Mi hija. Mi amada hija. Todo lo que Mi Hijo les ha predicho a través de Sus hijos videntes en todo el mundo ahora vendrá. El tiempo de la gran confusión ya ha comenzado y muchos de los hijos de Dios pronto no podrán distinguir entre lo verdadero y lo falso, tan hábilmente diseñados son los planes del diablo.

Quien no se compromete completamente con Mi Hijo ahora encontrará muy difícil seguir la verdad, más seguirá al falso profeta. Al principio parecerá que él es él llamado por Dios, porque todo lo que se les muestra a ustedes parece que viniera de Mi Hijo, pero no es así.

El diablo ha estado haciendo un trabajo preparatorio durante muchos años y cree que ahora con la toma de posesión del trono en Roma hubiese alcanzado su meta de implementar su obra maestra para la seducción de las almas, pero hijos, Mis amados hijos, ¡Jesús triunfará!

Confíen en Mi Hijo, y no duden. Él que tanto los ama mantendrá su mano protectora sobre ustedes. ¡Oren, oren, oren! Solo la oración les puede ayudar de discernir entre el bien y el mal, entre lo verdadero y lo falso en estos tiempos de confusión.

Los amo. Sean fuertes. Su Madre en el Cielo.

Mi hija. Mi querida hija. Regocíjate, porque hoy es un día feliz. Mi Hijo, Jesucristo, ha prometido que regalará grandes gracias a todos los hijos que ahora después de esta elección papal y antes de la iluminación de la consciencia se conviertan a Él, para que cuando llegue la gran «aviso» estén preparados para sobrevivirlo (el aviso) y luego, después, poder seguirlo a Él en oración y en actos, y luego en el día de gran alegría poder entrar con Él en su Reino, el Nuevo Mundo.

El diablo está furioso. Después de su danza de alegría y el comienzo de las grandes maquinaciones que ahora está tratando de implementar, él está enfurecido por esta promesa que Mi Hijo, Jesucristo, da a Sus amados hijos, porque con eso se cruza sus planes y muchas de las almas que no habrían sobrevivido el aviso y que habrían sido atrapados en su red (la de Satanás) de la condenación eterna, ahora sí tendrán la oportunidad a recibir la Vida Eterna, la vida con Dios.

Mis hijos. ¡Regocíjense! Tal oportunidad, que no fue planificada de esta manera, muestra el gran amor de Mi Hijo a cada uno de ustedes, Mis queridos hijos. Usen su oportunidad, aquellos de ustedes que aún no se han convertido a Él. Digan SÍ a Mi Hijo, y la Vida Eterna les será dado al lado de Mi Hijo, su Redentor. Gracias, hija Mía, por escribir este maravilloso e importante mensaje.

Jesús: Difúndelo rápidamente, Mi amada hija, que tantas almas como sea posible puedan sobrevivir al aviso. Te amo y amo a todos Mis hijos. Especialmente a los pecadores entre ustedes que ahora encuentran a Mí, concluyo en Mis santos brazos, para que sentirán la luz en ustedes y presenciarán el amor, que es Mi amor por ustedes, en sus corazones. Gracias, hijos Míos.

Su Jesús quien siempre los ama con Mi Santa Madre, su Madre en el Cielo, a quien le encargué la proclamación de Mi Santa Promesa para ustedes a través de Mi Amada Hija, María para la Divina Preparación de los Corazones. Amén.

Mi hija. Mi querida hija. Te amo. Yo, tu Madre celestial Me me alegro, porque recibes cartas maravillosas y Nuestra palabra es escuchada. Siempre confía en Mi Hijo y en Dios Padre, porque El Él hace posible lo imposible y El Él abre puertas donde ustedes nunca habrían sospechado que existiera una [puerta]. Crean en Él. Sean fieles a Él. Y denle su SÍ una y otra vez. Así es como renuevan su alianza con Él una y otra vez, y su relación se vuelve intensa y muy profunda. Milagros les pasarán, tú, hija Mía, puedes testificar esto.

