50. Tanta confusión estará entre ustedes — 08.03.2013

Mi querida hija. Yo, tu Jesús, estoy aquí para enseñarte. Primero, quiero agradecerles a todos por difundir Nuestra Palabra tan maravillosamente. Es muy importante que alcancemos tantas almas como sea posible. Esto permitirá que aún muchas almas incrédulas me encuentren a Mi, su Jesús.

Mi hija. Mi querida hija. Ha llegado el momento de que se hayan hecho todos los preparativos en el Cielo para Mi segunda venida, Mi regreso a la tierra. Ustedes tienen que prepararse, porque cuando llegue, muchas almas se sentirán tan abrumadas que tendrán miedo. Mucho miedo. Otros se convertirán inmediatamente a Mí. Ustedes, Mis seguidores, tienen una gran tarea porque ustedes, Mis amados hijos, serán guías para estas almas. Tanta confusión estará entre ustedes. Por eso los necesitaré allí para ayudar a Mis otros hijos. Tendrán plena responsabilidad por estas almas, y el Cielo les asistirá y les ayudará. Ahora ven lo importante que es que tantas almas como sea posible se conviertan a Mí ahora ya, durante el tiempo de preparación.

Mi hija. Diles a todos Nuestros hijos cuánto los amamos y con cuánta alegría esperamos todos y cada uno de ellos. Cuánto sufrimiento y dolor se salvan aquellos que ahora se están convirtiendo a Mí, en este tiempo antes de Mi segunda venida. Todos ustedes son hijos de Dios y la puerta de Mi Nuevo Reino está abierta para todos ustedes, pero aquellos que no se convierten a Mi no podrán venir.

Mis hijos. Los amamos tanto. Es solo por esto que enviamos Nuestra Palabra al mundo a través de hijos elegidos que Nos han dado su SÍ por esa tarea. Queremos alcanzarlos y tocarlos a todos y oramos por que comiencen la conversión a Nosotros, a Mí, su Jesús, a tiempo.

Hijos míos, Yo, su Jesús, amo a cada alma. Cómo me gustaría tomar a cada uno de ustedes en Mis santos brazos y darles seguridad, para asegurar que estén felices y llenos de alegría y regalarles una vida de amor y paz. Todo esto y mucho más les tengo preparado en Mi Reino, y todos los que me aman podrán entrar allí Conmigo.

Devuélvanse, Mis amados hijos, y conviértanse a Mí, su Jesús. Siempre estoy a su disposición. Siempre estaré con ustedes, y lucharé por cada uno de ustedes hasta el final de estos días. Decídanse, Mis amados hijos, por Mí y el Nuevo Mundo.

Los amo.

Su Jesús.

49. Una relación debe crecer — 06.03.2013

Mi hija. Siéntate Conmigo. Te amo. Su Jesús, Mi Hijo, murió en la cruz por ustedes. El que está fielmente entregado a Dios, nuestro Padre de todos, ha tomado sobre sí mismo este sufrimiento para librarlos a ustedes, Mis amados hijos, del pecado y para redimirlos. Muchos hijos de Dios lo siguen. Muchos creen en Él. Muchos viven de acuerdo con los mandamientos del Señor, pero muchos más no lo conocen, no quieren conocerlo y / o lo rechazan, a pesar de que Él, Mi Hijo Jesús, asumió este terrible sufrimiento por todos los hijos de Dios.

Mis hijos. Yo, su querida Madre en el Cielo, tristemente veo a muchos niños infelices. Rechazan a Mi Hijo, se quejan de Dios quien, como dicen, los hubiera puesto en esta situación y no ven que, si realmente se volvieran a Él, les será quitado su sufrimiento y su tristeza.

