178. ¡Sus almas llorarán cuando reconozcan qué camino han elegido! — 20.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Si las personas no se convierten a Mi Hijo, aún mucho más sufrimiento «atropellará» la tierra, y sus almas llorarán cuando reconozcan qué camino han elegido, porque solo el camino hacia Dios les traerá la salvación, solo con Mi Hijo alcanzarán la paz eterna.

Mi hija. Dile al mundo que el tiempo apremia. Su tiempo en esta tierra pronto acabará, y solo el que se ha dirigido a Mi Hijo, que LO sigue y LE da su vida, su ser ÉL podrá llevar consigo a Su Nuevo Reino, donde el amor y la paz y la alegría y la dicha espera a cada alma.

Solo ustedes, sus amados y fieles seguidores, cosecharán los frutos del paraíso, porque quien no quiera saber nada de Mi Hijo, quien niegue la existencia de Dios y el Reino de los Cielos, para él todas las puertas permanecerán cerradas.

Al que no LE de su SÍ a Jesús se le desvelará el camino hacia el abismo y tendrá que caminarlo sin esperanza, sin salvación y sin redención, porque ha rechazado a Mi Hijo, por incredulidad, por haberse perdido, por hacer homenaje a la bestia.

Grandes son las variantes que los llevan a la condenación, solo hay una variante para encontrar a Dios Padre. Así que sean buenos y sigan a Mi Hijo. Entonces, Mis amados hijos, la alegría de su alma será grande cuando reconozca la luz del cielo y se ponga en camino hacia el Nuevo Paraíso, con Jesús a su lado.

Vengan, queridos hijos, vengan, porque las puertas del cielo, del Nuevo Paraíso estarán abiertos a todos los que den su consentimiento a Jesús. Denle su SÍ a ÉL y no se sigan mintiendo a sí mismos, porque su incredulidad es una mentira que hace sufrir a su alma.

Crean y confíen, porque entonces todo estará bien para ustedes también. Se lo prometo.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

 

«Amén, les digo:

Quien no confía en Mi

quien no escucha la palabra de Mi padre

quien no entiende los signos de los tiempos, y

quien sigue negándome 

experimentará sufrimiento y tristeza, porque las puertas celestiales permanecerán cerradas para él.

Será desterrado al infierno, porque su incredulidad, su negación de Mí, su Redentor, no le traerá otra cosa que condenación.

El diablo se lo llevará con él, y la esperanza a una vida eterna en paz en el reino de Mi Padre se hundirá con él.

Porque quien elija el camino del maligno, quien no quiera saber nada de Mí y no siga la Santa Palabra de Mi Padre, permanecerá excluido cuando en el día de la fusión del cielo y la tierra surge el Nuevo Mundo.

Entonces, ustedes que se han cerrado de Mí tienen que ir por el único otro camino que entonces se les presentará, y será un tormento para ustedes que nunca terminará.

Por eso vengan todos a Mí, a su Jesús, porque entonces los llevaré conmigo al Nuevo Paraíso, donde su alma encuentra silencio y paz y donde la felicidad, la alegría y el amor están en casa.

Denme su SÍ y todo estará bien para ustedes y sus seres queridos si rezan por ellos.

Los amo.

Su Jesús.

Gracias, Mi niña, Mi hija».

«Mi hija. Dile a todos Nuestros hijos que los amamos y los estamos esperando ansiosamente.

Tu Madre en el Cielo quien te ama.

Gracias, Mi hija».

177. El tiempo en que están viviendo es el tiempo del fin — 19.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Ven a Mi y siéntate. Escucha lo que tengo que decir al mundo y dalo a conocer:

Mientras ustedes, Mis amados hijos, no se den la vuelta y se conviertan a Mi Hijo, si no LE den su SÍ y comienzan a vivir con Nosotros, el cielo en la tierra, entonces sufrirán. El tiempo en que están viviendo es el tiempo del fin, y mientras no se decidan, cambien su vida y acepten, respeten y guarden los mandamientos de Dios, perecerán y serán presa de la condenación eterna.