Mi hija. Mi querida hija. Te amamos mucho y te agradecemos. Mantente siempre tan abierta y llena de confianza, porque entonces Nos ayudas a tocar otras almas y a guiarlas hacía el camino del Amor Divino. Te agradecemos por todos los mensajes que ya has divulgado en conjunto con tus/Nuestros ayudantes amables, y agradecemos a Nuestros lectores amables que Nos escuchan y que Nos responden.

Esta misión es grande y es maravillosa. Regocíjense, Mis amados hijos, porque todos ustedes irán con Mi amado Hijo a Su Reino, y este día será un día de alegría. Así que esperen a Mi Hijo, su Redentor, con un corazón abierto, y corran hacia Él. De este modo se cumplirá la promisión de la herencia prometida que ustedes recibirán, y así se hará realidad el plan de Dios.

Mis amados hijos. Nunca tengan miedo. Permanezcan unidos entre ustedes y con Nosotros a través de la oración. ¡Los amamos mucho y esperamos con gozo el gran día de alegría!

Su Madre en el Cielo quien los ama.

 

Gracias, hijos Míos, por aceptar y acoger tan maravillosamente Nuestra Palabra.

Jesús: Amén, les digo esto. El que confía en Mí no perecerá, el que edifica sobre Mí recibirá la Vida Eterna, el que cree en Mí, quien es fiel a Mí, no le puede suceder nada malo. Mis amados hijos, Yo, su Jesús, me regocijo enormemente por la aceptación de Mi Palabra en estos mensajes, dados a Mi amada hija, a quien hoy le di el nombre «María para la preparación divina de los corazones«. La he elegido para esta misión para abrir los corazones de las personas para Mí, su Jesús, y para preparar a ustedes.

Mi segunda venida sucederá pronto, y ustedes deben limpiar sus almas. Ya se lo hemos dicho en muchos mensajes y, no obstante, seguimos repitiéndolo. El que me rechaza, que no cree en Mí, no puede ser y no será llevado al Nuevo Mundo. Solo los hijos entre ustedes que se conviertan a Mi, su Jesús, los llevaré Conmigo a Mi Reino. Todos los demás se perderán, es decir, caerán al diablo.

Mis amados hijos, no esperen demasiado para venir a Mí, su Jesús, porque ustedes deben estar preparados para Mí. Conocen los procesos que se les presentarán, los hemos anunciado a ustedes en numerosos mensajes. Más detalles seguirán. Lo importante es que Me me encuentren a Mí, su Redentor, porque entonces puedo actuar por ustedes y protegerlos de los trucos y las trampas del maligno.

Denme su SÍ, una y otra vez y oren a Mí. Oren por sus hermanos y hermanas y para que el Anticristo pierda poder. Con la oración mitigan el daño. ¡Sean conscientes del poder de la oración! Es su arma en la lucha contra todo el mal que viene.

Los amo, mis pequeños y grandes hijos, y espero con alegría el día en que Nosotros (ojalá) entremos juntos en Mi Nuevo Reino.

Su Salvador quien los ama, su Jesús.

Gracias, hija Mía, por escucharnos y seguir Nuestra llamada.

Mi hija. Soy Yo. Tu madre de lágrimas. Lloro por Mis hijos, que viven en la tierra y que se sienten TAN vacíos. Ustedes no saben por qué es así, pero creen que deberían buscar los errores en su mundo, cuando en realidad se encuentran en ustedes mismos.

Hijos Míos, Mi corazón de madre está llorando porque ustedes han expulsado a Dios y a Jesús, Mi Hijo, de su vida. Ya no saben que la verdadera felicidad está en Mi Hijo. Han olvidado que Dios Padre es su Creador. Y se han reorientado y así cayeron a la trampa del diablo. No a todos ustedes les pasó esto. Algunos pocos aún conocen las enseñanzas de Mi Hijo y los mandamientos de Dios, Nuestro Padre, pero aún menos viven de acuerdo con ellos. Especialmente los mandamientos de Nuestro Señor son difíciles para la mayoría de los hijos.

