329. ¡Los signos de los tiempos son tan claros y evidentes, sin embargo, la mayoría de Nuestros hijos todavía no reconoce nada! — 02.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir. Mi hija. Los signos de los tiempos son tan claros y evidentes, sin embargo, la mayoría de Nuestros hijos aún no reconoce nada. No quieren creer [admitir] que el fin de este mundo tan familiar para ustedes está cerca, no quieren cambiar nada -nada en ellos mismos, nada en su forma de vida- y no creen en las profecías, en la Palabra del Señor, que les ha sido dada a través de Nosotros.

Mi hija. Diles a Nuestros hijos en todo el mundo, a los creyentes y no creyentes, que el tiempo está cerca, porque ustedes están viviendo en el fin de los tiempos y mucho mal aún está por venir. Entonces vendrá Mi Hijo, los librará y los salvará y alcanzarán el Nuevo Reino, siempre y cuando LE den su SÍ y se conviertan finalmente.

Mis hijos. A todos Nuestros hijos los amamos y todos los errores los perdonamos, pero deben arrepentirse y profesarse a Jesús. El que se sigue quedando en lo exterior, el que no abra su corazón, a él Mi Hijo no lo podrá llevarse. Se perderá al enemigo y su alma alcanzará el tormento eterno.

Así que despierten, y denle su SÍ a Mi Hijo, porque entonces las profecías se harán realidad para ustedes y Su Reino será el de ustedes, su hogar con la paz y el amor más profundo, en la dicha y sin sufrimientos ni penurias.

Los amo, hijos Míos. Sean siempre fieles a su Jesús.

Con el más profundo amor y afecto,

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de Lourdes.

328. ¡Reúnan todos los objetos sagrados; dénselos también a sus sacerdotes! — 01.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. Sigue escribiendo para Nosotros. Lo que queremos decirte hoy es de suma importancia para todos Nuestros hijos creyentes y no creyentes en todo el mundo, porque lo que está a punto de suceder en su tierra es cruel e indigno de Dios, porque en todas las iglesias del mundo tratarán de hacer desaparecer a Mi Hijo, y sus Objetos Sagrados, estatuas y libros serán «enajenados» y «desfigurados», pero antes seguirán profanándome a Mí, su Santa Madre, de tal forma que no quede nada de Mi Santidad, pero nunca será así. No importa lo que me hagan a Mí, su Santa Madre, no conseguirán «deshonrarme».

Mis hijos. Todo lo que les quedará serán sacralidades «desfiguradas», es decir sobre lo poco que no les quitarán les pondrán cosas/símbolos paganos y satánicos, deshonrando y estropeando todo.

Mis hijos. Estén advertidos, porque este tiempo ya está comenzando. Reúnan, pues, todo lo que tengan de Sacralidades Sagrados y dénselos también a sus sacerdotes.

Mis hijos. Los amo tanto. Si pudieran sentir Mi amor, se conmoverían con lágrimas de felicidad y alegría.

Mis hijos. Conviértanse los que aún no se han profesado a Mi Hijo y vengan a Mí, a su Santa Madre de Lourdes. Los que no pueden venir a Mí, que se dirijan a Mi en oración.

Los amo, Mi querido rebaño de hijos y quiero estar siempre con ustedes. Amén.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de Lourdes.

«Amén, les digo:

Reúnan todos los Objetos Sagrados, los libros y las estatuas, porque pronto todo esto les será quitado, intercambiado, adulterado y desfigurado.

Los amo. Escuchen la Santa Palabra de Mi Madre, porque Le fue dada por el Padre. Amén. Que así sea.

Los amo mucho, hijos Míos, y los espero a todos con los brazos abiertos y con Mi amor que todo los atraviesa.

Su Jesús».

327. ¡La conversión es la única manera de entrar en el Nuevo Paraíso! — 31.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Te amo. Gracias por venir. Sí, curaré a tu hijo. Crea y confía.

