90. Domingo de la Misericordia — 07.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Hoy es un día muy especial, el día de la Divina Misericordia de Mi Hijo quien, desde la mañana hasta la tarde, las 24 horas, les da Sus gracias especiales y vierte Su inmenso amor sobre todos Nuestros hijos.

Hoy, el domingo de la Misericordia, que Mi Hijo desea que se celebre todos los domingos después de la Pascua, se celebra la resurrección de ustedes, ¡ya que cada uno de ustedes que esté fielmente dedicado a Mi Hijo recibe el bautismo de la Nueva Vida en el que TODO pecado es perdonado! Acepten este gran regalo, porque es la gracia especial que Mi Hijo tiene preparada para ustedes, ¡siempre y cuando que celebren estas grandes solemnidades como tales!

Mis hijos. Ha llegado el momento de la gran misericordia para perdonar a cada uno de ustedes sus pecados sin que sean juzgados por ellos. ¡Acéptenla! Celebren con Nosotros, con Mi Hijo, y vayan a sus Santas Misas para que también ustedes puedan recibir estas maravillosas gracias. ¡Confiésense, hijos Míos, confiésense, porque hoy todos sus pecados les serán perdonados! ¡Las penitencias se eliminan porque este es un regalo especial de Dios Padre a través de Jesucristo, Mi Hijo, para ustedes!

Mis hijos, regocíjense, porque la alegría en el cielo es extremadamente grande. Muchos de Nuestros hijos celebran este día consientes de la gran misericordia y de las gracias que se les dan a ellos y a todos ustedes. Desde el día en que su beato Papa Juan Pablo II – en el cielo él es santo – en nombre de Jesús por la Santa hermana Faustina, proclamó este domingo como Domingo de Misericordia, muchos de Nuestros hijos ya han disfrutado de esta maravillosa gracia. Y Jesús, Nuestro Jesús resucitado, los bautiza a cada uno de ustedes nuevamente y les PERDONA todos sus pecados. Pero deben creer en Él y aceptar Su gran misericordia.

Mi hija. Ayer, pudiste vivir esta experiencia en la Santa Misa, y tu alegría es grande, porque nunca has estado tan consciente de ello como lo estás hoy. Así de grande también será el gozo de todos Nuestros hijos tan pronto como sepan de este día lleno de acontecimientos, que es santo para Mi Hijo, y al cual Él se entrega con gran alegría para todos ustedes, para servirles a través de Sus regalos, que los acercarán ustedes aún más a Su corazón.

Hijos Míos, este día es hermoso y muchos de Nuestros hijos hoy están experimentando una renovación indescriptible de cuerpo y alma. Que así sea. Ahora y por siempre.

Su querida Madre en el Cielo.

Mi hija. Gracias.

89. ¡Aférrense de Mí, su Jesús, y les sucederán milagros! — 06.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Dile al mundo que Nosotros lo amamos. Diles a las personas que Nos regocijamos en ellos. Aunque hay mucho sufrimiento en Nuestros corazones, los amamos mucho y esperamos con alegría el gran día en que se abran las puertas del Reino de los Cielos.

Mi hija. Este día estará lleno de alegría. ¡Aunque muchos hijos rechazan el camino hacía ahí, de igual forma será un día de alegría, porque millones de Nuestros hijos entrarán al Nuevo Paraíso Conmigo, su Jesús! Estoy muy ansioso por ello, por este día, en el que vamos a vivir todos juntos una nueva vida llena de alegría y amor y en la paz tan anhelada.

Mi Padre tiene las llaves listas, y solo ÉL conoce el día de este maravilloso evento. También ÉL espera con alegría de finalmente ver a todos sus amados hijos reunidos en el Paraíso, tal como lo había planeado para ustedes, Mis queridos hijos, desde el principio de los días. ¡Regocíjense, porque el Cielo también lo hace! Tenemos la esperanza de que muchos más de Nuestros hijos aún se convertirán para esta fecha, ¡de modo que el número será aún mayor cuando entremos juntos a la Nueva Jerusalén!

Mis hijos. ¡Nuestra alegría es grande! Conviértanse a Mí, aquellos que aún no me han dado su SÍ. Los estoy esperando con ansias y me gustaría llevarlos a todos ustedes a este nuevo tiempo de paz. Vengan, Mis amados hijos. ¡Los estoy esperando! A cada uno de ustedes les dejaré entrar, pero necesito su SÍ para ello. El que Me niegue su SÍ se perderá, y entonces no hay nada que Yo pueda hacer por él.

