Así que escuchen ahora en la luz de la Navidad,
porque el Señor ha nacido para ustedes.
EL que los ama, en la Luz Divina,
volverá a ustedes, hijitos míos.
Pero primero viene el Tiempo Santo,
que cura a tantas personas,
que se han desviado del camino
y tienen el corazón frío, pero como un viento
viene el Señor Cristo y los ilumina,
y este tiempo es Santo, hijos Míos.

Así que esperen con alegría este Tiempo Santo,
y estén preparados para el Señor Cristo en todo momento.
No conocen ni el día ni la hora,
que EL regresará en luz radiante,
para salvar a todos los hijitos fieles,
así que estén vigilantes y preparados.

El Señor Cristo en la puerta del Cielo
los mira a ustedes, Mis hijos, así que alégrense,
porque cuando el tiempo más oscuro amanezca,
Él los guiará con Su luz.
Pero no lo confundan a ÉL, hijitos Míos,
con el que los trae mentiras y apariencias,
porque, aunque el tiempo sea Santo,
el engañador vendrá con luz brillante,
que no es Divina y quiere seducir,
así que permanezcan vigilantes y firmes y quédense tranquilos,
porque el Señor vendrá, hijitos Míos,
para salvarlos a ustedes y ese momento será pronto.

Así que escuchen Mi Palabra, queridos hijos en la luz,
porque el anticristo es muy astuto,
y tratará de engañarlos,
engañarlos con magia y engaño,
pero aquel que sea siempre fiel al Señor,
reconocerá y permanecerá en la Luz Divina,
que el Señor les da en todo momento,
y esto ven los hijos que están preparados
para ÉL, su Señor Jesucristo,
que nació en Nochebuena.

Así que alégrense, hijitos queridos,
porque, aunque el tiempo no sea siempre bueno,
esperen y confíen y sepan,
que el Señor pronto ya estará a su puerta.
Y cuando ese momento haya llegado,
bienaventurado el que esté firme junto a Jesús.

Habrá un tiempo cruel,
pero el Señor está preparado para ayudar a todos ustedes,
pero sólo quien es fiel y entregado a ÉL
no se extraviará y no seguirá al falso y su luz,
que engañará a tantos hijos,
así que permanezcan vigilantes y fieles y resistan el viento diabólico,
que ya pronto soplará sobre todos ustedes,
así que permanezcan vigilantes, hijos Míos, para que no se extravíen.

El Señor, su Jesucristo,
vendrá a ustedes, pero grande es la astucia
de su adversario, el anticristo,
pero no tengan miedo, porque Jesús cumple lo que promete.

Los amo mucho, hijitos Míos,
pero se acerca un tiempo muy desagradable,
y el trigo será separado de la paja, hijos Míos,
y la división que viene será grande rápidamente,
porque todos pensarán que tienen razón,
y quedarán atrapados en la red diabólica,
que atrapará a tantos hijos,
así que permanezcan fieles a Jesús, Mis queridos hijos.

Viene un tiempo muy feo ahora,
así que estén y permanezcan todos preparados,
pero sólo aquellos que están con Jesús,
reconocerán y no serán arrastrados por el viento diabólico.

No será fácil, pero Nosotros estamos ahí para ustedes,
así que récennos y alégrense,
el Señor Cristo está siempre con ustedes,
y el camino hacia ÉL está abierto para ustedes.

Así que esperen con alegría el tiempo bendito,
y estén y permanezcan preparados en todo momento.
El Señor Cristo los está llamando,
ÉL siempre ayuda, así que tengan coraje
y amor en sus corazoncitos,
Los amo mucho, que tengan un tiempo lleno de gracia.

Deseo a todos los hijos una Feliz Navidad,
y no olviden confiar en el niño Jesús.
ÉL es Santo y ÉL los espera,
así que estén preparados siempre y para siempre
para Jesús, su Señor Cristo,
El que Es la verdadera Luz Divina,
que ha venido por todos los pecadorcitos,
para ustedes, queridos hijos, así que estén preparados.

Su deuda de pecado ya ha sido pagada,
por Su preciosa sangre, así que estén ansiosos
de hacer sólo el bien a partir de hoy, hijos Míos,
porque el tiempo que les queda corre y pasa.