Ustedes, Mis amados hijos, deben tener una relación con Mi Hijo. No esperen milagros tan pronto como recen un «Padre Nuestro», una Novena o un Rosario. Deben abandonar su pensar como «máquina» y vivir en conexión viva con Mi Hijo, con Dios Padre y el Espíritu Santo. Tal como en sus relaciones humanas, la relación con Dios, con Jesucristo debe CRECER. La confianza debe construirse. Un intercambio – mentalmente, verbalmente y en acción – debe llevarse a cabo. Consideren cuánto tiempo debe crecer la confianza hasta que realmente confíen en otra persona. ¿Cuánto tiempo se requiere hasta que realmente estén ahí por el otro y se ayudan mutuamente? Todo esto requiere tiempo. Todo esto debe ser «desarrollado» consecuentemente. Una relación debe crecer, de lo contrario no puede desarrollarse y mantenerse en el tiempo. También la relación con Dios y Jesús debe crecer, Mis amados hijos. No pueden decir hoy: «Dios Padre, te amo” y mañana tratan mal a sus prójimos. No pueden decir: «Dios, si haces eso por mí ahora, entonces creo en Ti». Ustedes primero tienen que creer en Él, y ahí los milagros pequeños y grandes sucederán en su vida. Y tienen que poner su voluntad en la segunda fila y dejar que la voluntad de Dios suceda. Esto no es fácil para Nuestros hijos. El Cielo lo sabe, pero también sabemos cuán maravilloso y pleno se volverán a vivir al comprometerse verdaderamente con Dios el Padre.

Mis hijos, Mis amados hijos. Comiencen y denle a Jesús su SÍ. Él los ama con todo su poder divino y se regocija con ustedes y de poder ir el camino común hacia Dios Padre con ustedes. Denle la responsabilidad por ustedes, es decir, confíen en Él, escuchen su corazón, vivan con Él y de acuerdo con la voluntad de Dios, entonces volverán a ser felices y experimentarán mucha alegría.

Mis hijos. Mis tan amados hijos. Acepten Nuestra Palabra, las palabras del Cielo, y síganla. Siempre estamos a su disposición y le ayudamos a cualquiera que Nos lo pida.

En profundo amor y afecto, su Madre en el Cielo.

Mi hija. Difunde esto para que la mayor cantidad posible de hijos Nos encuentren.

48. Se trata del final de su mundo actual — 05.03.2013

Mi hija. Mi querida hija. Ven, hija Mía, siéntate conmigo. Te amo. Mi querida hija. Nunca olvides que el cielo te ama. Por cielo nos referimos a todos los que te tienen de buena, y tú sabes en parte quiénes son.

Mi hija. Los tiempos serán seductores. Ahora, que el dinero está jugando un papel cada vez más importante, es fácil para Nuestros amados hijos de caer en la trampa del diablo. Quien Nos da su SÍ una y otra vez y Nos pide que lo guiemos en todos sus caminos terrenales, a él NO sucederá. Esto es lo que Nosotros, Yo, Su Madre en el Cielo y Jesús, que tanto los ama, les prometemos, Nuestros amados hijos, fieles siervos y seguidores. Así que no tengan miedo y permanezcan en oración. Esto puede ser una palabra corta dirigida a Nosotros, un pensamiento suplicante «Jesús, ayuda», la visita a una iglesia, un lugar sagrado y, por supuesto, la oración tal cómo se les ha / les hemos enseñado.

Mis hijos. ¡No importa cuán oscuros y terribles puedan ser los tiempos, USTEDES LLEVAN LA LUZ DE DIOS EN USTEDES! Sean conscientes de esto, Mis tan queridos seguidores. Son ustedes quienes hacen que la tierra valga la pena vivirla. Son ustedes quienes difunden la luz y el amor de Dios en la tierra. Son ustedes quienes, al creer en Nosotros, ayudan a muchas almas a encontrarnos también. Este es un trabajo responsable que todos ustedes han aceptado y asumido por Nosotros. Estén asegurados de que junto con Mi Hijo Jesucristo borrarán el mal en la tierra. Hacen esto con la oración. Y estén asegurados de que tengan muchos que intercedan por ustedes, porque cada alma que ustedes llevan al camino [correcto] les estará eternamente agradecida. ¡Y qué espléndido mérito es ese! Las gracias del cielo ya lo tienen seguras, y cada vez más gracias les regalaremos. Mis amados hijos. Tan grande es esta misión y tan importante es, porque se trata del fin de su mundo existente. Solo habrá «bueno» o «malo», como ya les dijimos en un mensaje anterior, es decir, la gente, toda la gente, cada uno entonces DEBE decidirse. El que no lo hace, se pierde al poder oscuro, y por su “no querer decidirse” elige la condenación.