Mi hija. Diles a Nuestros hijos que vengan a Mí, a su Madre del Cielo, porque tengo grandes gracias reservadas para todos Mis hijos. Diles esto de Mi parte, Mi pequeña tan amada, porque quiero regalar a todos Mis hijos estas gracias que Me ha dado Dios, Nuestro Padre, para ustedes.

Mi hija. Diles que se conviertan, porque la conversión y el profesarse a Mi Hijo es la única manera de entrar en el Nuevo Paraíso, Su Reino, creado para todos ustedes por su Padre que tanto los ama.

Mi hija. Vete ahora. Te espero aquí. Tus pequeños tienen frío y están cansados. Su viaje ha sido hermoso, pero también agotador. Vete ahora, hija Mía, en paz. Te amo. Te espero mañana. Amén.

Tu Madre en el Cielo.
Madre de Lourdes.

326. ¡No hay camino más hermoso que éste! — 31.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Ayer te dije que estaba siendo profanada y este estado de cosas continúa.

Mis hijos. Sigan rezando por Mí, su Santa Madre en el Cielo, porque amo a Mis hijos en todo el mundo, pero lloro lágrimas amargas por los que Me están haciendo esta atrocidad y busco consuelo en su amor, de ustedes que son devotos de Mi Hijo y de Mí, en sus oraciones y en su cercanía.

Los amo tanto, y no hay nada que anhelo tanto como la entrada de Mis hijos en el Reino recreado de Mi Hijo, pero todavía hay tantas almas por salvar, así que oren hijos Míos, oren para que estos hijos que cometen atrocidades también Me encuentren a Mí, a Mi Hijo, para que su «fin» no sea amargo y no se «ahoguen» en el pantano del sufrimiento, el abismo del infierno.

Mis hijos. Los amo a todos desde lo más profundo de Mi Sagrado Corazón de Madre, incluso a los que me profanan, los que Me perjudican a Mí y a ustedes, Mis almas fieles. Veo lo ennegrecida que tiene el diablo su alma, qué pena y qué miedo tan profundo hay en sus corazones. Todo esto lo «encubren» con crueldades que hacen a los demás, porque el diablo los ha contaminado, toma esta condición de su corazón, de su alma, para avivar el odio y convertir sus sentimientos dolientes en odio hacia los demás. De este modo, se sienten fuertes, se sienten «aprobados» y «eclipsan» sus verdaderos sentimientos.

Por eso, Mis hijos, vayan todos a la Santa Confesión tan a menudo como puedan, porque allí su alma recupera la paz que necesita. Se alivia, se libera y se purifica en cada confesión que hacen, y así el diablo no tiene ninguna posibilidad de transformar sus sentimientos dolorosos, sus cargas en maldad, sino que Jesús viene, les quita su carga, su opresión, su miedo, y se ocupa de ustedes, pero deben permitirlo.

Denle a ÉL su SÍ, y su vida cambiará positivamente de forma maravillosa, porque quien está con Jesús, vive con ÉL, nunca está solo y por tanto no tiene que llevar ninguna carga del mundo solo. Su corazón siempre recibirá el amor divino, lo transmitirá, incluso en los momentos más deprimentes sentirán la luz del Padre en ustedes.

Mis hijos. Levántense y pónganse en camino hacia Jesús. No hay camino más hermoso que éste, y no encontrarán una vida más plena que con las maravillas y las glorias del Señor.

Por lo tanto, ¡dense vuelta! ¡Vengan a Mi Hijo! ¡Y su vida será maravillosa!

Desde lo más profundo de Mi corazón de Madre y con todo Mi amor los abrazo. Mi protección

concedo a quienes Me la piden sinceramente.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

«Amén, les digo esto:

quien no se arrepienta pronto,

quien continúe aislándose de Mí, y

quien Me niega su SÍ, no podré ayudarlo, porque respeto su libre albedrío, aunque esté dirigido contra Mí, su Jesús que tanto lo ama.