Vengan a Jesús y denle su SÍ, porque esa es la única forma en que serán salvados. Deben comenzar a alinear su vida con Dios. Quien queda atrapado en lo material, a él la luz del Señor no se revelará. Permanecerá en velos y finalmente caerá en la oscuridad.

¡Pongan a un lado los velos que les impiden ver la luz del Señor! Salgan de su mundo material y ESCUCHEN SU CORAZÓN. La mayoría de ustedes ya no logra hacer eso, tanto que están distraídos con las apariencias externas. No encuentran descanso, no logran relajarse, porque están tan atrapados en el mundo de la ilusión cotidiana que ya no pueden ver y ya no pueden escuchar lo que es realmente verdadero y valioso.

¡Dios Padre está aquí! Él les envió a Jesús, su Hijo unigénito, pero ustedes lo niegan. ¿Qué es lo que les ha pasado que caminan por su existencia tan perdidos? ¿A dónde quieren ir? El único camino hacia la felicidad y la plenitud es Dios Padre y Jesús, Mi Hijo, es el puente hacia ÉL.

Yo, su Santa Madre en el Cielo, que los ama tanto, ¡los llevo a Mi Hijo! Solo tienen que pedírmelo. ¡No necesitan hacer nada más por el momento, porque quienquiera que pida será escuchado! Es tan simple y, sin embargo, se lo hacen tan difícil. ¡Descansen! ¡Visiten lugares (santos) de silencio y fortaleza! ¡No es necesario ir muy lejos para encontrarlos porque están en todas partes! Incluso un pequeño bosque o una pradera, un río, un lago o un arroyo pueden convertirse en estos lugares para ustedes si van allí solos y en descanso y buscan la unión, la conversación con Nosotros. Somos omnipresentes y Nos revelamos donde Nos llaman. Pero, para tal efecto tienen que estar en silencio porque son ustedes quienes no Nos ven, no Nos oyen, no Nos perciben.

Así que descansen y encuentren su lugar de fortaleza y silencio. Entonces, Mis queridos hijos, encontrarán el camino hacia Jesús y caminarán el camino hacia Dios Padre, porque el que viene a Nosotros no perecerá.

Que así sea.

 

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija. (Jesús también está allí).

176. El tiempo pasa más rápido de lo que piensan, y muy pronto este mundo terminará — 18.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. No te desesperes. Dile a todos Nuestros hijos que no falta mucho tiempo más. El tiempo pasa; más rápido de lo que piensan y pronto, muy pronto, este mundo terminará. Crean y confíen.

El diablo trabaja muy activamente. Él pone trampas pequeñas y grandes para todos los hijos de Dios. Sobre todo, ataca incesantemente a Nuestros fieles servidores, es decir a ustedes, Mis amados hijos, que LE entregan sus vidas a Jesús, que LE dan su SÍ a ÉL.

Confíen y crean. Entonces nada les puede suceder. No caigan en las trampas del maligno. No se dejen provocar. Si se vuelven débiles, cometen un error y caen en una de las muchas trampas que les ha preparado el adversario, entonces no se aflijan, sino que levántense, arrepiéntanse y háganlo mejor la próxima vez.

Los remordimientos no les hacen bien. Los tiran abajo y el diablo se ríe porque a él le hace feliz eso. Tráiganlo [lo que hicieron mal] ante Dios, ante Jesús y ante Nosotros. Solo de esta manera pueden estar en paz. Solo así pueden caminar su camino a Dios Padre y servirle a ÉL. No se desesperen nunca. El equivocarse es parte del ser humano y, como les dije anteriormente, deben rectificar los errores para que no se produzcan obstáculos, malentendidos ni cuchicheos.

Admitan sus errores y pidan disculpa, si es necesario. No tengan miedo. Dios los ama, aún si pecan, porque ustedes son hijos humanos, creados por Dios, y TODOS ustedes son falibles. Siempre traten de ser buenos y no se desanimen si hayan fallado. Háganlo mejor la próxima vez y manténganse alejados del pecado.

