corazón que entiendan Mis palabras y pongas en práctica Mi llamado de otros mensajes. Todo lo que Nosotros «podemos hacer» viene de Dios, Nuestro Señor, sin embargo, ustedes pueden invocarnos y se les concederá.

Mis hijos. Los amo. Desde lo más profundo de Mi corazón maternal que tanto los ama, los amo a cada uno de ustedes.

Mis hijos. Conviértanse y diríjanse a Nosotros con todas sus intenciones. Yo, su querida Madre en el Cielo, estoy siempre a su lado, así como sus santos y ángeles que están siempre a su servicio cuando se lo piden con amor, con alegría, esperanza y respeto en su corazón. Amén. Que así sea.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de Lourdes.

Mi hija. Divulga esto. Vete ahora. Velaré por su viaje a casa. Amén.

330. ¡Las curaciones suelen producirse en silencio! — 02.11.2013

Hijos Míos, venid a Mí, porque este es el lugar donde daré la curación a todos los que Me lo pidan.

Los amo,

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de Lourdes.

Mi hija. Las curaciones se producen sobre todo en silencio. Díselo a Nuestros hijos. Amén. Te lo agradezco.

329. ¡Los signos de los tiempos son tan claros y evidentes, sin embargo, la mayoría de Nuestros hijos todavía no reconoce nada! — 02.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir. Mi hija. Los signos de los tiempos son tan claros y evidentes, sin embargo, la mayoría de Nuestros hijos aún no reconoce nada. No quieren creer [admitir] que el fin de este mundo tan familiar para ustedes está cerca, no quieren cambiar nada -nada en ellos mismos, nada en su forma de vida- y no creen en las profecías, en la Palabra del Señor, que les ha sido dada a través de Nosotros.

Mi hija. Diles a Nuestros hijos en todo el mundo, a los creyentes y no creyentes, que el tiempo está cerca, porque ustedes están viviendo en el fin de los tiempos y mucho mal aún está por venir. Entonces vendrá Mi Hijo, los librará y los salvará y alcanzarán el Nuevo Reino, siempre y cuando LE den su SÍ y se conviertan finalmente.

Mis hijos. A todos Nuestros hijos los amamos y todos los errores los perdonamos, pero deben arrepentirse y profesarse a Jesús. El que se sigue quedando en lo exterior, el que no abra su corazón, a él Mi Hijo no lo podrá llevarse. Se perderá al enemigo y su alma alcanzará el tormento eterno.

Así que despierten, y denle su SÍ a Mi Hijo, porque entonces las profecías se harán realidad para ustedes y Su Reino será el de ustedes, su hogar con la paz y el amor más profundo, en la dicha y sin sufrimientos ni penurias.

Los amo, hijos Míos. Sean siempre fieles a su Jesús.

Con el más profundo amor y afecto,

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de Lourdes.

328. ¡Reúnan todos los objetos sagrados; dénselos también a sus sacerdotes! — 01.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. Sigue escribiendo para Nosotros. Lo que queremos decirte hoy es de suma importancia para todos Nuestros hijos creyentes y no creyentes en todo el mundo, porque lo que está a punto de suceder en su tierra es cruel e indigno de Dios, porque en todas las iglesias del mundo tratarán de hacer desaparecer a Mi Hijo, y sus Objetos Sagrados, estatuas y libros serán «enajenados» y «desfigurados», pero antes seguirán profanándome a Mí, su Santa Madre, de tal forma que no quede nada de Mi Santidad, pero nunca será así. No importa lo que me hagan a Mí, su Santa Madre, no conseguirán «deshonrarme».

Mis hijos. Todo lo que les quedará serán sacralidades «desfiguradas», es decir sobre lo poco que no les quitarán les pondrán cosas/símbolos paganos y satánicos, deshonrando y estropeando todo.

Mis hijos. Estén advertidos, porque este tiempo ya está comenzando. Reúnan, pues, todo lo que tengan de Sacralidades Sagrados y dénselos también a sus sacerdotes.

Mis hijos. Los amo tanto. Si pudieran sentir Mi amor, se conmoverían con lágrimas de felicidad y alegría.