Están clamando por la adaptación de la Santa Iglesia de Mi amado Hijo a su mundo de hoy, simplemente porque ustedes no quieren cambiar buscan los errores en el Infalible (Dios Padre y su Santa Iglesia) y exigen de su Creador, representado por el Santo Cuerpo de Mi Hijo aquí en la tierra, que Él se sometiera a sus necesidades, aunque es Él quien los ha creado por amor, quien les ha dado el libre albedrío y quien, incluso hoy, a pesar del pecado y la negación de Su existencia, los llena con amor, con gracias y con maravillosos regalos.

¿No entienden, Mis amados hijos, que ustedes son hijos de Dios? ¿Realmente han olvidado de dónde vienen? ¿No saben que nunca serán eliminados? ¿Qué les sucedió, que se están apartando de Dios, el Altísimo, y no están pensando sobre Él? El que realmente escucha a su voz interior encontrará a Dios en sí mismo. Y es por eso que no lo hacen, porque saben que son ustedes quienes tiene que cambiar, pero eso les incomoda. Deberían dejar su vida placentera, que a menudo es cualquier cosa menos placentera, pero lo principal para ustedes es de no cambiar. Es increíble que prefieren una vida sin Dios a una vida con Él. ¿Quién puede existir sin su Creador? La respuesta la saben. ¿Y qué piensan, qué le sucederá a su alma tan pronto como dejan la vida terrenal?

Mis hijos, despierten. Ustedes ensombrecen su alma con todo tipo de satisfacciones terrenales y creen que esto podría continuar así por siempre. Pero su alma sufre, solo que no quieren saberlo. No quieren admitirlo y lo desmienten, y la sombra que cubre su alma crece cada vez más. Pero hijos, Mis hijos amados, cuando la muerte los alcance, entonces queda solo el alma y ​​¿qué piensan, qué sucederá después? ¡USTEDES mismos son el alma! DEBEN estar conscientes de esto. Siempre existirán, solo donde irán ustedes mismos lo deciden.

Así que despierten. Encuentren el camino a Dios, porque quien no quiere ir por este camino, será atrapado por el diablo, torturado y no liberado nunca más. No destruyan su eternidad por comodidad. ¡Regresen! Cambien y sean buenos los unos con los otros, entonces y solo entonces se secarán mis lágrimas y mi corazón se reirá otra vez.

Los amo. No lo olviden.

Su querida Madre de las lágrimas.

Gracias, Mi hija.

Mi hija. Mi querida hija. El diablo no los dejará y tentará a todos Nuestros amados hijos. Deben permanecer fuertes y seguir recordándolo siempre. Si han pecado, llevan el pecado al confesionario.

Arrepiéntanse de sus obras y comportamientos pecaminosos.

Manténganse fieles a Mi Hijo. No caigan en las mentiras de Satanás, que ahora quiere apoderarse del reino de la tierra. Ya saben, porque les hemos dicho una y otra vez, que este mal momento no terminará con la victoria de Satanás, sino con su destierro.

Crean firmemente en ello, porque Mi Hijo Jesús los liberará de las garras de Satanás y lo empujará a él y a su anticristo al lago de fuego. Todos sus seguidores, que no se han convertidos a tiempo a Él, Mi Hijo, descenderán con ellos.

Mis hijos, sean advertidos. Ustedes viven en los últimos tiempos, y solo el arrepentimiento, la aceptación de Mi Hijo como aquel que Él es, puede liberarlos del reinado de Satanás. Mis amados hijos. Aquí, me gustaría llamar su atención sobre el Sello de Nuestro Señor. Es el Sello de protección para este tiempo final y les brinda una gran protección. Por favor, órenlo diariamente. Es el Sello del Dios Vivo.

Gracias, hijos Míos. Los amo, su Madre en el Cielo.

Enlace al Sello del Dios Vivo.