Dios Padre: Despierten, amados hijas e hijos. El único camino hacia Mí, su Padre Celestial, es a través de Mi Hijo, Jesucristo. Su Santa Madre, la Virgen María, aparece aquí en su tierra para guiarlos hacia Él, Jesús, Mi Hijo. Acepten la ayuda que les estoy enviando ahora, en este tiempo final, porque cuando el tiempo de la decisión haya terminado, ustedes que no se han convertido a Mi Hijo sufrirán. Devuélvanse, Mis amados hijas e hijos, y regresen a Mí, su Padre quien los ama, su Creador, Dios Altísimo.

Madre de Dios: Mi hija. Mi querida hija. Difunde este mensaje. Es, como todos los demás, muy importante. Pronto volveremos a hablar contigo.

Te amamos. Tu Madre en el Cielo con Jesús y Dios el Padre.

47. Sueño — 03.03.2013

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo. Te amo. Tu sueño esta noche fue terrible, horrible e incomprensible para ti. Te diremos por qué esto es así: Mi hija. Mi querida hija. Las almas que no están unidas con Dios son capaces de las peores maldades. No solo atormentan a los demás, sino también atormentan a sí mismos. Es como si necesitaran cada vez más «sentimientos» para recién «poder sentir» algo. Lo que viste es impensable para un alma conectada con Dios. Pronto entenderás el significado de tu sueño. Ya los presientes, pero no conoces los detalles.

Mi hija. Es un estado terrible cuando un alma se ha alejado tanto de Dios que está haciendo todo lo que atenta contra la vida misma. Has visto que estas almas se han atormentadas a sí mismas, pero no percibieron este dolor del «ponerse a si misma en llamas» (en partes) como dolor, sino para ellas fue un «chute». Un «chute» totalmente enfermo, como dirían ustedes, pero para aquellas almas perdidas y separadas de Dios, esto es «normal». Satanás los ha «entrenado» de tal manera que se auto desfiguran, se auto dañan, se auto atormentan.

Mis hijos, despierten. Ninguno de ustedes puede imaginarse tal cosa. No es comprensible para los hijos que viven con Dios, y sin embargo esto existe. Mi hija. Esto no fue ni siquiera el infierno lo que viste, sino «maquinaciones» satánicas que tienen lugar aquí en su tierra. Nosotros, todos los que estamos contigo, sabemos que esto es un infierno para ti, pero créeme, Mi querida hija, que el infierno es aún más angustioso. Porque tu viste que estas personas no sufrieron, sino que se regocijaron y esperaron ansiosamente a ver hasta qué punto podían soportar ser quemadas por las llamas del fuego.

Mi hija. Esto nunca le sucederá a ninguno de Nuestros hijos. No obstante, hay personas que se volvieron al diablo – en su mayoría almas jóvenes, incorruptas que lo hicieron por curiosidad – y ahora viven sus vidas miserables en el satanismo y la esclavitud. Es terrible de lo que es capaz el diablo. Estas almas son esclavos de Satanás, y no hay vuelta atrás para ellos. Ellos han destruido su futuro aquí, así como la Vida Eterna.

Por ello, para que esto no le pase a ninguno de Nuestros hijos, es tan importante vivir una vida con Dios. Nosotros, todo el cielo unido, los protegemos de Satanás y sus demonios. Decídanse por Mí, su Jesús. Los amo. Su Jesús.

Mi querida hija. Este fue un sueño terrible para ti, pero queremos llamar su atención sobre lo que le espera a su alma cuando trata con Satanás. Lo que promete y quizás en un principio incluso da es solo una trampa. TODAS las almas que atrapa se convierten en sus víctimas – y las atormenta de la peor manera.