Mis hijos. He sufrido por ustedes en la cruz y redimo todos sus pecados para que puedan entrar liberados en el Reino de los Cielos, pero al que se opone a Mí, no puedo ayudarle. El que Me rechaza se quedará solo y sin la esperanza de la eternidad en el Reino de los Cielos.

Por lo tanto, vengan a Mí y dejen que les ayude y con alegría entraremos en el Nuevo Paraíso, Mi Reino, que Dios, Nuestro Padre, ha recreado para todos Sus hijos.

Que así sea.

Los amo.

Su Jesús.»

325. Deben observar con atención…. — 30.10.2013

La Madre de Dios está muy triste.

Mi hija. Mi querida hija. He sido profanada.

Mi hija. El sufrimiento que se me está haciendo es grande.

Deben observar con atención lo que está ocurriendo ahora en todo el mundo, porque desde hace tiempo que ya están poniendo en práctica los planes que les fueron anunciados (por Nosotros) y así están arrojando ahora a muchos inocentes en la perdición, en la miseria, en la dependencia.

Mi hija. Volveré más tarde. Vete y danos todo lo que pesa en tu alma, en tu corazón. Te amo.

Tu Madre en el Cielo.

324. ¡Déjense ayudar en estos tiempos difíciles! — 29.10.2013

Mi hija. Las personas tienen que volver a confiar en Nosotros. Ellos toman todo en sus propias manos, y muchos luego tienen que ver cómo lo pierden todo, porque debido a la falta de confianza en Nosotros y la gran maldad en su mundo están siendo estafados, mentidos, robados y pierden incluso hasta su propia existencia.

Mis hijos. Mis tan queridos hijos. ¡Vuelvan a Nosotros! Consúltennos y escúchennos en cada intención, antes de cada decisión, antes de cada bifurcación de su camino. Nosotros, el Cielo unido, estamos ahí para ustedes y ayudamos donde Nos pidan ayuda.

Vuelvan a aprendan a rezarnos y vayan a sus Santas Misas. Reciban los Sacramentos que les ha dado Dios, el Señor, y encuentren a Mi Hijo. ¡Un SÍ, y ÉL vendrá! Oren al Espíritu Santo, que ÉL los ilumine, pues es ÉL quien da claridad y pureza.

Vengan, Mis hijos, vengan y ¡déjense ayudar en estos tiempos difíciles! Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Estamos aquí para usted. Jesús y la comunión de los santos. Amén».

323. ¡Recibirán ayuda! — 28.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Necesitas descansar. Yo, tu querida Madre del Cielo, quiero ayudarte y estar a tu lado. Vayan a Lourdes tranquilamente y oren por tu hijo. Se sanará, te lo prometo. Mi hija. Todo sucede a su tiempo, así que aguanta.

Dile a Nuestros hijos en todo el mundo que los amamos. Cada sacrificio que aceptan por Nosotros nos da alegría, cada sufrimiento que comparten con Nosotros lo aliviamos, y cada alegría por la que nos agradecen es recibida en el Cielo con una alegría aún mayor.

Mis hijos. Compartan sus vidas con Nosotros. Estén siempre con Nosotros, así como Nosotros estamos con ustedes, y no se desesperen nunca. Estamos aquí para ayudarlos, así que pídannos y les ayudaremos.

Te amo, Mi hija. Sea siempre fiel a Nosotros.

Tu Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

322. ¡Él es la mentira misma! — 27.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Santa Madre en el Cielo, estoy aquí contigo para decirte a ti y a todos Nuestros hijos lo siguiente:

Conviértanse, Mis queridos hijos, porque no les queda mucho tiempo. La situación en su tierra llegará a un punto crítico y el anticristo no tardará para imponer sus objetivos. Junto con el falso profeta difundirá mentiras y a cualquiera que hable en contra lo «sacarán». Esto se hará de maneras diferentes, pero sepan que en cuanto expresen, aunque solo sea una crítica negativa, los pondrán en la «lista negra», lo que significa que los vigilarán y, si es necesario, perderán su trabajo o incluso verán amenazada su vida.