Es su corazón y su intención que Dios Padre ve y según la cual ÉL juzga. Es decir, ÉL no se enojará con quien no tuvo malas intenciones. Quien haya caído en una trampa y luego reflexiona sobre esto, es decir, se hace consciente qué es lo que hizo, se arrepiente y hace penitencia, a él Dios Padre lo perdona.

Dios, Nuestro Padre, es un padre amoroso. Él siempre está ahí para ustedes y ÉL desea que todos Sus hijos vengan a ÉL. Así que no se dejen vencer cuando hayan pecado, pero arrepiéntanse y no repitan el pecado.

Los amo, Mi muy querida multitud de hijos. Deseo guiar a cada uno de ustedes de regreso a Dios Padre y al Sacratísimo Corazón de Mi Hijo Jesús. Entonces, Mis amados hijos, todos estaremos unidos como una familia y ustedes vivirán juntos felizmente y con amor. El diablo ya no tendrá poder sobre ustedes, porque será derrotado por Mi Hijo. Así que sean felices, porque esto sucederá ya muy pronto.

Los amo desde lo más profundo de Mi corazón de Madre. A cada uno de ustedes.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

175. El libre albedrío — 17.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Sigue escribiendo para Nosotros, para Mí, tu Madre en el Cielo y Mi Jesús, Jesucristo, porque Nuestra palabra aún debe ser escuchada hasta que en el Día de la Gran Alegría Mi Hijo venga a ustedes y los liberará de las garras de Satanás de una vez por todas.

Mi hija. Mi querida hija. Diles a Nuestros amados hijos que se conviertan. Solo mediante la conversión, al cambiar su vida actual orientada hacia el Dios Eterno y Todopoderoso, Nuestro Padre, serán purificados para que se les permita comenzar la Vida Eterna en Su Lado Divino.

Es muy importante que abran sus corazones a Mi Hijo y que LE den su vida a ÉL. Tan pronto como recurran a ÉL, vendrá ayuda. Denle su SÍ para que ÉL los pueda guiar y entréguenle TODO lo que son y lo que tienen, porque solo así ÉL los pueda cuidar.

Nosotros respetamos el libre albedrío de cada uno porque la existencia del libre albedrío es la voluntad Dios Padre, y nunca haríamos algo que interfiriera con la creación de Dios. Esto significa que tienen que venir a Jesús por su propia voluntad, porque es este libre albedrío el que los distingue unos de otros.

Algunos lo usan para ponerlo completamente al servicio a Dios Padre, otros lo usan para volverse contra Él, el Creador de todo ser, y lo usan para servirle al diablo. ¿Por qué hacen esto? Porque piensan que Dios Padre o Su Santo Hijo, Jesucristo, fuesen personas débiles y que los esperara gran aburrimiento en la eternidad.

El diablo es astuto y hace todo lo posible para tenderle una trampa a los hijos de Dios, y la forma más peligrosa es probablemente la forma encantadora que aplica y con que engatusa a los hijos de Dios. Sin embargo, solo tiene éxito con aquellos que no quieren saber nada de Dios Padre, porque nunca podrá capturar a los hijos de Dios que están firmemente anclados en la fe.

¡La luz es más fuerte que la oscuridad, y la luz prevalecerá sobre la oscuridad! Han escuchado esto muchas veces y, sin embargo, la mayoría no lo cree porque aquellos que usan su libre albedrío contra Dios Padre están sujetos a la creencia errónea de que el diablo ganaría.

Aún solo ven lo que el diablo quiere que vean, pero pronto también conocerán el verdadero poder de Dios y de Su Santo Hijo, pero para muchos será demasiado tarde. Otros simplemente no creen nada. Los llamados ateos. Son autosuficientes -creen ellos-, y no necesitan un Creador en el cielo ni tampoco un demonio. Rechazan a ambos. No hay nada para ellos después de la muerte -creen ellos-.