Mi hija. No tengas miedo. Nadie que se convierte / ha convertido a Nosotros caerá en su trampa. Esto les prometemos esto con toda Nuestra santidad. Vete ahora. Deseamos a todos los hijos paz en sus corazones y gran alegría. Yo, su Jesús, los liberaré pronto, muy pronto, de este mundo temible. Los amo. Su Jesús en armonía con Mi Santa Madre, Su Madre en el Cielo y Dios Padre, el Altísimo.

Dios Padre: Hijos Míos, Yo, el Padre de todos ustedes, muy pronto daré mi consentimiento para que Mi Hijo, Jesucristo, comience la batalla final contra Satanás para la salvación de sus almas.

Madre de Dios: prepárense, amados hijos Míos. Dios Padre les enviará Jesús como ya les hemos dicho, y eso sucederá muy pronto. Recen, hijos Míos, porque solo la oración puede ayudarles a detener los terribles planes del diablo y mitigar el daño. Vivan, amados hijos Míos, y prepárense. Les hemos dado todo lo que necesitan hacer para su preparación.

Nosotros los amamos. Su Madre en el Cielo.

46. Quién no se convierta se encontrará ante una puerta cerrada — 02.03.2013

Mi hija. Mi querida hija. Escúchame y escribe, Mi amada hija. Yo, su Jesús, amo a todas las almas, pero para poder hacer algo por ustedes, necesito su SÍ. Este es un SÍ que debe renovarse constantemente y cada día. Quién Me da su SÍ a Mí, su Jesús, será salvado.

Madre de Dios: Mis queridos hijos. El tiempo está corto. Prepárense para un Nuevo Mundo. Un mundo impregnado por el amor y la paz, la alegría y la gloria. Un mundo que hasta ahora todavía no han poder conocer.

Mis hijos. Mis amados hijos. El tiempo de la segunda venida de Mi Hijo, Jesucristo, se acerca y todo el que quiera salvarse a sí mismo y a sus seres queridos de la oscuridad, la desesperación, la angustia y el dolor, por nombrar sólo unos pocos, que se prepare su alma para el encuentro con Mi hijo. Cómo hacerlo está escrito en varios de Nuestros mensajes. La limpieza es el único camino válido, ésta incluye la conversión y la penitencia, el arrepentimiento y todo lo que les hemos enseñado. No pierdan más tiempo. Vengan a Mi hijo. Denles su SÍ, de esta forma entrarán juntos con Él en este Nuevo Mundo en el que Él, Mi Hijo, será el gobernante.

Mis hijos. Mis tan queridos hijos. No queremos perder ninguno de ustedes, pero por desgracia el adversario hace todo para «atraparlos». Si caen en sus trampas, entonces sólo puede ayudarles Mi Hijo. Vayan a Él. Vengan a Él. Llámenlo y denles su SÍ. Entonces podemos proteger a todos Nuestros hijos y llevarlos a este maravilloso Mundo Nuevo. 

Dios Padre: Devuélvanse, Mis queridos hijas e hijos, porque sólo a través de Mi Hijo Jesucristo obtendrán la Vida Eterna, sólo a través de Él tendrán admisión en la puerta al paraíso y sólo a través de Él encontrarán a Mi, su padre.

Jesús: ¿Qué están esperando, Mis queridos hijos? Yo tengo un lugar preparado para cada uno quien Me ama. Y cada uno voy a llevar en el día de la gran alegría, cuando se vencerá y condenará a Satanás. Por lo tanto, vengan a Mí, Mis hijos, antes de que sea demasiado tarde, ya que quien abre la puerta a Satanás, será empujado con él al infierno y luego no hay vuelta atrás. Lo que al alma espera allí, les hemos dicho en numerosos mensajes. No sean tontos. No renuncien a su herencia y no se condenen a sí mismos. Porque, al fin y al cabo, es esto lo que hacen si no se conviertan a Mí.

Mis hijos. Créanme cuando les digo que amo a cada uno de ustedes, porque mi corazón es grande y desbordante mi amor. Morí en la cruz por ustedes y por ustedes volveré para llevarlos a Mi Reino. Cada uno es bienvenido allí, pero él / ella debe ser puro de corazón, es decir, estar conmigo, su Jesús. Quién no se convierta se encontrará ante una puerta cerrada.