Mis hijos. Conviértanse los que aún no se han profesado a Mi Hijo y vengan a Mí, a su Santa Madre de Lourdes. Los que no pueden venir a Mí, que se dirijan a Mi en oración.

Los amo, Mi querido rebaño de hijos y quiero estar siempre con ustedes. Amén.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de Lourdes.

«Amén, les digo:

Reúnan todos los Objetos Sagrados, los libros y las estatuas, porque pronto todo esto les será quitado, intercambiado, adulterado y desfigurado.

Los amo. Escuchen la Santa Palabra de Mi Madre, porque Le fue dada por el Padre. Amén. Que así sea.

Los amo mucho, hijos Míos, y los espero a todos con los brazos abiertos y con Mi amor que todo los atraviesa.

Su Jesús».

327. ¡La conversión es la única manera de entrar en el Nuevo Paraíso! — 31.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Te amo. Gracias por venir. Sí, curaré a tu hijo. Crea y confía.

Mi hija. Diles a Nuestros hijos que vengan a Mí, a su Madre del Cielo, porque tengo grandes gracias reservadas para todos Mis hijos. Diles esto de Mi parte, Mi pequeña tan amada, porque quiero regalar a todos Mis hijos estas gracias que Me ha dado Dios, Nuestro Padre, para ustedes.

Mi hija. Diles que se conviertan, porque la conversión y el profesarse a Mi Hijo es la única manera de entrar en el Nuevo Paraíso, Su Reino, creado para todos ustedes por su Padre que tanto los ama.

Mi hija. Vete ahora. Te espero aquí. Tus pequeños tienen frío y están cansados. Su viaje ha sido hermoso, pero también agotador. Vete ahora, hija Mía, en paz. Te amo. Te espero mañana. Amén.

Tu Madre en el Cielo.
Madre de Lourdes.

326. ¡No hay camino más hermoso que éste! — 31.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Ayer te dije que estaba siendo profanada y este estado de cosas continúa.

Mis hijos. Sigan rezando por Mí, su Santa Madre en el Cielo, porque amo a Mis hijos en todo el mundo, pero lloro lágrimas amargas por los que Me están haciendo esta atrocidad y busco consuelo en su amor, de ustedes que son devotos de Mi Hijo y de Mí, en sus oraciones y en su cercanía.

Los amo tanto, y no hay nada que anhelo tanto como la entrada de Mis hijos en el Reino recreado de Mi Hijo, pero todavía hay tantas almas por salvar, así que oren hijos Míos, oren para que estos hijos que cometen atrocidades también Me encuentren a Mí, a Mi Hijo, para que su «fin» no sea amargo y no se «ahoguen» en el pantano del sufrimiento, el abismo del infierno.

Mis hijos. Los amo a todos desde lo más profundo de Mi Sagrado Corazón de Madre, incluso a los que me profanan, los que Me perjudican a Mí y a ustedes, Mis almas fieles. Veo lo ennegrecida que tiene el diablo su alma, qué pena y qué miedo tan profundo hay en sus corazones. Todo esto lo «encubren» con crueldades que hacen a los demás, porque el diablo los ha contaminado, toma esta condición de su corazón, de su alma, para avivar el odio y convertir sus sentimientos dolientes en odio hacia los demás. De este modo, se sienten fuertes, se sienten «aprobados» y «eclipsan» sus verdaderos sentimientos.

Por eso, Mis hijos, vayan todos a la Santa Confesión tan a menudo como puedan, porque allí su alma recupera la paz que necesita. Se alivia, se libera y se purifica en cada confesión que hacen, y así el diablo no tiene ninguna posibilidad de transformar sus sentimientos dolorosos, sus cargas en maldad, sino que Jesús viene, les quita su carga, su opresión, su miedo, y se ocupa de ustedes, pero deben permitirlo.

Denle a ÉL su SÍ, y su vida cambiará positivamente de forma maravillosa, porque quien está con Jesús, vive con ÉL, nunca está solo y por tanto no tiene que llevar ninguna carga del mundo solo. Su corazón siempre recibirá el amor divino, lo transmitirá, incluso en los momentos más deprimentes sentirán la luz del Padre en ustedes.