Así que, queridos, queridos hijos, Mis hermanos y hermanas, denme también ustedes su SÍ para que Nosotros, en gran número y llenos de alegría, caminemos hacía las puertas del Nuevo Paraíso, para que allí en el día de la gran alegría, cuando Mi Padre me entregue la llave, entremos juntos, parar poder vivir allí en la paz tan anhelada, llenos de alegría y felicidad y unidos en el amor eterno, por toda la eternidad, unidos con todos los ángeles y santos y con aquellos que han resucitado antes de ustedes.

Mis hijos. ¡Los amo tanto, y es Mi amor el que me hace luchar para liberar a cada uno de ustedes de las garras del maligno y salvarlos de la condenación eterna! Quiero darle Mi misericordia a toda alma, pero ustedes deben aceptarla. Mis gracias que les concedo a todos Mis hijos son grandes, y Mi Espíritu Santo viene sobre cada uno de ustedes. Escúchenlo y déjense iluminar por Él, porque entonces encontrarán el camino hacía Mí, su Jesús y Mi Padre, Dios el Altísimo, ¡y juntos venceremos todo mal y haremos espacio para el amor en sus corazones y el alrededor suyo! ¡Aférrense de Mí, su Jesús, y les sucederán milagros!

Mis hijos, si no vienen a Mí ahora, llegará un tiempo de sufrimiento que será muy difícil para ustedes. Aquellos que confían en Mí ya experimentan los tiempos de hoy de manera muy diferente a ustedes, quienes aún me rechazan. Vuélvanse felices en sus corazones también ustedes y basen también ustedes sus esperanzas plenamente en Dios Padre, porque quien lo haga, quien Nos sea fiel, nunca perecerá.

Mis hijos. El tiempo ya está muy cerca, y Mi mayor gracia es inminente. Acéptenla y síganme, para que por medio de esta gracia también ustedes puedan salvarse. Esto sucederá a través de Nuestro amor por ustedes, porque no lograrán hacerlo ustedes solos. Así que acepten esta, Mi Gracia, cuando se la esté dada y no tengan miedo, no importa lo que quizás deberían haber hecho de manera diferente en su vida. ¡Mi misericordia les perdonará! No esperen hasta que la justicia tome su lugar, porque es Mi misericordia la que les salva de un gran castigo. Así que acéptenla y síganme.

Yo, su Jesús, siempre estoy ahí para ustedes, así como Mi Santísima Madre – a la que tantos de ustedes no le rinden la reverencia y la dignidad que merece como engendradora del Hijo Unigénito de Dios – y todos los santos del cielo, unidos con Mis santos ángeles. Llámennos y Nosotros estaremos allí. Pídannos, y nos preocuparemos. Oren a Nosotros y los oiremos, especialmente si oren por la salvación de su alma y la de los demás. Esto prometo a todos Mis hijos.

Su Jesús que tanto los ama.

88. Todo está en línea con lo que fue profetizado hace miles de años — 06.04.2013

Mi hija. Yo, tu San José, estoy aquí y me gustaría hablar contigo. Ven, hija Mía, siéntate Conmigo.

Mi Hijo, Jesucristo, en el Día de la Gran Alegría librará a todos Sus amados hijos de las garras del grupo malvado que fue instigado durante siglos ya por Satanás, para provocar esta miseria en su tierra tan hermosa. Para muchos de ustedes es difícil entender que existe algo tan malvado. Muchos no creen en nada, y quien no cree en nada niega así también la existencia misma del mal, Satanás, que les trae a todos ustedes este mal del tiempo presente y de todos los tiempos.

Mis hijos. Si no creen en nada, serán presa fácil para el maligno. Deben volver a escuchar las enseñanzas de Dios. Crean en Mi Hijo y crean en la Biblia. ¡Lo que está escrito allí también vale para su tiempo presente y ESPECIALMENTE en este tiempo en el que viven, porque las profecías de los últimos tiempos es lo que está sucediendo en la tierra HOY!

Mis hijos. ¡Despierten! Lean lo que está escrito y escuchen a lo que Jesús y Su Santa Madre tienen que decirles a través de todos los hijos videntes en su mundo. Todo está en línea con lo que fue profetizado hace miles de años.

Madre de Dios: «¿Por qué es que tantos de Nuestros amados hijos no quieren ver esto? No se cierren ante la verdad, sino levántense y conviértanse. Sigan a Nuestro Hijo, Jesucristo, y sean buenos los unos con los otros».