Los amo. Cada uno es precioso para Mí, y espero con alegría entrar junto con ustedes en el Reino de Mi padre. Su Jesús, quien los ama.

Gracias, Mi hija, por haber escrito para Nosotros.

Te amamos. Tu Madre en el Cielo y Dios el Padre.

45. ¿Qué están esperando? Vean los signos de los tiempos — 01.03.2013

Mi hija. Mi querida hija. Te amo y te protejo. Vivan el amor, hijos Míos, y hagan TODO por amor, incluso las cosas que son difíciles para ustedes. Ámense los unos a los otros como Jesús y Dios Padre los aman, y ​​nunca pierdan de vista el camino de la Luz Divina. El que busca a Dios hará el bien, incluso si a él (quien busca a Dios) en un principio aún le hace un tanto difícil. Pero si ustedes, Mis amados hijos, siempre tienen en mente a Dios Padre como un norte, el camino hacia Él, hacia Su amor, entonces encontrarán que incluso las pequeñas cosas desagradables de la vida cotidiana pueden ser hechas por ustedes con amor, y mientras se vuelvan más conscientes de esto podrán hacer estas cosas con amor sin un gran esfuerzo de su parte.

Mis amados hijos. Cada inicio es engorroso porque requiere un cambio por parte de ustedes o, en este caso, dentro de ustedes. Nosotros les ayudamos si nos piden esto. Dios Padre los ama tanto que un ejército de santos y ángeles están a su lado. Él quiere que cada uno de ustedes, Sus tan amadas criaturas, encuentre de vuelta a Él, y Él siempre les está brindando nueva ayuda.

Mis hijos. Mis queridos hijos. No esperen más. Conviértanse. Vayan por el camino del bien. Manténganse alejados de todo lo que daña su alma. Esto es cualquier pecado que deben evitar. Para quien eso es difícil, ¡que nos llame! ¡Estamos aquí para ustedes! ¡Esperamos que nos permitan ayudarles! Por favor, llámenos para que podamos hacer esto, para caminar juntos con cada uno de ustedes el camino de la Luz Divina.

Mis hijos. Los amo y es precisamente por este amor que estoy apareciendo a muchos hijos de su tiempo presente en la tierra para poder llegar a la mayor cantidad posible de ustedes. Mi Hijo, Jesús y Dios Padre, el Altísimo dieron su consentimiento a Mi presencia con las almas elegidas aquí en la tierra. Estos son nuestros mensajeros. Los mensajeros del último tiempo y, a la vez, del tiempo nuevo, porque tan pronto como este mundo encuentre su fin, entrarán en un nuevo mundo pacífico, gobernado por Mi Hijo. Hasta que eso pueda suceder, se necesita aún una lucha dura: la batalla por las almas.

Satanás no quiere renunciar a su poder y ahora trata de atraer la mayor cantidad posible de almas a su lado. La miseria en su tierra se vuelve cada vez más grande. Más y más hijos de Dios sufren. Solo aquellos que se convierten a Jesús pueden ser salvados y entrar al nuevo mundo. Todas las almas que se conviertan a Satanás o simplemente rechazan a Mi Hijo no conocerán el Nuevo Mundo. Entonces permanecerán en el sufrimiento y la miseria y serán profundamente humillados, burlados y finalmente atormentados por siempre.

No cierren su camino hacia la eternidad, Mis queridos hijos. Piensen cómo les gustaría vivir: en paz y amor, lleno de plenitud y alegría o en desolación, desdicha, tormento y angustia. Esto último es lo que Satanás tiene preparado para cada alma robada. 

¡Ustedes incrédulos crean! El tiempo es demasiado corto y la decisión es urgente. Ustedes salvan su alma tan pronto como comienzan el viaje hacia Mi Hijo y Dios el Padre. No esperen más y no se auto regalen al maligno. Quienquiera que no tome una decisión se hundirá. ¡Sean conscientes de eso!