Mis hijos. Nunca tengan miedo, porque en todo momento y en toda situación Nosotros estamos con ustedes. Diríjanse siempre a Nosotros, así permanecerán protegidos y su alma pura. Busquen oportunidades de confesión para que ningún pecado pese sobre ustedes y estén siempre listos [preparados] a ir con Jesús, Mi Hijo.

ÉL salvará a todos los hijos fieles, y ni uno solo se perderá. ÉL cuidará de cada uno de ustedes, pero ustedes deben darle su SÍ y pedirle que haga esto [cuidarlos] por ustedes, porque sólo con su consentimiento ÉL intervendrá, sólo cuando Le llaman ÉL entrará en su vida. Entonces, ÉL los cuida, los guía y les enseña. Él los instruye y está ahí para ustedes.

Mis hijos. Mis tan amados hijos. No tengan miedo cuando luego las guerras se intensifiquen y permanezcan fieles a su Jesús. El anticristo envía mucho sufrimiento por delante hasta que entonces entrará en el escenario del mundo, su mundo, haciéndose pasar por un hombre bueno y pacífico. Él envía estas guerras por delante para poder aparecer con esplendor y hacerlos creer que es él quien trae el bien y la paz.

Mis hijos. Queden advertidos, porque no es así. Sólo trae sufrimiento y atiza el odio entre ustedes, aunque no lo parezca en la superficie. El juega con ustedes y los hace bailar como si fueran marionetas, y muchos le aclamarán, los adorarán y se echarán a sus pies.

Mis hijos. ¡Tengan cuidado! Porque el que está por vinir no es otra cosa que el propio maligno. Es el hijo de la raíz del mal, y nunca será benévolo con ustedes. Por lo tanto, no se dejen engañar por él, porque es frío como una piedra y sin corazón, es decir, no siente amor, pero sí conoce todos los trucos y trampas para engañar a los hijos de Dios. Así que estén advertidos y no se dejen engañar por él. Su encanto es todo calculado, sus palabras bien escogidas y su benevolencia falsa. Él es la mentira misma, y todo lo que les da coba, les muestra y les seduce es con un solo propósito: capturar, robar y arrojar su alma al lago de fuego para que Satanás prevalezca y gobierne el mundo y a ustedes, pero eso nunca será.

Así que siempre permanezcan fieles a Mi Hijo, incluso en estos tiempos difíciles y tan confusos y llenos de mentiras, porque ÉL vendrá a derrotar a la bestia, y el falso profeta y el anticristo serán arrojados al lago de fuego y con ellos los que rindan homenaje a la bestia.

Todas las almas deben haberse convertido hasta ese momento, porque los que han rechazado a Jesús su SÍ serán arrastrado [con satanás al lago de fuego].

Mis hijos. Mantengan los ojos y oídos abiertos y preparen su corazón para Jesús. Recen y pidan por la claridad del Espíritu Santo y por Su pureza y amor en ustedes, en su corazón, para que se mantengan despiertos y disciernen y permanezcan fieles a Mi Hijo.

Los amo. ¡Perseveren!

Su Madre en el Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios.

«Vendré. Su Jesús«.

321. ¡La fe es el poder que hace que todo sea posible! — 27.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Santa Marina, te agradezco que hayas venido. Te amo, Mi hija, y cuidaré de los que me has traído hoy. No desesperes.

Mi agua cura. Mis oraciones por ustedes en el Trono del Señor serán respondidas y Yo, Mis queridos hijos de todo el mundo, oro por ustedes en el Trono del Señor cada vez que Me lo pidan.

Los amo. Dios Me ha proporcionado esta gracia de curación. Crean, confíen y acudan a Mí. Aquellos de ustedes que puedan venir a Mí, vengan y pidan.