El que tiene un corazón puro entrará en el Nuevo Paraíso y el amor y la paz serán su recompensa, pero quien crea que pueda seguir durmiendo, negando la existencia de Jesús y de Su Padre, Dios Altísimo, quien los ama sobre todas las cosas, tendrá en un brusco despertar, porque en el día en que Mi Hijo vuelva en la altura del cielo – con todas las señales – se enfrentarán a una puerta cerrada y no se les permitirá entrar al Nuevo Paraíso, creado para todos los hijos de Dios. Excluidos del Reino de la Paz, caerán en la condenación, porque llegará el día en él que solo habrá UNA decisión para poder salvar su alma eterna, y esa es el SÍ a Jesús. El que no le dé su SÍ, se pierde ante el diablo y se dirige a sí mismo hacia abismo del infierno.

¡Despierten, queridos hijos, despierten! Vuelvan (otra vez) a Jesús, antes de que sea demasiado tarde, para que también ustedes puedan recibir la herencia prometida, donde el cielo y la tierra se unen con Mi Hijo en el Paraíso, la nueva Jerusalén que se hizo para ustedes.

Mis hijos. Los amo mucho, pero Mi corazón está profundamente apenado por aquellos de ustedes que están dando la espalda a Nosotros, a todo el Cielo. Como María, Mi amada María, les dijo ayer, NO DEBEN no creer en el infierno, de lo contrario se dirigirán directamente hacia él. Este gran error que comete la «sociedad de hoy» será su caída. Sin fe y sin respeto por el propio Creador, es solo mal que puede venir sobre ustedes.

Queridos hijos. A cada uno de ustedes Jesús, Mi Hijo amado, confiado por Dios Padre a Mí, su San José, quiere llevarlos a Su Nuevo Reino. ¡Crean en Él! ¡Espérenlo a ÉL con alegría! ¡Denle todo su sufrimiento y su alegría y confíen en Él! Porque él ama a cada hijo de Dios y se preocupa por cada uno de ustedes que lo desea, pidiéndoselo a Él. Así que, queridos hijos, vengan todos a Jesús y esperen con alegría a una vida de paz y alegría y al amor indescriptible que Jesús desea darles.

¡Vengan, hijos míos, vengan! Nuestra alegría es grande cuando solo un alma vuelva a Nosotros, consideren cuán grande será Nuestra alegría cuando todos los hijos de Dios vuelvan a Nosotros, a Jesús y a Dios Padre.

Con profundo amor.

Su San José.

Madre de Dios: hija Mía. La comunidad de los santos está preparada para ayudarles y está esperándolos a todos ustedes y sus oraciones con los corazones abiertos. Todo lo que ustedes piden por los demás ellos llevan de inmediato al Santo Trono de Dios Padre. Así, sus oraciones serán aún más poderosas, y la cosecha será grande. Gracias, Mis queridos hijos.

Los amo desde lo más profundo de mi corazón de Madre.

Su Madre en el Cielo. Madre de todos los hijos de Dios.

87. Muchos de ustedes, pobres almas, no creen en el infierno. Este es un gran error — 05.04.2013

Mi hija. Ya viniste. Siéntate al lado Mío y escribe. Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Madre en el Cielo, estoy aquí para decirte que Mi Hijo, Jesucristo, aún salvará muchas almas más antes de que Él venga a ustedes por segunda vez. Él vendrá en la altura del cielo – con todas las señales – y llevará Consigo a todos Sus amados hijos, que Le son fieles a Su Nuevo Reino, Su Paraíso, que fue creado para todos los hijos de Dios, y donde todos ustedes comenzarán su herencia tan anhelada, siempre y cuando siguen a Mi Hijo, su Jesús.

¡Nadie que sea infiel a Dios Padre conocerá ese, oh tan hermoso paraíso! Tengan esto siempre en mente, Mis amados hijos. Oren mucho, especialmente en las intenciones de Mi Hijo, porque así aún millones de almas más pueden ser salvadas. El número de ustedes seguidores de Mi Hijo es grande, muy grande, de manera similar se les dije el Viernes Santo pasado, y Nuestros corazones están llenos de alegría por ello, sin embargo, Mis queridos hijos, sepan que aún no es el número [de hijos] que Mi Hijo desea llevar Consigo. Por lo tanto, Mis amados hijos, recen las oraciones que les hemos dado a través de Nuestros hijos videntes en todo el mundo. De este modo, el deseo de Mi Hijo se podrá cumplir y muchas más almas se salvarán antes del gran día de alegría cuando Mi Hijo vendrá desde la altura del cielo.