Pero, ay, hijos perdidos, si solo pudiesen ver cuán equivocados «creen». Niegan a Dios Padre, niegan la existencia de la Vida Eterna, niegan cualquier tipo de vida después de la muerte y niegan el infierno y no ven que se están dirigiendo directamente hacia él, porque su incredulidad es su mayor enemigo y les traerá mucho sufrimientos y tormento para ustedes.

Así que despierten TODOS ustedes, Mis hijos tan amados por Mí, y encuentren el camino hacia Dios Padre y Su Santo Hijo. Quien no haga esto, quien continúa cerrándose, quedará excluido del Nuevo Paraíso creado para TODOS ustedes.

Quien no le da su SÍ a Mi Hijo no puede ser salvado por ÉL, porque entonces usan su libre albedrío contra ÉL, y ÉL debe ver [sin poder hacer nada] cómo perecerán, aunque ÉL quiere llevarlos a TODOS a Su Reino de paz eterna, del amor, de la dicha y armonía.

No obstruyan su eternidad y conviértanse a Dios y a Mi Hijo. Entonces, Mis tan amados hijos, la profecía también se hará realidad para ustedes, y la cosecha en el paraíso será suya.

Que así sea.

 

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.

174. La fornicación es uno de los mayores males de su tiempo actual, así como el infanticidio resultante — 16.06.2013

Mi hija. Mi flor. Yo, tu San Bonaventura, te amo mucho. Se acerca el tiempo y el fin está encima. Por lo tanto, Mi Sol, diles a todos los hijos de Dios que se preparen, que abran sus corazones para el único verdadero Hijo de Dios, que Lo acepten, LO sigan y LE den su SÍ.

Solo entonces podrán entrar al paraíso, porque solo ÉL es el camino al Reino de los Cielos.

Di eso, Mi pequeña flor, a todos Nuestros hijos. Grande es la alegría del cielo, porque muchas almas se están convirtiendo. Triste está el cielo al ver que tantas vilezas se cometen aún hoy en día contra los hijos de Dios.

La fornicación es uno de los mayores males de su tiempo actual, así como el infanticidio resultante. El aborto es un pecado mortal. Quien aborta se hace responsable de un asesinato. Estén conscientes de esto, hombres y mujeres, niños y niñas irresponsables, ya que puro sexo solo les trae sufrimiento.

Ámense, formen una familia y recién ahí tengan la unión para tener hijos.

Quien siga los mandamientos de Dios Padre, que aprenda a comprenderlos, estará eternamente feliz.

Y ustedes, médicos abortistas malvados y despiadados, prepárense para su terrible castigo. Dios Padre los mira con disgusto -a pesar de que ÉL también los ama a ustedes como hijos de Dios desde el fondo de SU corazón- porque cometen el asesinato de inocentes y defienden este gran pecado con razones despiadadas y alejadas de Dios.

Ustedes se consideran como «salvadores» de estas madres, cuando en realidad las están llevando a ellas, así como a los padres y a todos aquellos que están a su lado con los brazos cruzados, quizás incluso apoyando a ustedes, al pecado más profundo y de esta forma a la condenación que se avecina.

¡Dense vuelta! Arrepiéntanse de sus obras y conviértanse en verdaderos hijos de Dios. Que reconocen y obedecen la palabra de su Padre. Para quienes la familia y la vida son sagradas.

Así que, estén advertidos y dense vuelta. Con un SÍ a Jesús volverán a transformar su vida hacia el bien. Así que, levántense y salgan de esta pesadilla que están viviendo, de lo contrario estarán perdidos para siempre.

El pecado que cometen y el pecado que infligen a los demás y al que los hacen participar se les adscribe negativamente como su responsabilidad. Así que, estén advertidos y dense vuelta antes de que sea demasiado tarde. Jesús también los salvará a ustedes, porque su corazón es misericordioso.

¡Así que, dense vuelta y denle a Jesús su SÍ! Entonces también ustedes pueden ser salvados y comenzar la herencia eterna, prometida y preparada amorosamente por Dios Padre. Jesús vendrá y los llevará también ustedes, pero deben arrepentirse y hacer penitencia. Comienzan con su SÍ a ÉL.