Así que esperen con alegría la Noche Santa,
que les ha traído a todos el Salvador,
y recen mucho, hijitos Míos,
a su niño Jesús que los ama,
y a la Madre y al Espíritu Santo,
que los ilumina sin ningún esfuerzo por su parte,
sólo por el amor y la misericordia
del Padre en el Cielo, Él los regala Su compañía.

Así que esperen con alegría este Tiempo Santo,
porque ésta pasará, así que estén preparados.
El Señor los está esperando,
así que hónrenlo con su visita
en la adoración y en la celebración de la Misa, que tanto bien les hacen,
y sepan que el Señor les da alegría y valor.
Así que récenle a ÉL, al Señor Cristo,
porque ha nacido para todos ustedes.

Me voy ahora y me despido
y les deseo una fiesta llena de paz y alegría,
unidos de corazón con el niño Jesús,
que tanto los ama, hijitos Míos.
Así que lo pasen muy bien.
Yo les doy Mi compañía en todo momento,
pero deben pedir y rezar,
entonces Yo y Nosotros vendremos a ustedes y a ti.

Así que esperen con alegría el Tiempo Santo,
el Señor ha nacido para todos ustedes,
redime a todos los hijos de la tierra,
así que regocíjense mucho y prepárense rápidamente.
Pónganse sus túnicas blancas, queridos hijos,
Purifiquen su alma, pensamientos, y canten
sus dulces canciones,
por su niño Jesús.

Ahora me voy, me despido, hasta pronto,
Adiós, adiós y hasta la próxima.
Me inclino en la Luz Divina
del Señor Cristo por ustedes y para ti.

Un tiempo lleno de gracia,

lleno de maravilla y alegría,

les desea con amor,

su Buenaventura. Amén.

Madre de Dios y Dios Padre: Escribe, Mi hija, escribe.

Mi hija. El tiempo que están viviendo es un tiempo sagrado y profetizado. Pero sólo es sagrado para quienes lo reconocen (como tal).

Demasiados se quedan en el aquí y ahora y no encuentran la salida, y esto, aunque Yo los llamo, pero no Me oyen, Yo toco su puerta, pero no Me abren su corazón, Yo los purifico, pero no comprenden y, lo que es peor, se enfadan de que algo así les esté pasando o les esté sucediendo, sin ver la gran oportunidad que nace de ahí para su salvación, ¡si tan sólo lo aceptaran y lo permitieran!

Mis hijos. Mis hijos tan amados por Mí. Yo, su Jesús, estoy profundamente entristecido de que Me escuchan tan poco.

Los amo tanto, pero muchos de ustedes responden este amor sólo moderadamente o no lo hacen en absoluto. Me duele ver la manera tan perdida que están viviendo.

Ustedes corren tras las cosas pasajeras y no se preocupan de la salvación de su alma; más aún creen que su alma sería feliz si recibiera cada vez más de todo, pero no es así, Mis amados hijos. Su alma se está marchitando y sufriendo, ¡pero no lo reconocen!

Su salvación sólo la encontrarán a través de Mí, su Jesús, y en Mí, ¡amados hijos! ¡Quien se aleja de Mí perderá la Vida Eterna y su bienaventuranza por toda la eternidad! Caerá presa del anticristo y del diablo, y ellos le atormentarán.

Su alma experimentará el mayor sufrimiento porque no se han preparado para el día que ahora pronto llegará. Por eso los advierto y les digo: ¡bienaventurado el que haya reconocido y encontrado su camino hacia Mí! ¡Bienaventurado el que se convierte (haya convertido) y se prepare (haya preparado)!

Nadie, repito nadie, ni un solo hijo se perderá que se haya refugiado en Mí, pero él que no haya escuchado, él que no se haya convertido, él que no estaba preparado para Mí, se perderá al adversario y el diablo tendrá TODO el poder sobre él – sobre su alma.

Bienaventurado, pues, él que esté preparado para Mí y espere Mi regreso con la mayor alegría. Amén.

Los amo mucho.

Su Jesús, Quien Soy. Amén.

Díselo a los hijos. Es la hora. Amén.

Madre de Dios: Mi hija. Da a conocer esto también. Es un tiempo sagrado, pero los hijos no lo ven. Prepárense. Mi Hijo (Su regreso) está cerca. Amén.