Hijos Míos, siempre crean que Mi Hijo los ama. Él los ama a todos y cada uno de ustedes, y no quiere perder a nadie, sin embargo, quien no se convierta a Él quedará excluido de entrar al paraíso, la Nueva Jerusalén, y perecerá dolorosamente.

Mis hijos. Mis amados hijos. Muchos de ustedes, pobres almas, no creen en el infierno. Este es un gran error, porque asumen erróneamente que la vida después de su muerte se terminará de alguna manera. Ya que no creen en el infierno, ¡están aún más en peligro de entrar en él! Ustedes rechazan la creencia en las enseñanzas de Mi Hijo. No creen en nada de lo que realmente existe y niegan que la vida real comience después de su muerte física. Por supuesto, la mayoría de ustedes todavía siente que, de alguna manera, no podrán extinguirse porque nadie puede imaginarse ser «eliminando». Incluso aquellos de ustedes que dicen esas cosas realmente no lo creen, porque Dios Padre los ha dotado con esta sensación. Como un ser vivo, uno no puede imaginarse un fin definitivo, quien crea que lo pueda, está mintiéndose a sí mismo. Escuchen y miren profundamente en sí mismos, en su corazón, en su alma y ​​encontrarán que ella, el alma, nunca desvanece. Por lo tanto, Mis amados hijos, vuelvan a creer en Dios Padre y en Jesús, de lo contrario el diablo los robará, y ustedes lo pasarán realmente mal.

Hijos Míos, ninguna persona es por sí solo responsable de su destino. Nadie puede ser auto suficiente, es decir, todos ustedes son parte de un todo más grande, y ninguno de ustedes puede cambiar eso. Se les ha dado su libre albedrío para que puedan tomar decisiones libremente, pero no para aislarse de su Creador, porque eso no puede ser. Solo por Él ustedes pueden vivir, solo por Él están aquí, porque sin Él nada existiría, sin Él ninguno de ustedes existiría. Pueden negarlo con la frecuencia, el tiempo y la persistencia que deseen, pero eventualmente también ustedes tienen que decidirse. Para eso, millones de creyentes hijos de Dios oran por ustedes, que cuando haya llegado su hora, Le den su SÍ a Jesús, porque ellos, estos hijos humanos amorosos y desinteresados, quieren salvaguardarlos de una eternidad en el infierno.

Mis hijos. Empiecen a creer, todos. Mi Hijo quiere que lo encuentren a Él para que todos experimenten la paz y el amor que Él tiene preparados para ustedes. ¡Corran hacía Él! ¡Conviértanse antes de que sea demasiado tarde! Pronto, muy pronto, la misericordia cederá el paso a la justicia, y el tribunal de justicia caerá sobre ustedes. ¡No pongan en juego su oportunidad, que les regalan ahora Mi Hijo y Dios Padre! Acepten la misericordia que Mi Hijo les quiere ofrecer para que puedan ir felizmente a una Nueva Vida con Él. No esperen hasta que el tribunal de la justicia caiga sobre ustedes, porque entonces puede ser demasiado tarde para muchos de ustedes.

Los amo de todo corazón, Mis amados hijos.

Unidos en el amor eterno.

Su Madre en el Cielo.

86. Unidos con Nosotros sobrevivirán estos tiempos malos — 03.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Prepárense, porque el Anticristo ahora revelará su verdadera cara. Escondido y oculto detrás de todo el mal que él orquesta, ahora él, gracias a «su» grupo de élite, entrará en el gran escenario del mundo y la gente lo amará.

Mis hijos. Manténganse fieles a Mi Hijo, Jesucristo, porque entonces no les puede pasar nada malo. No crean en los medios de comunicación que están manipulados por el grupo de los malvados. Estos solo informan sobre lo que ciertas personas – pertenecientes a la masonería y otros grupos creados por el maligno – desean que escuchen (vean), para manipular sus sentimientos y guiarlos al camino equivocado, a saber, a seguir al Anticristo, la raíz de todo mal.

Rueguen siempre por recibir el Espíritu Santo de Mi Hijo, que les fue dado por el Padre a través de ÉL [MI Hijo], rueguen por claridad, sabiduría y protección. La protección del Espíritu Santo les salvará de la herejía. Sabrán reconocer lo que viene de Dios Padre y de Mi Hijo, y lo que viene del barón de las mentiras en la forma del Anticristo y el grupo del maligno.