Mis hijos. Levántense y pónganse en camino hacia Jesús. No hay camino más hermoso que éste, y no encontrarán una vida más plena que con las maravillas y las glorias del Señor.

Por lo tanto, ¡dense vuelta! ¡Vengan a Mi Hijo! ¡Y su vida será maravillosa!

Desde lo más profundo de Mi corazón de Madre y con todo Mi amor los abrazo. Mi protección

concedo a quienes Me la piden sinceramente.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

«Amén, les digo esto:

quien no se arrepienta pronto,

quien continúe aislándose de Mí, y

quien Me niega su SÍ, no podré ayudarlo, porque respeto su libre albedrío, aunque esté dirigido contra Mí, su Jesús que tanto lo ama.

Mis hijos. He sufrido por ustedes en la cruz y redimo todos sus pecados para que puedan entrar liberados en el Reino de los Cielos, pero al que se opone a Mí, no puedo ayudarle. El que Me rechaza se quedará solo y sin la esperanza de la eternidad en el Reino de los Cielos.

Por lo tanto, vengan a Mí y dejen que les ayude y con alegría entraremos en el Nuevo Paraíso, Mi Reino, que Dios, Nuestro Padre, ha recreado para todos Sus hijos.

Que así sea.

Los amo.

Su Jesús.»

325. Deben observar con atención…. — 30.10.2013

La Madre de Dios está muy triste.

Mi hija. Mi querida hija. He sido profanada.

Mi hija. El sufrimiento que se me está haciendo es grande.

Deben observar con atención lo que está ocurriendo ahora en todo el mundo, porque desde hace tiempo que ya están poniendo en práctica los planes que les fueron anunciados (por Nosotros) y así están arrojando ahora a muchos inocentes en la perdición, en la miseria, en la dependencia.

Mi hija. Volveré más tarde. Vete y danos todo lo que pesa en tu alma, en tu corazón. Te amo.

Tu Madre en el Cielo.

324. ¡Déjense ayudar en estos tiempos difíciles! — 29.10.2013

Mi hija. Las personas tienen que volver a confiar en Nosotros. Ellos toman todo en sus propias manos, y muchos luego tienen que ver cómo lo pierden todo, porque debido a la falta de confianza en Nosotros y la gran maldad en su mundo están siendo estafados, mentidos, robados y pierden incluso hasta su propia existencia.

Mis hijos. Mis tan queridos hijos. ¡Vuelvan a Nosotros! Consúltennos y escúchennos en cada intención, antes de cada decisión, antes de cada bifurcación de su camino. Nosotros, el Cielo unido, estamos ahí para ustedes y ayudamos donde Nos pidan ayuda.

Vuelvan a aprendan a rezarnos y vayan a sus Santas Misas. Reciban los Sacramentos que les ha dado Dios, el Señor, y encuentren a Mi Hijo. ¡Un SÍ, y ÉL vendrá! Oren al Espíritu Santo, que ÉL los ilumine, pues es ÉL quien da claridad y pureza.

Vengan, Mis hijos, vengan y ¡déjense ayudar en estos tiempos difíciles! Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Estamos aquí para usted. Jesús y la comunión de los santos. Amén».

323. ¡Recibirán ayuda! — 28.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Necesitas descansar. Yo, tu querida Madre del Cielo, quiero ayudarte y estar a tu lado. Vayan a Lourdes tranquilamente y oren por tu hijo. Se sanará, te lo prometo. Mi hija. Todo sucede a su tiempo, así que aguanta.

Dile a Nuestros hijos en todo el mundo que los amamos. Cada sacrificio que aceptan por Nosotros nos da alegría, cada sufrimiento que comparten con Nosotros lo aliviamos, y cada alegría por la que nos agradecen es recibida en el Cielo con una alegría aún mayor.

Mis hijos. Compartan sus vidas con Nosotros. Estén siempre con Nosotros, así como Nosotros estamos con ustedes, y no se desesperen nunca. Estamos aquí para ayudarlos, así que pídannos y les ayudaremos.

Te amo, Mi hija. Sea siempre fiel a Nosotros.

Tu Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.