Mis queridos hijos. ¡Despierten! ¡Oren diariamente! ¡Busquen confesarse y comiencen a arrepentirse de sus pecados! Ayuda para la limpieza de su alma aquí en la tierra ya han recibido en varios mensajes a través de Nuestra querida hija, que ha aceptado este servicio para ayudar a salvarlos. ¡Cuiden Nuestra palabra! ¡Vivan según ella! ¡Y difúndanla! ¡Así también ustedes pueden ayudar a salvar a sus familias, sus amigos y muchas otras almas! ¡Vengan a Jesús, Mi Hijo! ¡Digan SÍ a Él!

Mis hijos, Mis hijos amados. Todos los que acuden a Nosotros nos ayudáramos, todos los que vengan a Nosotros y se conviertan a Mi Hijo serán salvados. ¿Qué están esperando? Vean en los signos de los tiempos de que su tierra no tiene posibilidades de sobrevivir, tal como es ahora. ¡Tiene que haber un cambio y el cambio vendrá! Ahora tienen la oportunidad de moverse al lado bueno, al camino del bien. ¡Comiencen, amados hijos, den el primer paso! ¡Los esperamos con gran alegría!

Su Madre en el Cielo, quien los ama.

Mi hija. Sigue defendiendo Nuestra palabra. No tengas miedo. Incluso en los tiempos más oscuros, continuaremos hablando contigo y apareciéndonos. Gracias por seguir Nuestra llamada.

Tu Madre en el Cielo quien siempre te ama.

44. El tiempo está corto; todavía pueden decidir libremente — 28.02.2013.

Mi hija. Escribe Mi hija. Te amo. Sé lo cansada que estás y te agradezco que estás preparada para Mí y que sigues Mi llamada. Mi hija. Mi querida hija. Nuestro amado Papa Benedicto XVI hora en unos pocos minutos entrará en su bien merecido retiro, sin realmente descansar, porque continuará sirviéndole a ustedes, Mis amados hijos – en oración y meditación, como el mismo ya lo anunció varias veces.

Hija Mía, aunque se acercan ahora los tiempos anunciados, aquellos que estén fielmente entregados a Mi Hijo nunca necesitan temer. Ustedes son Nuestros hijos amados y Nosotros mantenemos Nuestra mano protectora sobre cada uno quien pone su vida en servicio de Nosotros. La mayoría de ustedes no entiende de forma correcta el significado de esta protección. Para entender esto, deben separarse del mundo material, ir más allá y mirar a Nosotros y a la vida después de ese, también llamada vida eterna. Realmente deben ir más allá de si mismos y de su mundo actual hacia donde Nosotros estamos en casa. Solo unos pocos de ustedes entienden esto y aún menos de ustedes logran desprenderse de este mundo. Nuestra protección se extiende más allá del mundo material que ustedes conocen. Si les decimos que los protegemos significa que les otorgamos la Vida Eterna. Los protegemos de la caída al infierno y, además, se les otorgarán muchos privilegios para la protección contra los demonios de Satanás.

Muchos de ustedes piensan que les damos abundantes riquezas terrenales, que los protegemos de cualquier cosa que sea o pueda ser desagradable. Ustedes deben aprender a entender los secretos de Dios. Quien haga esto, quien construya una vida espiritual, conocerá el verdadero valor de la vida y entenderá cada vez más estos secretos.

Mis hijos. Mis queridos hijos. El tiempo que está a su disposición para volverse está corto. Den un paso hacia Mi Hijo, Jesús, y denles su SÍ. Pídanle a Él que les ayude en esto, y sentirán Su ayuda. Para eso, tienen que abrirse a Él e invitarlo a participar en su vida, a ser parte de su vida.

Queridos hijos, la llamada del cielo pronto terminará. Tienen que decidirse antes de que sea demasiado tarde para ustedes. Todavía pueden decidir libremente. Pronto estarán tan confundidos de que muchos de ustedes no sabrán qué y hacia dónde elegir. ¡Despierten! Y vengan a Jesús, Mi hijo. Nosotros, el Cielo, queremos abrazarlos a todos y guiarlos a casa como niños perdidos. Un hogar lleno de amor, lleno de paz y gran alegría.