Madre de Dios: Mi hija. Yo, tu Madre en el Cielo, estoy aquí, he venido a ti para que puedas compartir lo siguiente con los hijos de la tierra hoy:

Amados hijos, y es eso lo que son. Mi Hijo, su Jesús, volverá, PERO NO HABITARÁ ENTRE USTEDES. Así que estén preparados para ÉL, para su Salvador, porque ese día está cerca.

Así que estén preparados para ÉL, para su Salvador, porque ese día está cerca.

Su regreso será glorioso, y todos los hijos de la tierra lo verán en el cielo, pero estén advertidos amados hijos, y eso eso lo que son, porque el anticristo, Su adversario, tratará de engañarlos y él hará aparecer grandes señales en el cielo.

Jesús: ¡Así que no se dejen engañar por él ni por sus diabólicos «supuestos milagros»! Permanezcan vigilantes y siempre fieles a Mí, su Jesús.

El Padre está preocupado por ustedes, ¡así que tomen en serio SU palabra y SU llamada! ¡Deben ser firmes en todo momento y no ceder a las tentaciones y engaños de este tiempo presente!

Madre de Dios: Mis hijos. El diablo trabaja con astucia y engaño e imita a Mi Hijo lo mejor que puede, ¡pero de ninguna manera esto significa que hace cosas buenas o incluso divinas!

Permanezcan vigilantes, porque los «milagros» que les están presentados por el anticristo, por los medios de comunicación -todos bajo su control-, y por del Falso Profeta, quien sabe cohibirse hábilmente para engañarlos cuando llegue el momento, ¡no lo son! (Nota: no son milagros)

¡Sean y permanezcan vigilantes y manténganse firmes! Su firmeza está siendo puesta a prueba ahora y sólo él que esté verdaderamente con Jesús, Mi Hijo que los ama, ¡sobrevivirá ileso a este tiempo de engaño y seducción!

Jesús: Los advierto hijos amados, y es eso lo que son.

El fin está cerca y Mi regreso es inminente. Sin embargo, antes de eso el Falso Profeta y el anticristo tratarán de engañarlos para luego empujarlos a las profundidades del infierno, pero no teman, porque aquel que permanezca firme y fiel a Mí, su Jesús, que sepa discernir y ore mucho y suplique al Espíritu Santo -¡diariamente, hijos Míos!- no será engañado, porque es fiel a Mí, su Salvador, ¡QUIEN SOY, e Yo intercederé por él y su alma no caerá en manos del adversario!

Madre de Dios: Así que escuchen a Nuestra Palabra en estos mensajes, porque es Santa y el Padre, Dios Altísimo, está preocupado por ustedes.

SEPAN: Mi Hijo vendrá, PERO NO HABITARÁ ENTRE USTEDES, y Su regreso será glorioso. Amén.

Yo los amo mucho, Jesús los ama mucho. El Padre está preocupado por ustedes porque ÉL los ama tanto.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén. Con Jesús, muchos santos que están presentes y los Santos Ángeles. Amén.

Mi hija. Jesús ha hablado, ÉL apoya la palabra de Su santísima Madre. Ahora vete.

Un ángel del Señor.

Fiesta de la Inmaculada Concepción

En la hora de gracia del mundo en un Lugar Santo

…

Madre de Dios: Escribe, Mi hija.

Tiempos difíciles esperan a su tierra y a su existencia terrenal, pero no temas, pues: La mano protectora del Padre está siempre sobre ustedes y sobre aquellos por quienes oran. Es decir: no se perderán cuando el mal se desate y llegue la hora del fin de este tiempo.

Díselo a los hijos de la tierra: quien permanezca fiel, entregado y dedicado a Mi Hijo Jesucristo, los poderes malignos, el demonio, no tendrán poder sobre él, porque está protegido por la mano del Padre y el amor del Hijo, ¡y Su gran misericordia salvará a aquellos quienes ustedes, hijos fieles, LE ofrezcan y por quienes oran con corazón y alma!

La puerta del Cielo, Mi amado rebaño de hijos, se abre anchamente en la hora del nacimiento de Mi Hijo, Jesucristo, así que aprovechen este tiempo de Navidad, porque sus oraciones llegan al corazón del Padre, y quien ora con corazón y alma será escuchado por el Padre.