Que así sea.

Su San Bonaventura.

Mi hija. Divulga esto.

173. ¡Oren también en nombre de aquellos que quieren, y ellos NO se perderán! — 16.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Me alegro de que hayas, que todos ustedes hayan venido. Yo, su Santa Madre en el Cielo, quisiera decirles a ustedes, Mis amados hijos, hoy lo siguiente:

Es importante que se despierten y enfrenten los signos de los tiempos. Deben estar conectados con Dios Padre y Mi Santo Hijo Si quieren salvar su alma. El diablo ejerce un gran poder sobre todos ustedes. Grande es el número de sus seguidores, grande y crueles los actos que están planeando y que están ejecutando en ese momento y que están intentando ejecutar.

Mis hijos. Mis amados hijos. ¡Estén alertos! No se dejen engañar, porque el «lobo se ha puesto el disfraz de una oveja» y los embriaga y los engaña. Él no los ama, los quiere seducir, ganar para sus malvadas maquinaciones que sabe cómo camuflar bien.

Cuídense y estén alertos. Él [el maligno] vende el mal como el bien, el pecado como «normalidad». Juega un juego cruel con ustedes y quiere ganarlos con todo este encanto, la apariencia y el lujo superficial para realizar sus objetivos.

¡No caigan en su trampa! Cuídense y estén alertas. Una vez que estén atrapados en sus trampas, es difícil para ustedes encontrar la salida.

¡Entonces, vengan a Mi Hijo! ÉL los guiará. ¡ÉL los cuida de las trampas del diablo y del pecado que los lleva a la condenación! Oren al Espíritu Santo y siempre estén preparados para dar su SÍ a Jesús, Mi Hijo Santo y tan amado por Mí.

Quien no se prepara para ÉL, quien cierra su corazón para ÉL, ¡Él NO podrá llevar a Su Nuevo Reino!

Así que estén advertidos y abran sus corazones para Mi Hijo. Entonces, Mis amados hijos, todo estará bien también para ustedes, ahora y en la eternidad.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

 

«Mi hija, Mi hija tan amada por Mí. Yo, tu Santo Jesús, quisiera llamar a todos Nuestros hijos para que Me den su SÍ a Mí, a su Jesús.

Abran sus corazones para Mí y síganme en el camino del amor puro. Entonces, Mis tan amados hijos, vendré a salvar sus almas y a cada uno llevaré a Mi Reino.

Oren también con amor puro en sus corazones en nombre de aquellos que quieren. Porque grande es Mi corazón redentor y poderosa la gracia de Mi Padre. Vendré y los sacudiré y NO se perderán.

Di eso, Mi hija tan amada por Mí, a todos Nuestros hijos, porque en Mi misericordia los cuidaré a ellos y a los suyos.

Que así sea.

Su Jesús Quien los ama.

Redentor de todos los hijos de Dios.»

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172. ¡Con la muerte comienza la vida! — 14.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Dile al mundo que lo amamos. Todos los hijos de esta tierra, independientemente de su raza, fe, religión y nacionalidad. Diles que es muy importante que Nos encuentren a Nosotros, a Jesús, porque solo con Él, el Redentor del mundo, encontrarán la paz y podrán vivir en calma y de manera despreocupada.

Mis amados hijos. Yo, su Madre en el Cielo, me gustaría pedirles a todos ustedes que por fin den su SÍ para que Mi Hijo pueda salvarlos. No se queden incrédulos. No sigan sin meta [orientación clara] lo que el diablo les ofrece. Todos ustedes son seres inteligentes, dotados de milagros de Dios que los creó según su imagen.

Entonces, ¿qué están esperando, si solo el convertirse es su único camino hacia la felicidad y la gloria? ¿Por qué pierden su tiempo con banalidades terrenales que no tienen ningún valor en el Reino de Dios? ¿Qué más necesitan para que se despierten y corran hacia Jesús?