Mis hijos. Vengan ahora, para que el adversario no les pueda hacer ningún mal. Todo el Cielo y Yo los aman. Esperamos con ansias su SÍ y los esperamos con brazos abiertos.

Su Madre en el Cielo quien siempre los ama (con todos los Ayudantes Celestiales).

Mi hija. Difunde este mensaje. El tiempo está corto.

Tu Madre en el Cielo. Gracias, Mi hija.

43. Los días están contados, aprovechen sus posibilidades ahora — 27.02.2013

Mi hija. Mi querida hija. No tengas miedo, hija Mía. Esté preparada, estén preparados todos ustedes para los tiempos por venir. Siempre recuerden, él que es puro de corazón no tiene nada que temer. Para ti, Mi hija, Mi amada hija, será más fácil que para muchos otros.

Jesús: Te digo esto, Mi querida hija, porque tu ya has experimentado y vivido este penoso e intenso dolor. Tu alma ha sufrido una gran limpieza y, por lo tanto, sufrirá solo un poco en comparación con lo que un alma impura va a / debe sufrir.

Jesús: Ustedes, que hacen penitencias y que se confiesan sus pecados no se preocupen por lo que les espera, porque se limpian con cada confesión, con cada expiación y, por supuesto, con y por medio del Sacramento de la Sagrada Comunión. Estén despiertos y atentos, y cuando hayan pecado llévenlo ante Dios, es decir, al confesionario lo más rápido posible. Cuanto más a menudo un sacerdote los absuelva del pecado, más purificada estará su alma en el día de la iluminación de la consciencia. Cuanto más pura sea su alma, menos tendrán que soportar el estado de sufrimiento y dolor. Así que no tengan miedo, Mis queridos hijos. Especialmente Mis seguidores, Mis fieles servidores, no deben temer nada terrible, siempre y cuando su alma sea pura.

Tener un alma realmente pura es (casi) imposible aquí en la tierra. Todos los días, las personas cometen un sinnúmero de pecados contra Dios. Muchos de estos a menudo son pequeños detalles, no obstante, ellos «contaminan» su alma. Si son consciente de esto, será más fácil para ustedes de confesarse diariamente (si es posible), porque si se confiesan diariamente, si realmente tienen la oportunidad de hacerlo, su alma será menos impura que si la última confesión fue hace 1 semana, 1 mes o 1 año. Recuerden eso, hijos Míos, y escuchen también aquí su corazón. Si sienten el impulso, no importa cuán pequeño sea, de confesar sus pecados – esto pueden ser pecados conscientes o inconscientes – entonces vayan a confesarse y no la pospongan (la confesión) a una fecha futura.

Los días están contados. Aprovechen sus posibilidades ahora. Yo, su Jesús, junto con Mi Santa Madre y otros Ayudantes Celestiales, estaremos a su lado – de todos aquellos que se han convertidos verdadera y honestamente a Mi, su Jesús. Aún, cada uno de ustedes tiene la oportunidad de hacerlo. Acéptenla y vuélvanse a Mí, su Jesús. Los amo tanto y desearía poder evitar todo el sufrimiento que está por venir, pero no puedo.

Mis queridos hijos, tengan la certeza de que Yo, Jesucristo, volveré pronto y llevaré a Mi Reino a cada persona que hasta entonces se haya convertido a Mí. Este será un día de alegría.

Dios Padre: Con ansias estoy esperando este día, y este día Me consuela, porque entonces todos Mis hijos, que me aman, estarán unidos conmigo.

Los amo con todo Mi corazón, Jesús, María y su Padre, Dios Altísimo.

42. Ustedes serán testigos del Nuevo Paraíso — 26.02.2013

Mi hija. El tiempo aquí en su tierra pronto habrá terminado. Con todos los planes malvados que el adversario tiene preparados para ustedes, pronto se terminará. Mi Hijo, Jesucristo, bajará y vendrá a ustedes, y con la intervención de la mano divina de su Padre, Dios Todopoderoso, Satanás y su ejército oscuro perecerán. Nunca más podrán levantar el derecho a una vida entre ustedes, Mis queridos y fieles hijos. Ese tiempo llegará pronto. Mi Hijo y Dios, Nuestro Padre (de todos), pronto arrancarán la raíz del mal.