Hijos Míos, permanezcan en oración todo el tiempo, si es posible. Unas pocas palabras dirigidas a Mí o a Mi Hijo durante su día ya bastarán para estar constantemente en contacto con Nosotros, para que no crean en estas mentiras malvadas. Nunca caigan en la trampa del Anticristo, ¡porque esto sería la entrada directa al infierno!

Manténganse fieles a su Jesús, Mi Hijo, que tanto los ama y rueguen por la claridad del Espíritu Santo. Unidos con Nosotros sobrevivirán a estos tiempos malos, esto les prometemos a cada uno de ustedes quien Nos sea fiel.

Aguántense, Mis amados hijos, porque el tiempo se acerque más y más, y pronto ya vendrá Mi Hijo en la altura del cielo – con todas las señales – para redimirlos a ustedes, Mis queridos hijos, de las trampas del maligno y su regencia.

Entonces, nada será como ustedes lo conocen, porque Mi Hijo trae amor y paz a cada uno de ustedes y les regala en el día de la gran alegría, tan pronto como hayan entrado al Nuevo Mundo, la perfección de la mente, del cuerpo y del alma.

¡Vengan, Mis amados hijos, ¡vengan a Jesús! Quédense siempre con ÉL y sean fieles a ÉL. Entonces la profecía de la redención se podrá cumplir para ustedes, ¡y entonces también ustedes experimentarán el gran día de alegría con alegría!

¡Los amo mucho!

Su Madre en el Cielo.

85. Ninguno de Nuestros hijos debería ser asustado — 02.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir. Yo, tu Madre en el Cielo, Me gustaría compartir lo siguiente con todos Nuestros hijos:

No se preocupen por todo lo que está sucediendo en su mundo ahora, sino que confíen aún más profundamente en Mi Hijo. Él, que es el Hijo Unigénito del Todopoderoso, los liberará del lazo del diablo y su «grupo de élite». Esto sucederá poco después de que el Anticristo, quien es la raíz del mal se haya presentado como el «mesías» (Salvador del mundo). Él que es el maligno mismo les fingirá ser el bien, y luego, cuando parezca que ya no existiera salida para su mundo, Mi Hijo aparecerá en el cielo para liberarlos de todo mal.

Recuerden en todo momento que todo lo que se ha predicho puede ser mitigado por la oración de todos ustedes. ¡Confíen en el poder de la oración y confíen en Mi Hijo! Sean conscientes de los planes malvados del grupo de élite y entréguense plenamente a Mi Hijo. Quien haga esto, quien esté firmemente anclado en Jesucristo, nada malo le sucederá. Crean, hijos Míos, crean, oren y confíen. El reinado de Mi Hijo está cerca. Aguántense un poco más. Su valentía y Su fe serán recompensadas, ya que serán ustedes quienes Mi Hijo se llevará consigo al Nuevo Paraíso, la Nueva Jerusalén, que fue creada para cada uno de ustedes para vivir allí por siempre en la plenitud y paz.

Mis Hijos, ¡regocíjense! ¡Aguántense y regocíjense! ¡Lo que Mi Hijo tiene preparado para ustedes es tan hermoso que ninguno de ustedes lo podría ni siquiera vislumbrar! No se preocupen por el ahora. Manténganse despiertos y atentos y concéntrense plenamente en Mi amado Hijo. Él estará allí para ustedes sin importar cuál sea la situación (de emergencia) en la que se encuentren, y Él los cuidará.

Mis hijos. Crean, porque así será.

Los amo a todos. Los llevo a cada uno de ustedes en Mi Corazón de Madre. Con afecto eterno. Su Madre en el Cielo.

Mi hija. Divulga esto. Ninguno de Nuestros hijos debería ser asustado de lo que está por venir. Dios Padre dejará caer Su Mano de la Justicia antes de que la situación en su tierra se intensifique. Sin embargo, estén atentos y presten atención a las señales.

¡Oren, hijos Míos, tan a menudo como su tiempo lo permite y vivan! Estén siempre unidos con Mi Hijo, porque entonces pueden aceptar todo en amor el resto de los días. Algunos de ustedes incluso podrán disfrutar estos días, que están contados, tanto (que) confían en Mi Hijo, que no temen a nada.

Hijos Míos, así debe ser. Háganse tan fuertes que el enemigo no los pueda realmente lastimar a pesar del daño que les hace. Entonces, Mis amados hijos, realmente hayan llegado a Mi Hijo, su Jesús.