Los amo. Gracias por no olvidarse de Mí, porque Mi amor por ustedes es grande y Mi ayuda quiero dársela y Mi curación regalársela a los que Me la piden con fervor y confianza.

Gracias, Mis hijos, que se dirigen a Mí en oración.

Su Santa Marina.

Mi hija. Divulga esto. Yo cuidaré de aquellos por los que Me lo has pedido.

Crea, Mi hija, porque la fe es el poder que hace que todo sea posible. Confía, porque la confianza te ayuda a no tener que cargar con todo solo.

Ve ahora, Mi hija. Te amo y a partir de ahora estaré siempre contigo. Amén.

Santa Marina.

320. ¡Quien vive con el Padre tiene todo lo que necesita! — 26.10.2013

Mi hija. Mi querida hija. Es bueno que hayas venido. Estamos preocupados, Mi querida hija, porque lo que está sucediendo en su mundo en este momento es malo y terrible, y la apostasía de muchos de Nuestros hijos Nos está causando mucho sufrimiento.

Mis hijos. Deben despertarse y prepararse y no pensar sólo en sí mismos, en sus placeres y en sus satisfacciones, porque así nunca encontrarán el camino hacia Dios. Deben escuchar su interior y aprender a estar «con ustedes mismos», a ser autosuficientes [contentarse con sí mismos] SIN excusas ni distracciones, porque cuando estén consigo mismos, entonces Dios Padre tiene la posibilidad de revelarse a ustedes, pero el que está distraído y siempre ocupado con algo, no podrá escuchar a Dios Padre.

Vuelvan a su interior. ¡Miren en su corazón! Y si ven que éste está lleno de basura, entonces ¡purifíquense! Si le duele [su corazón], entonces alivien su sufrimiento. Pero no intenten curarlo por fuera, ¡sino cúrenlo desde dentro!

Dios Padre está con cada uno de Sus hijos, y nunca los dejará solos, pero su corazón debe estar abierto a ÉL y deben llagar a estar en paz [silencio] para notarlo a ÉL, sentirlo y escucharlo.

Mis hijos. Una vida con Nuestro Padre es más hermosa que todo lo que conocen. Ningún bien del mundo puede compararse con ésta, porque quien vive con el Padre tiene todo lo que necesita. Quien vive con ÉL es feliz en su corazón. El que vive con ÉL siente alegría y satisfacción. Quien vive con ÉL nunca está solo. Puede entregar todas las preocupaciones, porque el Padre las lleva por él. Todo el dolor lo puede aceptar, porque ése el Padre también lo soporta por él. Toda la alegría la puede compartir, porque Dios Padre está con él.

Una vida con el Señor es incomparable y llena de maravillas y simplemente hermosa. No hay nada en su mundo que pueda darles esta alegría, este amor, esta paz y esta felicidad. Por lo tanto, Mis tan amados hijos, vuelvan y encuentren el camino hacia ÉL, hacia su Padre en el Cielo, el Creador suyo y de todo ser, y alcancen también ustedes esta incomparable alegría, amor y confianza en su vida, que millones y millones de hijos de Dios ya tienen y pueden experimentar cada día.

¡Vengan al Padre! ¡Denle su SÍ a Jesús! Y ÉL vendrá a llevarlos al Padre, y felizmente alcanzarán la eternidad.

Los amo desde lo más profundo de Mi Sagrado Corazón.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

«Amén, les digo esto:

Vuelvan al camino hacia Mí y denme su SÍ.

Pónganse completamente en Mis manos y confíen siempre en Mí.

Yo, su Jesús, cuidaré de ustedes y nunca más Me apartaré de ustedes. Que así sea.

Su Jesús Quien los ama.

Redentor de todos los hijos de Dios. Amén.»

Duerme ahora, Mi hija. Gracias. Tu Jesús.