¡Prepárense y escuchen Nuestra Palabra! Les fue dada para que encuentren a Dios el Padre, para que entren a la eternidad. ¿Qué es la vida terrestre en comparación con la eternidad? ¿Para qué están aquí, si no es para preparase para entrar en el Reino de los Cielos? ¿Qué esperan tan pronto como alcancen la muerte física? ¿Quién realmente cree que todo haya terminado entonces?

¡Hijos, despierten! ¡Con la muerte comienza la vida! ¡La única vida verdadera en paz! ¡Estarán al lado de Jesús, en el Reino de su Padre! O pueden ir al infierno y exponerse al tormento eterno. ¡Usen mejor su libre albedrío para el bien! Si son buenos, entonces también les pasará lo bueno. ¡Pero tienen que abrir su corazón y darles a Jesús su SÍ!

¿Qué están esperando? Nadie vendrá a sacarlos de la silla para que por fin se muevan. ¡Apaguen los televisores, las radios y hablen con el cielo! No chateen en el teléfono celular y la computadora, sino que ¡hablen con Nosotros!

Quien no Nos acepte durante su vida, no tendrá ninguna chance [a una vida eterna] después de su muerte, porque el diablo está al acecho y ataca tan pronto como pueda. Entonces, Mis queridos incrédulos, será demasiado tarde para pedir socorro, porque los fuegos del infierno ya los estarán «quemando» y su caída ya no se podrá frenar.

Cómo gritarán, suplicarán y serán infelices cuando se estarán moviendo con gran espanto hacia su perdición. Es un momento horroroso cuando el alma se da cuenta de hacia dónde va, y no se podrá deshacer.

Por lo tanto, dense vuelta antes de que sea demasiado tarde, de lo contrario estarán perdidos para siempre.

Los amo desde lo más profundo de Mi corazón de Madre y les pido como Madre de todos los hijos de Dios, que se den vuelta, para que su alma se salve y para que no estén expuestos por siempre a los tormentos más terribles.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi niña, Mi hija.

171. Sean siempre honestos y defiendan la verdad — 14.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias, Mi hija. Estás trabajando tan diligentemente al servicio de Nosotros y de manera sincera defiendes lo que te decimos.

Es importante, Mis amados hijos, que clarifiquen equívocos [malentendidos] de inmediato. Si no lo hacen, si piensan que «no importará», entonces pueden resultar muchas cosas malas. Un pequeño equívoco puede causar mucho mal. Él, el equívoco, puede tomar proporciones inimaginables y causar un gran daño. Al «pasar por alto» los equívocos, tarde o temprano, personas pueden aparecer como mentirosos, aunque en realidad nunca hayan mentido.

Ellos o alguien que conocen cometieron un equívoco y no lo rectificaron de inmediato, porque no les pareció IMPORTANTE. Esta omisión de aclarar las cosas ahora tiene consecuencias fatales, porque la persona autora del error ahora es considerada inverosímil.

Tengan cuidado, Mis amados hijos, y rectifiquen sus equívocos de inmediato. Si ven que algo no está del todo bien, entonces aclárenlo inmediatamente. Esto es muy importante, para que todo esté en orden y para que después no habrá susurros, no se hable mal o se indique con el dedo a ustedes o alguien que conocen.

No pongan en juego su credibilidad y la de su prójimo. Aclaren los equívocos [malentendidos], incluso si los perciben como «de poca importancia» o creen que «da lo mismo». Nunca sabrán qué avalancha o qué inundación de lo negativo desencadena un pequeñísimo equívoco, una pequeña palabra, la modificación de una narración o reproducción de información.

Siempre sean honestos, manténgase fiel a la palabra y no pongan sus sentimientos [propios] en lo que se ha dicho, porque rápidamente eso lo falsificará y los convertirá a ustedes a ser el gatillo que desencadena la ola negativa, incluso si esto no fue su intención.