Oren nunca egoístamente, porque éstas no son oraciones del corazón. ¡Aprendan conocer la diferencia! ¡Reconozcan la diferencia! ¡Y oren con profundo amor por todas las criaturas del Señor! ¿Para qué quieren más riquezas y dinero de este mundo?

Oren por lo que es verdadero y eterno, y oren por la paz en los corazones de todas las personas, pues donde la paz del Señor, Jesucristo, está firmemente anclada en el corazón, ¡allí reina el amor y no puede estallar ninguna guerra!

Tomen a pecho Mis palabras que Yo, su Madre en el Cielo, les doy hoy, en el día de Mi fiesta y en la hora de gracia del mundo.

Los amo mucho. Sigan Mi llamada y oren mucho.

¡Todo lo que piden desinteresadamente los servirá también a ustedes mismos! Así que oren desinteresadamente y con amor en su corazón.

El Señor los escuchará si oran verdaderamente con amor. Amén.

Es un tiempo lleno de gracia, así que aprovéchenlo. Amén.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Jesús: Mi hija. Comenzarán tiempos duros, pero no tengan miedo, amados hijos, y es eso lo que son. Su oración los mantendrá fuertes y fieles a Mí, a su Jesús, pero deben permanecer en amor con todas las personas y aprender a amar incluso a sus enemigos, amados hijos, y es eso lo que son. Entréguenmelos siempre y en cada momento a Mí, su Jesús, y no se cansen nunca de recomendármelos. Pidan por la transformación y el amor en sus corazones y crean en Mi omnipotencia, que Yo tengo por medio del Padre.

¡Confíen en Mí!

¡Esperen en Mí!

¡Y manténganse firmes en la fe!

Cada alma, que Me ofrecen con un corazón contrito, ¡Yo la tocaré!

¡Crean, hijos, crean!

De esta manera, muchos que se han extraviado se convertirán, ¡y ustedes lograrán mitigación por su devoción a Mí en el amor!

Mis hijos. Les esperan tiempos terribles, pero deben permanecer fuertes en la fe. El Padre intervendrá. El tiempo se acerca, pero la calamidad que les espera a ustedes, a su tierra, a sus hermanos y hermanas depende de la intensidad de sus oraciones, es decir:

Cuanto más, cuanto más fervientemente recen y supliquen, ¡más suave será el tiempo del fin!

¡Cuanto más, cuanto más sinceramente supliquen al Padre que acorte y mitigue, más corto y suave será el tiempo del fin!

Cuanto más íntima, sincera y contritamente (en sus corazones) recen y supliquen, tanto más serán guardados de los horrores que les esperan. Amén.

Recen, Mis hijos, recen, ¡porque las guerras aumentan!

Recen, Mis hijos, recen, ¡porque el desastre se cierne sobre ustedes!

Recen, Mis hijos, recen, ¡porque sólo su oración puede hacer frente al maligno!

Con su oración le ponen un freno, pues donde se ora, se ponen piedras de tropiezo en el camino del maligno.

Donde haya oración, ¡el maligno sólo puede realizar sus abominaciones de manera moderada!

Donde haya oración, ¡los demonios deben ceder!

Donde haya oración, ¡ahí están Mi Madre y Yo, su Jesús!

El Padre tiene Su mano protectora sobre ustedes, amados hijos, pero deben permanecer entregados a Mí y no deben ceder.

Madre de Dios: Mis hijos. Su oración es tan importante en este tiempo. ¡Tomen en serio la palabra que se les ha dado en estos mensajes y pongan en práctica Nuestras peticiones!

¡Recen la oración expiatoria de las 7 Avemarías! (Oración nº 43/Bs 1393) ¡Es muy poderosa, y el Padre intervendrá!

Jesús: Oren, Mis hijos, oren. Es el tiempo de la oración ¡y el tiempo del fin depende de la intensidad de sus oraciones!

Así que escuchen Mi palabra, porque es santa.

Los amo mucho.

Su Jesús. Amén.

Madre de Dios: Mi hija. Divulga esto. Si solo supieran los hijos de la gran eficacia y el poder de su oración, no dejarían de rezar. Amén.