Los amo. Su Madre en el Cielo. Gracias, Mi hija.

84. Crean en Jesús y oren por todos sus enemigos — 02.04.2013

Mi hija. Mi querida hija. Es muy importante que continúes escribiendo para Nosotros, así podremos Nosotros, Mi hijo y Yo, alcanzar y salvar muchas almas más.

Mis hijos. Es muy importante que oren por el líder falso en el Vaticano. Aunque no fue elegido por Mi hijo, todavía es un hijo de Dios, un niño de Dios, que está extraviado y quiere arruinarlos. Su «señor» es el mismo diablo, sin embargo, Mi Santo hijo, Jesucristo, desea que también se ore por esta alma.

Todavía no es evidente para ustedes, mis queridos hijos, el alcance del bien que logrará su oración, pero con el tiempo notarán el bien que ayudará a muchas almas reencontrarse con Mi hijo y a la verdadera Iglesia Católica, Su santo cuerpo aquí en la tierra.

Hijos míos, aunque no lo comprendan (en este momento), oren por todos los líderes de la Iglesia Católica. Oren por sus políticos y siempre pidan por la claridad del Espíritu Santo. Pronto, muy pronto, reconocerán los «escollos» del maligno que serán cada vez más, y a través de todas las contradicciones y divisiones, incluso al último de nuestros hijos confundidos se le abrirán «ojos y oídos», el corazón, y todos volverán a Mi hijo. El falso profeta entonces ya no tendrá ningún poder sobre ellos, y la marcha triunfante de Mi hijo llegará también donde nunca lo habrían adivinado.

Mis hijos. Crean en Jesús. Oren por todos sus enemigos y siempre tengan el coraje de defender Su Santa Palabra. Nosotros les ayudamos. Pídannos por ello especialmente en momentos de debilidad:

Oración No. 13: – Oración por fortaleza y cambio personal.

Señor, dame la fuerza que necesito para defenderte siempre.

Señor, ayúdame también a sentir amor por mi peor enemigo.

Señor, hazme fuerte en la lucha por las almas, para que siempre tenga la fuerza de orar en tus intenciones.

Señor, perdóname también a mí, cuando peco.

Quiero ser Tuyo, ahora y por la eternidad.

Amén.

 

Mis amados hijos. Oren esta oración diariamente, y traerá muchos cambios.

Gracias por seguir Mi llamada.

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Gracias, hija Mía, por haber escrito para Nosotros. Te amo. Tu Madre en el Cielo.

83. Oren en estas intenciones y traerán gran gozo a Nuestros corazones — 01.- 02.04.2013

Mi hija. Los dos estamos contigo. Tu San José y tu Madre en el Cielo. Todo el día ya queríamos hablar contigo. Yo, Josef, ya desde anoche.

Mi hija. Es muy importante que oren por el ocupante falso del trono en Roma. La oración hace prevenir muchas cosas. Independientemente de lo que se les haya predicho, al orar por esta alma perdida pueden hacer mucho bien por el mundo.

Tú, hija Mía, viste lo “pobre” que es esta alma. Viste las falsas esperanzas, las expectativas tan grandes, como un niño pequeño que le pidiera algo a sus padres.

Su alma está tan perdida. Viste y sentiste la tristeza de Nuestro Hijo, Jesucristo, que lamenta y espera con profundo amor por todos Sus hijos perdidos. Esperando que incluso esta alma «ennegrecida» regrese y lo encuentre a Él.

Tu visión fue real en la primera como en la segunda parte. Jesús ama a cada pecador, porque Él ve más allá que lo de ahora. Él ve al alma con sus esperanzas, y Él ve el sufrimiento que experimenta el alma cuando apuesta toda su esperanza «al caballo equivocado».

Por lo tanto, queridos hermanos y hermanas en Jesús, ¡oren por todos los hijos perdidos, especialmente por los más grandes pecadores entre ustedes! Oren por la pobre alma del falso Papa no elegido por Jesús, quien pone sus esperanzas en Satanás en lugar de ir corriendo para abrazar a Jesús. Oren, hijos Míos, por todos aquellos que no pueden ver la luz de Mi Hijo para que también sus almas puedan ser salvadas. Eso es lo que quiere Jesús, Nuestro Hijo, porque su amor es inconmensurable y su esperanza grande, que incluso el pecador más endurecido lo encontrará.