Así que, estén alertas, atentos y minuciosos. Transmitan la cosa tal cual como los han recibido. Revelen errores, equívocos y rectifíquenlos. Entonces, Mis amados hijos, no habrá sustento para la calumnia, para comprometimientos y otras maldades que pueden ser causados por equívocos [malentendidos].

Sean honestos y rectifiquen lo que se entendió mal. Entonces, Mis amados hijos, nadie les podrá reprochar algo, y no se hará daño a su corazón ni a su alma.

Así que, sean honestos, aunque hayan hecho algo mal. Admítanlo, clarifíquelo y – si es necesario – discúlpese, ya que se pueden encontrar equívocos y errores en los más variados niveles, formas, tipos y actos.

Sean siempre honestos y defiendan la verdad. Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija. (Jesús está sonriendo y asiente con la cabeza).

 

170. Den testimonio de su fe. Visiten a sus iglesias — 13.06.2013

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo y escucha lo que tengo que decir:

Nunca estén tristes y siempre valientes, porque la tristeza no viene de Dios, y nadie debe temer a la Palabra de Dios, porque es la única verdad y su guía para ir al Cielo cuando sea el momento para ustedes.

Por lo tanto, Mis amados hijos, defiendan la palabra de Dios, sean valientes y atrévanse a dar testimonio de su fe, porque solo así serán reconocidos como cristianos. Solo así se unirán como Ejército Remanente de Mi Hijo, y solo así serán cada vez más quienes siguen a Mi Hijo y quienes con amor y alegría – es decir, sin imponerse, sin gimotear y sin el «pero es que es tu obligación» – transmiten el amor de Mi Hijo, aumentan la fe y conducen a las almas aún perdidas al camino hacia Dios Padre.

Hijos Míos, no se impongan a nadie, porque ese no es el deseo de Dios. Manténganse siempre en el amor y defiendan la palabra de Dios. Es decir, no dejen que los cambios que les “imponga” el diablo calen [implementen cada vez más], sino que alcen su voz y defiendan lo que Jesús les enseñó en vivo.

Den testimonio de su fe. Visten a sus iglesias y digan abierta y honestamente a dónde van los días domingo, por qué vienen algo más tarde los días sábado por la noche y por qué no tienen «tiempo» durante todo el día, porque visitan las Santas Misas y reciben la Sagrada Eucaristía para unirse con Mi Hijo, confiesan sus pecados, porque los llevan al confesionario, serán absueltos de ellos (los pecados) y se sienten mucho mejor después, como si hubieran nacido de nuevo. 

¡Den testimonio de esto!

Ustedes oran en casa con sus hijos, con su pareja, antes de cada comida y en el camino. Se detienen a las 12 h. y a las 15 h. y se acuerdan de Mí, su Santa Madre y a Jesús. Díganle a la gente que los rodean que hacen eso, por qué hacen eso, o sea lo que están haciendo en este momento. Tienen que despertar a la gente y en ese sentido ¿qué es mejor que poner su vida también HACIA FUERA ANTE OTRAS PERSONAS totalmente al servicio de Dios? Difícilmente ellos dirán: «Oh, qué estúpido eres», porque aquellos que los rodean son personas que los aprecian.

No los enviamos a la «Cueva del León» y no le solicitamos visitas domiciliarias. Solo sean ustedes mismos y no se escondan, es decir no escondan ni cubran su fe, sino que vívanla abiertamente y con alegría. Así ustedes son maravillosas herramientas de Mi Hijo y despertarán visiblemente el interés.

A veces aún se requiere tiempo en los corazones de aquellos que aún no son creyentes, pero ellos siempre recordarán lo que ustedes están enseñando con su vida, y de esta manera puede llevarse a cabo lenta o rápidamente – con la oración pueden acelerarlo mucho – un cambio en la consciencia [de aquellas personas] y el alma conocerá el «Cielo» y no lo negará, ni en el Día de Gran Alegría, ni en los días anteriores, ya que «saben» a través de ustedes que Nosotros existimos y tarde o temprano eso les quedará claro.

Así que, no estén tristes y sean valientes. Entonces, Mis amados hijos, muchos otros encontrarán el camino hacia Nosotros, hacia Jesús, hacia Dios Padre.