Hijos Míos, deben ser fuertes, porque aún mucho sufrimiento llegará sobre su tierra. Dios Padre no permanecerá ocioso, mirando como el adversario «empuja» a su anticristo y como ése destruye a los hijos de Dios. Es por eso que su tierra todavía recibirá mucha limpieza. Terremotos, inundaciones, tormentas, tormentas eléctricas feroces y relámpagos golpearán su tierra. No tengan miedo, Mis amados hijos. Todo esto tiene que suceder para despertar tantas almas como sea posible.

Mis hijos. Mis amados hijos. Siempre mantengan la confianza en Dios. Dios Padre protege a todos Sus hijos. Pongan su vida en Sus manos, y nada les puede pasar. No importa qué es lo que sientan, lo que experimenten o vivan, ofrézcanlo como sacrificio a Dios Padre. Solo Él quita el dolor, solo Él toma el duelo, y Él sufre a través de Su Hijo, Jesucristo, su Redentor y está de luto con ustedes. Y Él les da gozo, un gozo inmenso, profundo y satisfactorio, y si piden por recibir el Espíritu Santo, entonces se les será dada la iluminación.

Mis queridos hijos. ¡Todo esto es un proceso maravilloso que transforma su ser interior y también permite descubrir los secretos ocultos de la conexión con Dios! Vengan a Él, Mis amados hijos, confíen en Él, y Él los guiará hasta el final de este a veces terrible fin del tiempo. No tengan miedo, Mis hijos pequeños y grandes. Nosotros los amamos con todo Nuestro ser y nos alegramos de que encuentran el camino hacia Nosotros. Yo, su Madre en el Cielo, los llevo conmigo a Jesús, Mi Hijo y, si quieran eso, los entrego a Él. Él, Jesús, su Redentor, los lleva a Dios Padre. Y entre tanto, todos Nosotros estamos con ustedes y los acompañamos en este tiempo del perecer de su mundo actual.

Mis hijos. ¡Regocíjense! Porque serán testigos del Nuevo Paraíso. Pero deben convertirse a Mi Hijo, porque solo Él está autorizado a llevarlos allí. Crean en Él, confíen en Él. Entonces siempre estarán protegidos, y Él los cuida. Entréguense completamente con todo lo que son, con todo lo que tienen, y Él a través de la providencia de Dios les dará una vida de plenitud y alegría. Pero nunca confundan la plenitud con la acumulación de bienes terrenales. Confíen y recibirán todo y más de lo que necesitan para vivir, tanto espiritual como materialmente.

Hijos Míos, tomen esta «alegría». Es una vida que no pueden ni soñar más bella.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Gracias, hija Mía, por escribir para Mí y seguir Mi llamado.

Te amo. Tu Madre en el Cielo.

41. Dile al mundo que los redimiré pronto — 26.02.2013

Mi querida hija. Soy Yo, tu Jesús. Te amo mucho. Dile al mundo que los redimiré pronto. Dígales, a Mis hijos, tus hermanos y hermanas, que se acerca el momento, el tiempo de Mi Segunda Venida.

Ningún alma podrá esconderse de Mí. Todos ustedes me verán y me reconocerán como él quien soy. No tengan miedo, porque los amo a cada uno de ustedes. Especialmente a ustedes pecadores, pobres, pobres pecadores. Vengan todos a Mí, su Jesús, y los libraré del sufrimiento que ha plagado su alma a través del pecado. Aún más, les perdonaré sus pecados y los llevaré a Mi Reino tan pronto como llegue el momento preciso.

Mis amadas hijas e hijos. Yo, su Jesús, quien sufrió y murió por ustedes en la cruz, iré a ustedes y les daré Mi amor visiblemente. Acéptenlo. Acéptenme a Mí porque solo a través de Mí pueden ser liberado de las garras del maligno y entrar en la vida eterna conmigo. Conviértanse a Mí, Mis amados hijos, y les prometo una vida de amor, alegría y gloria. Nunca tengan miedo, porque los amo.

Su Jesús