Mi hija. Amamos a todos Nuestros hijos, pero ahora debemos luchar por aquellos que parecen estar perdidos. Su oración es el poder para ello. Cuanto más oren, más almas se salvarán. El tiempo apremia.

No queda mucho tiempo, porque pronto empieza la cuenta regresiva de sus días terrenales, y hasta entonces aún muchas almas tienen que convertirse a Mi Hijo.

Mi hija. Hacemos un llamado a todos Nuestros hijos a orar juntos por el papa Francisco y sus seguidores para que se pueda prevenir mucha desgracia en el mundo y para que muchos de ellos se conviertan a Mi Hijo.

Seguimos llamando a que se haga oración por todas las almas confundidas. Entre ellos hay muchos creyentes que en los tiempos actuales no reconocen la verdad.

Mis hijos. Oren en estas intenciones y traerán gran gozo a Nuestros corazones. Mi hijo Jesús lo desea así.

Gracias por seguir Nuestra llamada.

En el amor eterno. Tu Madre en el Cielo con San José.

82. ¡Mi resurrección! — 30.03.2013

Mi hija. Yo, tu Jesús, he venido a hablar contigo acerca de Mi resurrección.
(Jesús es alegre, sonríe, brilla, es feliz)

Cuando morí en la cruz, el plan de Mi Padre se hizo realidad. Con Mi muerte en la cruz, acepté todo el sufrimiento que había en el mundo y también todo lo que estaba por venir y lo redimí a través de esta muerte cruel que me fue infligida. Es decir, a partir de ese momento el mundo fue redimido del pecado. Toda alma podría ser resucitada, siempre y cuando fuera buena y se arrepintiera.

Mis hijos. Exactamente así es como aún es hoy, porque lo que en ese entonces cargué encima de Mií beneficia a todos los hijos de Dios. Cada uno de ustedes tiene la oportunidad de compartir la Vida Eterna Conmigo, porque yo, su Jesús, les he abierto el camino hacia el Reino de los Cielos. A través de Mi resurrección les he demostrado que la vida no se detiene con la muerte que conocen, sino que comienza una Vida Nueva, una Vida Eterna, que en realidad es la Vida Verdadera.

Les he mostrado que es posible vivir después de la muerte, y muchos de ustedes Me han creído. A través de Mí a todos los hijos de Dios se les ha regalado la redención, y todos ustedes pueden esperar con alegría una eternidad conmigo. Yo, Quien les doy el amor verdadero, me alegro de todos los hijos que vienen a Mí. Mi reino es grande y cada uno encuentra su lugar en él. A nadie les faltará algo. Un lugar a Mi lado está asegurado para aquellos que Me aman y Me honran y que ya son fieles a Mí durante su vida [terrenal].

Por Mi muerte en la cruz a todo pecador se le dio la oportunidad – a través del arrepentimiento y la penitencia y a través de la fe en Mí, en Mi Padre y en el Espíritu Santo -de venir a Nosotros y de vivir con Nosotros para siempre. Mi Padre ha preparado todo tan maravillosamente con un profundo amor por ustedes y con afecto, porque todos ustedes son parte del gran todo, todos son parte de Él.

Creados de acuerdo con Su imagen, Él se regocija en ustedes. Esta alegría fue debilitada por todos los pecados cometidos desde entonces. Comenzando con Adán y Eva, quienes se dejaron seducir, sus descendientes difícilmente tuvieron la oportunidad de no volverse pecaminosos tampoco, porque el pecado de sus ancestros fue traspasado a las próximas generaciones. Pero, aunque todos ustedes son hijos humanos que pecan hasta el día de hoy, aún así son hijos de Dios y Dios Padre los ama a cada uno de ustedes. Su amor por ustedes es inconmensurablemente grande y su alegría por todos los hijos que encuentran de vuelta a Él con palabras terrenales apenas describible.

A través de Mi muerte, la resurrección se ha hecho posible, y cada uno quien cree en Mí Nos da a Nosotros, y especialmente a Mi Padre, la mayor alegría. Una alegría casi perdida, si se mira la historia: el pecado original, la apostasía, las guerras; fue realmente muy triste para Mi Padre al ver Su creación, Su hombre amado, pecar así.

Lo que Él creó en amor, Sus hijos lograron destruir. Pero el mayor sufrimiento es el sufrimiento del alejamiento de Él, de su Padre. ÉL, quien es su dador de vida, de Él ustedes no quieren saber nada. Esto es lo más triste que han hecho a Mi padre.