Se los prometo.

Su Santa Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi niña, Mi hija. (Jesús asiente con la cabeza)

169. Cuidaremos a todos tan pronto como Nos den su consentimiento — 06.12.2013

Madre de Dios: «Mi hija. Mi querida hija. Todas las injusticias terminarán pronto«.

Jesús: «No te desesperes, Mi amada hija. Yo, tu Jesús, no permitiré que te hundas».

Madre de Dios: «Cree y confía y acepta todo como viene. Estos son tiempos muy difíciles y cada uno de ustedes, de todos los hijos de Dios, tiene algo diferente que aguantar, algo nuevo que aprender. Crean todos y confíen. Y vengan a Nosotros. Los esperamos con alegría, porque las puertas del cielo están abiertas para aquellos que son devotos a Nosotros. Amamos a todos los hijos de la tierra y cuidaremos a todos tan pronto como Nos den su consentimiento

«Queridos hijos, vengan a Nosotros. Yo, un Santo ángel de Dios, les suplico que se conviertan, que se aparten del mal, y que ruegan por ayuda a María y a Jesús. ELLOS los liberarán, ELLOS vendrán corriendo en su ayuda, ELLOS los guiarán, ELLOS los llevarán a los brazos de su Padre.

Dios el Altísimo, Nuestro Creador, está esperando a cada uno de ustedes, y con la ayuda de María y Jesús todos ustedes van al cielo. Todos estamos listos para defenderlos y de liberarlos de las garras del mal y del maligno.

Luchamos por ustedes para que ustedes encuentren, para que su alma encuentre la paz y para que puedan vivir en felicidad y alegría, paz y gozo y en el amor más profundo en el Reino de Dios, la Nueva Jerusalén, que vendrá a su tierra tan pronto como se haya peleada la última de todas las batallas.

Vengan a Jesús, queridos hijos. Nosotros, los Santos ángeles de Dios, estamos preparados para esta lucha. Digan SÍ a Jesús y corran a los brazos de su Madre celestial María. Ella, la engendradora de Dios eternamente virgen, los está esperando. Ella reza las intenciones por ustedes que conmueven el Sagrado Corazón de Dios Padre.

Él, el Altísimo, no LE niega nada. Por lo tanto, queridos hijos, recurran a ELLA y las gracias vendrán a ustedes grande y maravillosamente a través de ELLA como intercesora.

Crean, queridos hijos, crean y confíen. Pronto el cielo vendrá a la tierra y sucederá el mayor de todos los eventos. Alcanzarán la paz tan anhelada y vivirán en el amor y la alegría eternos. Las glorias de Dios Padre se les revelarán, y así estarán felices por siempre que es algo inimaginable para ustedes como simples hijos humanos.

Queridos hijos, dense vuelta y denle su SÍ a su Santo hermano, Jesucristo, el Redentor de todos los hijos de Dios. Con ÉL cosecharán los frutos que les fueron prometidos. Con ÉL su vida se convertirá en una vida verdadera y alegre. Él les dará la plenitud que su alma tanto anhela. Y con ÉL encontrarán a Dios Padre porque el puente hacia ÉL, Dios Todopoderoso, es Su Santo Hijo.

No esperen más, ¡sino conviértanse! El cielo está abierto para ustedes con todos sus ayudantes. Pídanlo, y Nosotros vamos. Pídanlo, y Nosotros escuchamos. Pídanlo de nuevo, y vamos corriendo hacia ustedes, porque nada es más grande, nada más glorioso que el regreso de un hijo perdido a Su Padre.

Los amo.

Su/s santo/s ángel/es en el cielo.»

(Veo un ángel grande, rubio, cabello hasta los hombros y un ángel pequeño. Los he visto varias veces).
(El ángel grande asiente con la cabeza afirmativamente).

 

Gracias.

«Mi Hija. Difunde este mensaje. Es muy precioso.

Tu Madre en el Cielo.» (Jesús está sonriendo).