¿Sienten el sufrimiento, el dolor y la pena que Él lleva? Él llora lágrimas amargas por cada hijo apostata, pero nadie lo puede ver, especialmente aquellos que Le causan este dolor. Dios Padre, Nuestro Padre de todos, está muy triste, porque, aunque Él les ha enviado a Mí, Su Hijo, todavía llora por cada hijo no creyente. Él es su padre. Él solo quiere lo mejor para ustedes, pero tantos se apartan de Él, de Mí.

Sin embargo, a pesar de todo el sufrimiento, Nuestro gozo es muy grande, porque como les comentó Mi Madre el día Viernes Santo, muchos de Nuestros hijos se han convertido a Mí, su Jesús. Y tan pronto como Mi Padre dé su consentimiento Yo, su amado Jesús, vendré a ustedes, primero solo a ustedes – a cada uno de ustedes – luego para todos visibles en el cielo, con todos los signos vendré y los liberaré para llevarlos conmigo. Este será el día de la gran alegría cuando junto con ustedes entraré en el Cielo, que se fusionará con la tierra, para vivir ahí en paz con ustedes. Esto, Mis hijos amados, será un día de fiesta, y a Mi Padre lo hará feliz estar finalmente unido con todos Sus hijos queridos que lo aman. Desafortunadamente, también muchos se perderán. Son aquellos que me rechazarán en Mi Segunda Venida.

Mis hijos. Mis amados hijos. La transición al Nuevo Mundo solo tomará un momento. Será maravilloso para ustedes y se convertirán en «personas nuevas». Esperen este día con alegría, que ha sido preparado para ustedes desde hace mucho tiempo. Ahora, finalmente, pueden asumir la herencia prometida, la cual sus ancestros han anhelado y soñado durante mucho tiempo.

Mis queridos hijos. Yo, su Jesús, prometo a cada uno de ustedes que cree en Mi conceder gracias grandes, acortar el tiempo de sufrimiento (para ustedes) y darles la gloria ahora y por siempre.

Su Jesús quien los ama.

Madre de Dios: hija Mía. Mi Hijo ha preparado grandes gracias para ustedes. Crean en Él. Él los hará feliz.

Nota: Yo sentí esta enorme tristeza por parte de Dios Padre. Ella [la tristeza] está es realmente indescriptiblemente fuerte, y me vinieron las lágrimas a mis ojos. Vi que Él sacrificó a Su Hijo por el puro amor a las personas humanas, para que finalmente todos Sus hijos pudieran volver a encontrarlo, y como no lo hacemos – al menos no todos – está muy, muy triste.

Hija Mía, difunde esto. Tu Jesús.

81. El mundo, tal como ustedes lo conocen, pronto ya no existirá más — 30.03.2013

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate a mi lado y escúchame. El mundo, tal como ustedes lo conocen, pronto ya no existirá más. Sus sistemas sociales colapsarán, y en su lugar nuevas normas, nuevas leyes se les impondrán. Les exigirán muchas nuevas condiciones, y solo aquellos que las cumplen tendrán derecho a ciertos «beneficios sociales». Esto incluirá la aceptación del chip de la «perdición» que, si se lo implantan, los enfermará gradualmente. Será una enfermedad vegetativa, es decir, los destruirá de poco a poco.

No acepten estas llamadas «innovaciones». Manténganse fieles a Mi Hijo, que nunca les impondría algo. Todo lo que no está en armonía con la creación no puede ser de ÉL. Un «chip de identificación» es exclusivamente para controlarlos a de ustedes y los enfermará.

Vuelvan a confiar en la naturaleza y sus plantas medicinales. Hay tantas cosas buenas que Dios Padre tiene preparadas para ustedes en la naturaleza. Conózcanlo y aprovisiónense con ello, en lugar de ser absorbidos por la «máquina de succión» del diablo.

Hijos, abran sus ojos. ¡Todas las novedades que suceden ahora no son para ayudarles! Es un plan inteligentemente diseñado por el maligno mismo para atraparlos mediante el engaño. No dejen que él tenga ese poder sobre ustedes. Siempre escuchen a su corazón.

Permanezcan fieles a Jesús. Él los salvará de todo ese mal, y con Él finalmente serán verdaderamente felices. Confíen en ÉL. Siempre acudan a ÉL. Y en el día de gran alegría, Él los llevará a Su Nuevo Paraíso.

Hijos Míos, los amo. Su Madre en el Cielo.